SALUD
Lean lo que dice Salud Hernández-Mora…
No estoy de acuerdo con ella obviamente, pero ese
es su concepto. Y tiene razón en algunas cosas.
¿Por qué falló el presidente Juan Manuel Santos con
esas apuestas?
Sería bueno que él mismo respondiera ese interrogante.
Intrascendente, pienso que en esta la periodista
española se pasa de la raya al calificar al mandatario. Yo he comentado que
todos los presidentes han hecho una interesante labor para ir construyendo un
mejor país.
Errores, hombre… Salud, el Papa, la Iglesia, los
congresistas… los magistrados y... todos cometemos errores.
Intrascendente… y hay muchos que están copiando
esta columna en las redes sociales.
RADAR
Pd: ese fue el regalo de cumpleaños de Salud para
el presi (62)
SANTOS. Un presidente intrascendente
Por Salud Hernández-Mora
10 de Agosto de 2013, en el Diario EL TIEMPO
Los tres primeros años de Santos fueron normales, planos, nada sustancial para pasar a la Historia.
No es tan malo como lo pintan los uribistas ni tan
espectacular como nos quieren vender en Casa Nariño. Los tres primeros años de
Santos fueron normales, planos, nada sustancial para pasar a la Historia. La
prueba es que necesita cuatro más para que los libros de texto no lo recuerden
en una sola línea referida a “perdimos el mar de San Andrés bajo el gobierno de
Juan Manuel Santos”.
Yo no lo voté, pero esperaba más. Miembro de la
rancia oligarquía cachaca, mejor conocedor de Londres que Bogotá, pero con
visión amplia y moderna del mundo, pensé que transformaría desde la raíz
algunos de los muchos torcidos que hay en el país, como politiquería y
corrupción. Contaba con el 80 por ciento del Congreso y más millones de votos
que cualquiera de sus antecesores. Ni Uribe atesoró tanto poder.
Pudo dar el revolcón que necesitan nuestras
corruptas e ineficaces altas cortes, y prefirió pactar la continuidad. Pudo
iniciar un ambicioso plan de infraestructura para paliar el desastre anterior y
nos encontramos con que se vanaglorian de entregar cien miserables kilómetros
de doble calzada y de estar a punto de abrir licitaciones. Y preocupa que
presumieran de tener más billones que nadie para invertir en la jurásica red
vial y ahora anuncian la venta de Isagén para pagar las obras. ¿En qué
quedamos?
Prometió convertir la Costa Caribe en una
California, aprovechando el desastre invernal de 2010 y la millonada que
recaudó, y vayan y pregunten en Campo de la Cruz, uno de los municipios que
padecieron con mayor virulencia las inundaciones, si sus vidas cambiaron o
fueron a peor.
Aseguró que Colciencias tendría más plata que nunca
–un billón largo– a fin de hacer de Ciencia y Tecnología una locomotora de
progreso y saber, pero prefirió entregárselo a alcaldes y gobernadores para la
repartija que afianza la politiquería más vulgar.
Durante años promulgó desde su Fundación Buen
Gobierno la necesidad de un Ejecutivo ágil y rápido en la toma de decisiones, y
lo que vimos fue un aluvión de anuncios grandilocuentes que se desinflaron
pronto, y una espesa red de altos consejeros sin funciones claras ni aportes
que justificaran su misión. Unos parecen que hacen, aunque no sepamos bien qué,
y otros son invisibles.
En relaciones internacionales acertó al restablecer
las amistades rotas con los vecinos –no tenía sentido continuar la pelea
emprendida por Uribe–, pero se le fue la mano con el chavismo al confundir
pragmatismo con sumisión. Después se lanzó a firmar una vorágine de TLC que
hundirán a sectores vitales para esa otra Colombia que no está preparada ni de
lejos para competir. Y la estrategia de dar subsidios a los que gritan más no
obedece a políticas de largo aliento, como cabría esperar, sino a tapar bocas y
huecos. También me decepcionó que para disminuir la pobreza modificaran la
metodología de medición. Ahora 300.000 pesos
mensuales sacan a una familia de las estadísticas de miseria, y 600.000, de las
de pobreza.
Cierto que creó puestos de trabajo y que regalará
viviendas gratis –una cuarta parte de las que prometió en campaña–, pero es un
legado pobre para un presidente que tenía visión, una excelente preparación y
ningún peaje, como demostró al volverse contra el uribismo que lo eligió. Por
eso se aferrará a su proceso de paz, y por eso las
Farc le pedirán la luna a cambio de migajas. Y por eso Santos se la
entregará si gana la reelección, porque en noviembre no firmarán.
Salud Hernández-Mora
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