domingo, 28 de julio de 2013

Hoy Jacqueline Lee "Jackie" Bouvier Kennedy, estaría cumpliendo 84 años de edad, nos recuerda María Roquelina

De Michelle Obama a Carla Bruni, son muchas las primeras damas que han sido comparadas (o han querido compararse) con Jacqueline Bouvier. Hasta su llegada a Washington en 1961, las esposas de los presidentes de Estados Unidos eran sólo eso: consortes que acompañaban a sus maridos en fotografías oficiales y cenas de gala, sin mayor resonancia en la opinión pública o en la sociedad. Sin embargo, su breve paso por la Casa Blanca hizo inolvidable a Jacqueline Bouvier, no sólo por haber vivido la tragedia del asesinato de su esposo en noviembre de 1963 sino porque le dio a su rol oficial una presencia activa en la sociedad de su país mientras su estilo al vestir se convirtió en referencia de clase y charm en todo el mundo. Un estilo que siguió imponiendo hasta el día de su muerte, ocurrida un 19 de mayo de 1994. Así resumió el diario The London Evening Standard su legado: "Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: majestuosidad".
Siempre Jackie... Nunca se nos ha olvidado, aunque haya sido una norteamericana, que no conocimos... 

RADAR,luisemilioradaconrado
De Michelle Obama a Carla Bruni, son muchas las primeras damas que han sido comparadas (o han querido compararse) con Jacqueline Bouvier. Hasta su llegada a Washington en 1961, las esposas de los presidentes de Estados Unidos eran sólo eso: consortes que acompañaban a sus maridos en fotografías oficiales y cenas de gala, sin mayor resonancia en la opinión pública o en la sociedad. Sin embargo, su breve paso por la Casa Blanca hizo inolvidable a Jacqueline Bouvier, no sólo por haber vivido la tragedia del asesinato de su esposo en noviembre de 1963 sino porque le dio a su rol oficial una presencia activa en la sociedad de su país mientras su estilo al vestir se convirtió en referencia de clase y charm en todo el mundo. Un estilo que siguió imponiendo hasta el día de su muerte, ocurrida un 19 de mayo de 1994. Así resumió el diario The London Evening Standard su legado: "Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: majestuosidad".
María R. Ochoa Sinning
Hoy Jacqueline Lee "Jackie" Bouvier Kennedy, esposa del trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, y primera dama de los Estados Unidos durante su presidencia desde 1961 hasta su asesinato en 1963, estaría cumpliendo 84 años de edad.
De Michelle Obama a Carla Bruni, son muchas las primeras damas que han sido comparadas (o han querido compararse) con Jacqueline Bouvier. Hasta su llegada a Washington en 1961, las esposas de los presidentes de Estados Unidos eran sólo eso: consortes que acompañaban a sus maridos en fotografías oficiales y cenas de gala, sin mayor resonancia en la opinión pública o en la sociedad. Sin embargo, su breve paso por la Casa Blanca hizo inolvidable a Jacqueline Bouvier, no sólo por haber vivido la tragedia del asesinato de su esposo en noviembre de 1963 sino porque le dio a su rol oficial una presencia activa en la sociedad de su país mientras su estilo al vestir se convirtió en referencia de clase y charm en todo el mundo. Un estilo que siguió imponiendo hasta el día de su muerte, ocurrida un 19 de mayo de 1994. Así resumió el diario The London Evening Standard su legado: "Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: majestuosidad". 

Jacqueline Lee Bouvier nació en Southampton (Nueva York), hija del corredor de bolsa de Wall Street John Vernou Bouvier III y Janet Norton Lee.

Jacqueline Bouvier y el entonces representante de los Estados Unidos John Fitzgerald "Jack" Kennedy pertenecían al mismo círculo social y asistían a menudo las mismas funciones. Fueron presentados formalmente por un amigo en común, el periodista Charles L. Bartlett, en una cena en mayo de 1952. Kennedy estaba entonces ocupado postulandose para el Senado de los Estados Unidos pero después de su elección en noviembre, la relación se volvió más seria y llevó a su compromiso, anunciado oficialmente el 25 de junio 1953.

Retrato oficial de Jackeline Kennedy en la Casa Blanca. Jacqueline se convirtió en la más joven de las primeras damas de la historia.

