RADAR: a mí me parece que ese debate todavía está
crudo…
¿Qué vamos a hacer con las vías?
¿Qué haremos cuando empiecen a transitar los
vehículos que van a comprar, o ya compraron los ciudadanos que habitarán los
apartamentos que apenas están construyendo?
¿Vamos a lograr construir los puentes que requiere
Barranquilla?
¿Qué decisión se tomará, cuando se apruebe en la
ciudad, que va a tener cables de la energía encapsulados?
Teniendo en cuenta que una cosa es tener los cables
arriba que subterráneos…
…en fin. Lo que hay son cosas pendientes…
RADAR,luisemilioradaconrado
radareconomico1
Economía
urbana en el debate: el POT
Por: Jairo Parada
Muy sensato me pareció el llamado que el editorial
de EL HERALDO del pasado viernes 14 de febrero le hizo al Concejo de la ciudad
para abordar con una discusión bien argumentada los temas planteados en el
POT.
No se puede negar que el tema ha sido ampliamente
discutido desde 2011 cuando se empezó a diseñar una visión de ciudad y se ha
pasado por numerosos foros y debates, mas el tránsito normal de los organismos
de ley. La democracia moderna señala que la discusión final se debe dar en el
recinto del Concejo, aspirando que en lo posible se lleguen a criterios de
racionalidad colectiva, que preserven el interés general de los
barranquilleros. El Concejo perdió un tiempo valioso en Diciembre cuando aplazó
el proceso para 2014, lo cual también fue creando cansancio en los
interlocutores. Razón tenía el Concejo que no se podía aprobar de golpe.
Debe
hacerse por tanto un examen cuidadoso.
En sus miles de páginas, normas y mapas, hay temas
claves de la ciudad. No se puede correr el riesgo que tenga que ser expedido por
Decreto de la Alcaldía y se agoten los tiempos, dado que lo ideal es ir
generando consensos o mayorías sensatas en torno a ciertos temas. La
Universidad del Norte generó un documento serio de análisis y el Consejo
Territorial de Planeación produjo su concepto. Otros sectores han hecho lo
mismo.
El Concejo puede tomar decisiones por ejemplo, en
torno a puntos clave, por ejemplo el horizonte temporal. La administración
quiere 20 años, otros hemos planteado que no debe pasar de las tres
administraciones, para evitar una camisa de fuerza tan larga, y evaluar en doce
o catorce años. Se ha criticado la propuesta que trajo el POT sobre la fase II
de Transmetro, y se ha pedido que se respeten los diseños originales para no
entorpecer un proyecto clave para la supervivencia del mismo. La ciudad
tiene que apuntarle al transporte masivo y no a autopistas urbanas. El
debate sobre la isla La Loma es clave, pues muchos han pedido un parque
ambiental. Sin embargo, hay que oír las voces de la racionalidad económica que
impone una ciudad con una fiscalidad baja. Debe evitarse caer en posiciones
utópicas que después se traducen dolores de cabeza en un área tan sensible.
Se debe ordenar en el POT el fortalecimiento de
la Secretaria de Planeación Distrital para que después lo pueda
implementar, así como la creación de una Secretaría de Riesgos y Amenazas
que evite o mitigue los desastres ambientales generados por el cambio
climático. También hay que examinar las proyecciones financieras. Se ha
vuelto una versión común en la ciudad descargar la financiación de los nuevos
proyectos en el recaudo de la plusvalía. Ello no tiene ningún asidero si se
mira la experiencia de Bogotá, Medellín y Pereira. Es un recaudo que no
pasa del 5% de los ingresos tributarios de estas ciudades. Tampoco se pueden
hacer proyecciones con recaudos prediales creciendo al 10% anual, pues los
barranquilleros ya hemos sufrido dos actualizaciones de catastro en las dos últimas
administraciones.
El Concejo debe también definir si le apuesta a una
ciudad densificada, donde el capital constructor le compense a la ciudad por el
uso que hace de las alturas. No puede ser que ello sólo se traduzca en
beneficios exorbitantes y encarecimientos rápidos de los precios del
metro cuadrado de construcción. Ya hay situaciones graves de
tráfico en muchos sectores de la ciudad por ello. El nuevo POT trae estos
mecanismos que ya se usan en otras ciudades del país.
En torno a los equipamientos sociales, la ciudad
puede plantearse la eliminación de su déficit de vivienda en los períodos
venideros, para no mandar a los barranquilleros a vivir a Soledad o Malambo.
Por ello, el Concejo le debe cumplir a la ciudad y generar un resultado basado
en una discusión racional. Es lo que se espera del mismo.
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