La
clase de César Lorduy…
Espero
que la entiendan y la pongan en práctica las entidades a las que le corresponde
actuar, para evitar complicaciones para la población regional.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Cuña e intrusión salina
Por:
César Lorduy
A
la sequía que sigue azotando la Región Caribe debido a la falta de lluvias,
originada por el fenómeno de El Niño, más la deforestación, la falta de cuidado
de las fuentes de agua, etc., se le suman ahora los efectos de la cuña y la
intrusión salina en los cuerpos de agua dulce.
La cuña salina surge cuando el agua dulce entra en
contacto con el agua salada del mar y la primera fluye sobre la segunda debido
a la diferencia de densidades. Es decir, el agua salada, que es más densa
o pesada, penetra por debajo de la dulce y la desplaza por causa de la
morfología del cauce de un río, del caudal circulante, del nivel del mar, de
los vientos persistentes, etc. Hoy parece que todo esto se hubiera alineado
para originar la cuña salina que está presente en la desembocadura del río
Magdalena y el canal del Dique.
Por
su parte, la intrusión salina se origina
cuando el agua salada se introduce desde el mar hacia los acuíferos costeros
debido a la reducción del nivel freático del agua dulce, a la sobreexplotación
de los acuíferos costeros o por la elevación del nivel medio del mar. Gran
parte de lo anterior está presente hoy en la Región Caribe, sobre todo en zonas
que ya no tienen fuentes de agua dulce superficiales –o están muy cerca de la
orilla del mar– y que para poder satisfacer sus necesidades requieren pozos de
agua dulce, cuyo contenido en estos momentos tienen unos niveles de salinidad
superiores a los permitidos, tal como está sucediendo en La Guajira.
La presencia de la cuña salina ya está en Barranquilla y llega
hasta las instalaciones de Rivert Port en el río Magdalena, y
como este siga disminuyendo su caudal debido a la falta de lluvias podríamos
estar muy cerca de situaciones –guardadas las proporciones– como las que
vivimos en la década de los 80, cuando alguien afirmó que le había salido una
sardina por la pluma del agua.
En
el barrio Las Flores, en situaciones normales el agua dulce del río tiene un
porcentaje de salinidad de 0,001%. Hoy estamos en niveles de 0,15% y eso obliga
a que la Triple A, con los mayores costos que esto genera, tenga que bombear
agua de Barranquilla a Puerto Colombia, a fin de lograr una mezcla que la haga
apta para el consumo humano.
Ante estas circunstancias, las empresas que legalmente captan
agua del río también incurren en esos mayores costos en contra de su
competitividad, porque se ven obligadas a contratar más suministro de agua con
la Triple A, o plantas desalinizadoras, a fin de tratar el agua que necesitan
para sus procesos industriales. Y mayores costos también tendría Triple A –que
no los recupera por vía tarifa–, si la cuña llega más allá del puente Pumarejo.
Igual
sucede con el Canal del Dique: mientras la bahía de Cartagena recupera su
belleza natural, la cuña salina afecta a varias poblaciones de Bolívar y Sucre.
La Guajira igual tiene pozos con agua salada.
De
manera que seguimos dependiendo de la naturaleza y nuestra indiferencia frente
a ella tiene costos infinitos.
@clorduy
clorduym@gmail.com
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