Nunca le gustó el título de “primera dama” ya que decía que parecía el nombre de un caballo. Con la llegada de su marido a la Casa Blanca, la vida privada de Jackie se convirtió en centro de atención del público. Le gustaba vestirse con trajes de diseñadores franceses, lo que algunos diseñadores estadounidenses consideraron un símbolo de deslealtad. Durante su periodo como primera dama, Jacqueline se convirtió en un icono de la moda, tanto a escala local como internacional.

La Primera Dama Jackie Kennedy, montando a caballo con sus hijos en la propiedad llamada "Glen Ora", ubicada en Middleburg, Virginia. Jackie creció rodeada de caballos y practicar la equitación era un gusto para ella. El presidente John Kennedy no compartió su pasión por los espectáculos de caballos y equitación. Se dice que era alérgico al pelo de caballo.

De Michelle Obama a Carla Bruni, son muchas las primeras damas que han sido comparadas (o han querido compararse) con Jacqueline Bouvier. Hasta su llegada a Washington en 1961, las esposas de los presidentes de Estados Unidos eran sólo eso: consortes que acompañaban a sus maridos en fotografías oficiales y cenas de gala, sin mayor resonancia en la opinión pública o en la sociedad. Sin embargo, su breve paso por la Casa Blanca hizo inolvidable a Jacqueline Bouvier, no sólo por haber vivido la tragedia del asesinato de su esposo en noviembre de 1963 sino porque le dio a su rol oficial una presencia activa en la sociedad de su país mientras su estilo al vestir se convirtió en referencia de clase y charm en todo el mundo. Un estilo que siguió imponiendo hasta el día de su muerte, ocurrida un 19 de mayo de 1994. Así resumió el diario The London Evening Standard su legado: "Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: majestuosidad".
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Jacqueline Lee Bouvier nació en Southampton (Nueva York), hija del corredor de bolsa de Wall Street John Vernou Bouvier III y Janet Norton Lee.

Jacqueline Bouvier y el entonces representante de los Estados Unidos John Fitzgerald "Jack" Kennedy pertenecían al mismo círculo social y asistían a menudo las mismas funciones. Fueron presentados formalmente por un amigo en común, el periodista Charles L. Bartlett, en una cena en mayo de 1952. Kennedy estaba entonces ocupado postulandose para el Senado de los Estados Unidos pero después de su elección en noviembre, la relación se volvió más seria y llevó a su compromiso, anunciado oficialmente el 25 de junio 1953.

Retrato oficial de Jackeline Kennedy en la Casa Blanca. Jacqueline se convirtió en la más joven de las primeras damas de la historia.

Nunca le gustó el título de “primera dama” ya que decía que parecía el nombre de un caballo. Con la llegada de su marido a la Casa Blanca, la vida privada de Jackie se convirtió en centro de atención del público. Le gustaba vestirse con trajes de diseñadores franceses, lo que algunos diseñadores estadounidenses consideraron un símbolo de deslealtad. Durante su periodo como primera dama, Jacqueline se convirtió en un icono de la moda, tanto a escala local como internacional.

La Primera Dama Jackie Kennedy, montando a caballo con sus hijos en la propiedad llamada "Glen Ora", ubicada en Middleburg, Virginia. Jackie creció rodeada de caballos y practicar la equitación era un gusto para ella. El presidente John Kennedy no compartió su pasión por los espectáculos de caballos y equitación. Se dice que era alérgico al pelo de caballo.

De Michelle Obama a Carla Bruni, son muchas las primeras damas que han sido comparadas (o han querido compararse) con Jacqueline Bouvier. Hasta su llegada a Washington en 1961, las esposas de los presidentes de Estados Unidos eran sólo eso: consortes que acompañaban a sus maridos en fotografías oficiales y cenas de gala, sin mayor resonancia en la opinión pública o en la sociedad. Sin embargo, su breve paso por la Casa Blanca hizo inolvidable a Jacqueline Bouvier, no sólo por haber vivido la tragedia del asesinato de su esposo en noviembre de 1963 sino porque le dio a su rol oficial una presencia activa en la sociedad de su país mientras su estilo al vestir se convirtió en referencia de clase y charm en todo el mundo. Un estilo que siguió imponiendo hasta el día de su muerte, ocurrida un 19 de mayo de 1994. Así resumió el diario The London Evening Standard su legado: "Jacqueline Kennedy ha dado al pueblo estadounidense una cosa que siempre había deseado: majestuosidad".
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