El
presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, en la Declaración que entregó al
cierre de la Cumbre de Las Américas 2015,
nos registra lo que ocurrió en el encuentro internacional.
En
esta Cumbre, como ha ocurrido en otras reuniones, no hubo consenso, así que terminó
sin documento de consenso a causa de Venezuela…
Aquí
en el RADAR les dejamos una radiografía de lo que ocurrió en Panamá.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconómico1
La Cumbre de Las Américas, en Panamá
Declaración del Presidente de
la República Juan Carlos Varela Rodríguez, con motivo de la clausura de la
Séptima Cumbre de las Américas.
Panamá,
11 de abril de 2015.
Para Panamá ha sido un honor ser sede de la
Séptima Cumbre de Las Américas que recién ha finalizado.
Antes que todo, deseo agradecer al pueblo
panameño que ha acompañado atentamente la realización de la Cumbre, y ha
comprendido los inconvenientes derivados de las medidas de circulación y
seguridad que se debieron adoptar para garantizar el éxito de la misma.
Mi agradecimiento a los Jefes de Estado y
de Gobierno, así como a los delegados de los 35 países del continente, por
acudir a nuestro país, a este cónclave que estoy seguro marcará el inicio de
una nueva era regida por el diálogo respetuoso y la cooperación en nuestra
región.
A Su Santidad el Papa Francisco, le
agradecemos por su mensaje de paz, justicia social y solidaridad con los más
necesitados, que nos hizo llegar a través del Secretario de Estado del
Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin.
Deseamos también reconocer a los miles de
funcionarios y oficiales del gobierno, de cargos de dirección, administrativos,
de seguridad y de comunicación y transporte, por la diligencia y eficiencia con
la cual trabajaron.
Durante varios días nuestro país ha estado
en el centro de la atención mundial, y estoy seguro se ha afirmado en la
opinión internacional el país que somos: un país de gente amable, hospitalaria;
un país diverso y plural, que ha dado acogida a la diversidad y pluralidad
política que hay entre nuestros países y dentro de nuestros países.
Un país con una gran capacidad logística y
de instalaciones que ha sido capaz de acoger a miles y miles de visitantes
simultáneamente; un país próspero económicamente, con gran capacidad comercial
y financiera.
Un país pacífico y en franco proceso de
consolidación de su institucionalidad jurídica y política democrática. Un país
del cual podemos sentirnos orgullosos las panameñas y panameños. Muchas gracias
Panamá.
En medio de la diversidad y pluralidad
política entre y dentro de nuestros países, hemos facilitado un diálogo franco
y respetuoso entre Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de nuestro continente.
No hemos pretendido unanimidades, por lo
demás imposibles en medio de la pluralidad, pero si ayudar a tender puentes en
medio de las diferencias, y afirmar lo que nos une y no lo que divide.
La Cumbre ha sido una gran oportunidad multilateral
y, a la vez, de encuentros bilaterales entre los diversos liderazgos.
Los Foros previos a la Cumbre, incluso las
numerosas actividades que no eran parte oficial de la misma, han sido una gran
oportunidad de encuentros personales y debate de ideas y proyectos, que han
fortalecido la cultura democrática del continente, y que sin duda se irán
materializando en decisiones y políticas.
Debemos felicitar a los ciudadanos de las
Américas quienes se han manifestado libremente, reconociendo la diversidad y
respetando las diferencias, a través de los diferentes encuentros hemisféricos
celebrados en el marco de la presente Cumbre, incluyendo el Foro de la Sociedad
Civil y Actores Sociales, el Foro Empresarial, el Primer Foro de Rectores y el
Foro de la Juventud, de las Américas.
El tema de la Cumbre, “Prosperidad con
equidad”, ha estado permanentemente en la agenda y las discusiones.
El tema lo propusimos por nuestra
experiencia y la experiencia de todos los países del continente. Hemos crecido
fuertemente, pero no toda la población se ha beneficiado suficientemente de ese
crecimiento.
Como país anfitrión propusimos un documento
de Mandatos para la Acción en torno a los diferentes ejes que apuntalan la
Prosperidad con Equidad: salud, educación, energía, medio ambiente, migración,
seguridad, participación ciudadana y gobernabilidad democrática.
Después de casi cuatro meses de intenso
trabajo, reuniones en Panamá y en la sede de la OEA en Washington, y muchas
consultas bilaterales, se logró acuerdo en el 90% de los mandatos propuestos
(42 de 48), y los restantes quedaron ad referéndum de pocos países.
Hubo completo acuerdo en reconocer que el
derecho a la educación sin discriminación y el acceso equitativo a una
educación de calidad es vital en el esfuerzo por alcanzar un desarrollo
integral, erradicando la pobreza y la desigualdad
En ese sentido, hemos propuesto aumentar la
cobertura de nuestros sistemas educativos y fortalecer la educación técnica
superior, acompañada de la creación de programas y nuevas oportunidades de
empleo, en colaboración con el sector privado, para los jóvenes en riesgo
social de nuestro continente.
