Para
mí es bien importante que un economista como Jairo Parada esté pendiente del
pasado, presente y futuro de Barranquilla, el departamento del Atlántico y la
región Caribe.
Y
es importante porque son profesionales que, además de ser honestos, se han
preparado, han estudiado, y esa preparación se la regalan a nuestra sociedad a
raíz de sus columnas, enseñanzas en las universidades y sus conversaciones
permanentes con diferentes actores.
Hace
muchos años, cuando Jairo estudiaba su doctorado en Estados Unidos, lo
visitamos Rafael Obregón y yo. Y al salir de esa visita lo comentamos: “Qué
bueno que él esté preparándose más”.
Y
esa es nuestra labor como ciudadanos. Y Jairo Parada lo hace permanentemente.
Bien
por esa.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Barranquilla: riesgo y proyectos
Por
Jairo Parada
De
lo sucedido en Mocoa, después de leer muchos informes serios y columnas bien
informadas sobre el tema del riesgo climático en el país, queda claro que esta
tragedia repite lo de siempre: nunca nos preparamos para los peores escenarios.
Seguimos sin entender que en los tiempos que vivimos, la naturaleza no sigue
las tendencias del pasado, ocurren eventos insospechados y llueve o hay
sequías, a niveles que rompen los récords de más de 50 años. En 2010 se nos dijo que el Atlántico estaba blindado,
pero llovió como nunca y sucedió la catástrofe del sur. Siete años
después, las obras paliativas de Santa Lucía no convencen.
Yo tenía mis dudas,
pues la firma encargada es emergente, y ha pasado de reconstruir parques a
canalizar arroyos, y ahora es experta en hidráulica fluvial. En ingeniería, la
experiencia no se improvisa ni se subcontrata. Ojalá me equivoque y aguante el
verdadero invierno del segundo semestre. En el sur no se han hecho las obras
del Canal del Dique, por lo que seguimos expuestos a más desastres. La
situación empeora con los diseños de la vía dique de la carretera de la
Prosperidad del Magdalena. Si el río se crece en forma excepcional, la
inundación llegará hasta el centro de Barranquilla, como simulaciones serias lo
demuestran. El afán de “hacerla”, llevó a que hoy sea una obra inconclusa, mal
diseñada, pues los expertos en la hidráulica del Río me han dicho que debía
correrse un poco hacia adentro, para darle espacio al río en sus crecientes.
La
ciudad sigue sin estar preparada para huracanes y tsunamis como resultado del
cambio climático. Desde Elsa Noguera se vio la necesidad de crear una
Secretaría de Riesgos, para elaborar el Plan de Riesgos de la ciudad. La decisión
fue aplazada, pues la dialéctica del concreto no les da importancia a estas
cosas.
Hay
otros temas claves, como el mismo alcalde al fin lo reconoció en su larga
entrevista en EL HERALDO, con motivo de los 204 años de la ciudad. En el caso
de la canalización de arroyos, por ejemplo, el ingeniero Manuel Alvarado me
comentaba que estos proyectos debían hacerse no solo por los aguaceros, apenas
tres o cuatro bien densos en el año, sino porque los arroyos bloquean la ciudad
en caso de una emergencia que nos obligase a salir de la misma. Otra cosa es el
valor de las obras y la premura en hacerlas, que son los interrogantes
abiertos.
A
otros proyectos igualmente hay que abrirles el ojo. El tren ligero no convence,
pues implica riesgos económicos para el Distrito, ya que se ha propuesto una
APP mixta, con una estrechez de miras que no se resuelve ni yendo hasta el
aeropuerto. Debe ser un proyecto integrado al área metropolitana y debe entrar
en Soledad y llegar a Malambo. Que el sector privado lo haga, pero sin enredar
las finanzas del Distrito, ya comprometidas con las abundantes vigencias
futuras aprobadas por nuestro sumiso Concejo Distrital. Igualmente, peligrosa
resulta la propuesta de una empresa de economía mixta con Distrito y
Gobernación en relación con el Superpuerto.
¿Más
recursos públicos para ‘salvar’ a los dueños de estas licencias?
No hay comentarios:
Publicar un comentario