Amylkar Acosta, guajiro igual, escribió esta columna, que llega al RADAR.
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CUANDO UN AMIGO SE VA…
Amylkar
D. Acosta M[1]
Cómo
no deplorar el sensible fallecimiento del galeno Jorge Daza Barriga, víctima de
un aleve atentado el día de ayer en Barranquilla en la puerta de su residencia perpetrado
a mansalva por sicarios insensibles e insensatos del sórdido mundo de la criminalidad.
Se trata de un profesional de la medicina con especialidad en neurología, que
honraba con su ejercicio el juramento hipocrático que hizo al momento de
graduarse en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena. El Médico
Jorge Daza era un hombre sencillo, de cuna humilde, natal de Distracción (La Guajira), que se formó con
grandes esfuerzos y con gran tenacidad, animado, como decía él por su “deseo
incesante de ser médico”.
Foto de Fanny Sossa
Foto de Fanny Sossa
Jorge
fue en vida uno de los más destacados profesionales de La guajira, con una gran
proyección a nivel nacional, se desempeñó como Secretario de Salud del Distrito
de Barranquilla y, además del consagrado ejercicio de su profesión, ejercía la
docencia. Presidió tanto la Asociación Colombiana de Neurología como la
Asociación Colombiana para el estudio del dolor. Fue un profesional brillante,
de una trayectoria impecable, publicó más de treinta artículos en revistas
especializadas y tres libros sobre el dolor y era considerado como el gran
protector de los guajiros, por la acogida que le daba en su consultorio a
cuanto guajiro requería de sus servicios, sin reparar si tenía con qué pagarle.
Su vocación de servicio no conoció límites. Ah falta que nos va a hacer!
Foto de Fanny Sossa
Además de la medicina su otra pasión era la música vallenata, que lo llevó a promover y presidir la Fundación Cultura Vallenata; fue, además de compositor, interprete del vallenato. Eran de su predilección las composiciones de Rafael Escalona, Tobías Pumarejo y Roberto Calderón, así se puede constatar en sus varias producciones discográficas, la más reciente en el 2012. Una buena semblanza de su vida, en la que se destaca la forma como se solazaba interpretando sus canciones preferidas, la encontramos en el programa Impacto con Sergio García en Telecaribe, al cual se puede acceder en youtube.com. Su vida oscilaba entre la medicina y el vallenato; quienes le cegaron la vida le arrebataron de sus manos el escalpelo del neurocirujano y callaron al cantor y cuando “calla el cantor calla la vida, porque la vida, la vida misma, es todo un canto”, nos enseñó la inolvidable Mercedes Sosa.
Además de la medicina su otra pasión era la música vallenata, que lo llevó a promover y presidir la Fundación Cultura Vallenata; fue, además de compositor, interprete del vallenato. Eran de su predilección las composiciones de Rafael Escalona, Tobías Pumarejo y Roberto Calderón, así se puede constatar en sus varias producciones discográficas, la más reciente en el 2012. Una buena semblanza de su vida, en la que se destaca la forma como se solazaba interpretando sus canciones preferidas, la encontramos en el programa Impacto con Sergio García en Telecaribe, al cual se puede acceder en youtube.com. Su vida oscilaba entre la medicina y el vallenato; quienes le cegaron la vida le arrebataron de sus manos el escalpelo del neurocirujano y callaron al cantor y cuando “calla el cantor calla la vida, porque la vida, la vida misma, es todo un canto”, nos enseñó la inolvidable Mercedes Sosa.
Su
temprana desaparición (¡apenas 63 años cumplidos!), en la flor de la vida y
cuando más esperábamos de él, nos priva de un gran amigo, coetáneo, de un gran
señor, irremplazable por lo demás, porque, como dice la canción de Alberto
Cortez “cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo
puede llenar
la llegada de otro amigo.
Cuando un amigo se va
queda un tizón
encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río”. En medio del
repudio y la indignación por este vil asesinato y la congoja que invade a sus
habitantes por esta pérdida irreparable, La guajira toda le da el último adiós
a uno de sus mejores hijos. Paz en su tumba
Bogotá, enero 25 de 2014
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