En materia de educación superior, hemos
propuesto un mayor acercamiento entre las universidades y el sector público,
para que nuestras casas de estudio sean las proveedoras de análisis
científicos, técnicos y sociales, inspecciones y estudios de factibilidad, así
como las propuestas de proyectos de infraestructura pública que necesita la
comunidad. Adicionalmente, celebramos la propuesta surgida en esta Cumbre de
crear un Sistema Interamericano de Educación que mejore la calidad de la misma
en nuestro continente.
De igual forma, se respaldaron los
esfuerzos para asegurar el acceso universal a la salud como un derecho humano fundamental.
En cuanto a la energía, pilar fundamental
del desarrollo sostenible, se acordaron acciones que garanticen el acceso a
energía de fuentes diversas, amigables con el medio ambiente, y en condiciones
económicamente asequibles y confiables.
En este contexto, y subrayando la
preocupación compartida por el cambio climático, se acordaron mandatos
dirigidos a la protección, preservación y restauración del medio ambiente y su
adecuada gestión.
Habiéndose reconocido el vínculo entre
migración y desarrollo, y el aporte de los migrantes a los países de origen,
tránsito y destino, se consensuaron acciones de cooperación entre los Estados y
de protección de los derechos humanos de los migrantes.
En el proceso de discusión del documento
propuesto por Panamá se compartió la preocupación y la necesidad de unir
esfuerzos contra el terrorismo, el crimen organizado y otras amenazas a la
seguridad de los ciudadanos, a través del fortalecimiento de la cooperación entre
los países y la adopción de medidas para prevenir la violencia y la delincuencia
Finalmente, y reconociendo que la
democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los
pueblos, se acordaron un conjunto de mandatos para fortalecer el estado de derecho,
la separación e independencia entre los poderes del Estado y el respeto a los
derechos humanos, y en ese sentido se acordaron acciones para promover y
garantizar la participación ciudadana en la gestación y aplicación de políticas
públicas, así como el empoderamiento de los ciudadanos sin discriminación de
género o raza.
Panamá considera que aquella gran cantidad
de mandatos sobre los que hubo acuerdo, pueden y deben ser gestionados por las
instituciones del sistema interamericano y otros organismos internacionales. Nuestro
gobierno remitirá los mandatos acordados a nuestros Directores en el BID, Banco
Mundial, CAF, y otras instituciones financieras multilaterales, para que sean
objeto de financiamiento y asistencia técnica.
Y lo mismo deberá ocurrir con otras
organizaciones multilaterales, como la OEA, CEPAL y OPS.
Queremos destacar que en adición a los mandatos
acordados, Panamá propuso y hubo total acuerdo entre los países, que entre
ahora y el año 2025 se mejore sustancialmente el acceso de la población al agua
potable y saneamiento básico, así como la cobertura de la banda ancha y de la educación
media y técnica. Igualmente, y de conformidad con las condiciones de cada país,
deberá incrementarse sustancialmente la inversión en infraestructura y la
efectividad de la misma.
En ese sentido, celebramos la propuesta
surgida en el retiro privado de mandatarios, de crear un Centro para el
Desarrollo de Infraestructura para apoya a los países de la región en estos
esfuerzos.
Hacemos un llamado a las organizaciones
multilaterales y la banca multilateral, a que aumenten sus esfuerzos tendientes
a respaldar a los gobiernos en la identificación de los proyectos, los estudios
técnicos y diseños conceptuales de la infraestructura pública necesaria para
mejorar los servicios a la población y alcanzar nuestras metas de Estado.
Deseamos agradecer al Presidente Ollanta
Humala que ha ofrecido a su país, Perú, como sede de la VIII Cumbre de Las Américas,
y desde ya le ofrecemos nuestra cooperación en base a la experiencia que hemos
recogido.
América es hoy un continente en paz. Hemos
superado los obstáculos a la convivencia pacífica entre pueblos hermanos. Por
lo tanto y para cerrar el último capítulo de con Américas, celebramos los importantes
avances de las conversaciones de paz en La Habana, Cuba entre el Gobierno de la
República de Colombia y las FARC.
Reconocemos el gran esfuerzo que ha hecho
la República de Cuba como anfitrión en el apoyo de estas conversaciones.
Nunca antes se había estado tan cerca de
poner fin a este largo conflicto y de lograr la paz en Colombia, esa que
también representa la paz de todo nuestro continente.
Por eso, esperamos que el Gobierno de
Colombia y las FARC lleguen rápidamente a un acuerdo en este año, para que
todos contribuyamos a lo que más nos importa: la implementación y consolidación
de la paz.
Esperamos que las partes acepten que sólo a
través de una justicia transicional y respetando los derechos de la víctimas se
logra una paz estable y duradera.
Esperamos también que el ELN atienda el
deseo de paz de todos los colombianos y de todos los países de las Américas,
uniéndose lo más pronto posible al proceso.
Por diversas razones, esta ha sido una
Cumbre histórica.
La convocamos con carácter universal dentro
de Las Américas.
La decisión que anunciaron los Presidentes
de Cuba y Estados Unidos para avanzar en un nuevo enfoque de las relaciones
entre sus países crearon una legítima expectativa de que situaciones, antiguas
y recientes, que han tensado las relaciones hemisféricas puedan ser
solventadas.
Esta Cumbre ha servido para tender puentes
en esa dirección.
Para Panamá y mi Gobierno ha sido un gran
honor ser los anfitriones de la misma.
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