De pronto estoy escribiendo con el deseo.
Lo que nos está enseñando esta coyuntura es que el mundo cambia permanentemente.
Admiro mucho a los economistas. Sobre todo, a los que viven de las predicciones...
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Tomado de El Nacional, Caracas 02/15/15
¿El petróleo en
20 y Apple en 150?
Esta semana los mercados
internacionales recibieron dos reportes de gran impacto, tanto por su
contenido, pero sobre todo por quienes las hacen. Citibank no descarta que el
petróleo caiga a 20 dólares por barril; y Barclays Bank ve la acción de Apple
en 150 dólares.
Si bien ambas predicciones
tienen sus méritos, adherentes y detractores, nos convocan a una reflexión
sobre el futuro económico en toda América Latina.
En materia petrolera hay
quienes ven el piso del precio por barril en 30 dólares y resistencia
para que suba de los 60 dólares. En cuando a la acción de Apple, hay quienes
argumentan que se estabilizará en el rango de 120-125 dólares, donde se encuentra
por ahora, hasta el anuncio de algún nuevo hito en la historia de este gigante
de la innovación; pero que sin duda la empresa está mejor que nunca y llena de
efectivo, lo cual la sigue haciendo una inversión muy apetecible.
Sin embargo, y al margen del
debate sobre esas proyecciones, subyacen en ambos pronósticos un par de hechos
y tendencias muy claras.
La primera, es que el mercado
de energía cambió para siempre, y el viejo adagio (que algunos atribuyen a
Rockefeller y otros a Getty) según el cual “el mejor negocio del mundo es una
empresa petrolera bien administrada, y el segundo una petrolera mal
administrada”, parece estar cediendo terreno, para no decir que perdiendo
vigencia. Pero en todo caso, queda claro que una economía dependiente de esa materia
prima ya es potencialmente tan frágil como las que dependen de cualquier otra
materia prima. Lo saben los sauditas o los kuwaitíes, que invierten en petróleo
y sus ganancias en energías alternativas, y en la economía real o la del
conocimiento. Lo mismo hacen BP y Exxon al invertir en una cesta de
alternativas energéticas al petróleo.
La referencia a Exxon es buena
para hacer una transición al segundo hecho o tendencia que nos convoca el
informe de Barclays cuando hace pronósticos sobre la acción de Apple. El
valor de la capitalización del gigante de la energía Exxon (empresa que reinaba
como la de mayor valor del mundo por décadas, con una valoración de 400
millardos de dólares) es hoy superada por el valor de capitalización de Apple
(700 millardos de dólares) y pelea por el segundo lugar con Google (397
millardos de dólares). Por cierto, es de hacer notar que estos valores de
capitalización son mayores que el PIB de muchos países latinoamericanos
¿Qué significa esto? Que el
desarrollo contemporáneo tiene como elemento central a la economía del
conocimiento. Sin entender esto, no hay forma de vincularse a las cadenas de
valor agregado que se requieren para montarse en el autobús de la historia, y
en consecuencia, las brechas que se abren con respecto a las economías
desarrolladas son virtualmente insalvables, deteriorándose entonces la calidad
de vida en los países que no asuman exitosamente ese reto.
En América Latina está abierto
un gran debate sobre todos estos temas, y varios países están aplicando con
acierto políticas que los colocan en la dirección correcta.
Es simplemente angustiante ver
que Venezuela, uno de los países con mas riqueza para apalancar esa transición
invirtiendo bien el caudal de recursos que le genera el negocio petrolero, está
atrapada, sin sentido, por un gobierno que sigue buscando soluciones en la
reincidencia con controles de cambio que ya no han funcionado, mientras
asfixian el potencial de Pdvsa como pivote de una estrategia de desarrollo
nacional; sin que existan planes de inversión pública coherentes para apoyar la
educación, la producción y la productividad, al mismo tiempo que se hostiliza
contra la inversión y la propiedad privada, piedras angulares del
emprendimiento y la innovación necesarias para moverse en la dirección de la
economía del conocimiento.
Es hora de asumir el debate,
estamos ante otra revolución, que no es la del chavismo, sino la del
conocimiento.
Nos leemos por
Twitter @lecumberry.
No hay comentarios:
Publicar un comentario