El fútbol, qué bonito que ahora muchos ciudadanos del mundo vivan cómodamente por él...
RADAR
Fútbol ¿Qué pasó con... Mágico González?
El
salvadoreño que deslumbró al mundo en los años 80 vive feliz en su país
ayudando a la Selección, jugando al fútbol por las calles y disfrutando de la
vida. Muchos compararon su calidad con la de Maradona, pero él nunca quiso ser
como Diego: "Sé que soy un irresponsable y un mal profesional. No me gusta
tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego por
divertirme".
Por José M. ANTEQUERA / @anteqqu |
Eurosport – jue, 11 jul 2013
Los niños que en los años 80 nos asomábamos al
fútbol en el Mundial 82 pudimos descubrir que en la selección de El Salvador jugaba un tipo delgado, despeinado y
desgarbado que hacía maravillas con el balón pegado al pie.
Quién quiera encontrar ahora a Jorge Alberto
González Barillas (El Salvador, 13 de marzo de 1958),
deberá viajar sin demasiada urgencia a la capital salvadoreña y quizás, en
alguna plaza escondida, esté Mágico González jugando una pachanga con los
jóvenes salvadoreños para pasar el rato y disfrutando con su gran pasión: el
balón.
Mágico González abandonó el fútbol profesional en el año 2000 a los 42 años en El
Salvador y se dedicó, entre otras cosas, a hacer de taxista por la capital del
país. Actualmente colabora con las categorías inferiores de la selección
salvadoreña y vive de algunas contratos publicitarios que le caen del cielo. No
en vano, Mágico González es el mejor jugador de la historia de su país y
un mito para sus paisanos. Él nunca necesitó demasiado dinero para vivir porque
encontró la felicidad de otra manera.
No quiso ser Maradona
Su talento, su calidad, su imaginación, sus pases
inimitables y sus goles hicieron que muchos le compararan con Diego Armando Maradona. Pero su filosofía del
fútbol y de la vida era otra: Él no era un profesional del fútbol, jugaba sólo
para divertirse: "Reconozco que no soy un santo, que me gusta la
noche y que las ganas de juerga no me las quita ni mi madre. Sé que soy un
irresponsable y un mal profesional y puede que esté
desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el
coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo.
Sólo juego por divertirme".
El Cádiz
Tras deslumbrar con su fútbol en el Mundial 82
Mágico González fichó por el Cádiz por siete millones de pesetas después de
que no se presentara a firmar por el PSG, club que le tenía casi fichado.
Mágico se metió a la afición española en el bolsillo con su manera de entender
el fútbol, sus goles, sus pases imposibles y sus jugadas de otro planeta.
Su indisciplina era tal que no se presentaba a los
entrenamientos, se dormía por las esquinas tras interminables noches de juerga,
fumaba y bebía sin esconderse... El Cádiz le tuvo que asignar un 'policía' para
que le buscara por las calles de Cádiz y le despertara por las mañanas para que
fuera a entrenarse con sus compañeros.
Aquel mítico Carranza
La prueba más elocuente de lo que era Mágico
González como futbolista se produjo en una semifinal del Trofeo Ramón de
Carranza, en la que el Cádiz se enfrentaba al Barcelona. Mágico González llegó tarde al partido
y empezó el encuentro desde el banquillo. Cuando los azulgrana ganaban por 0-3,
el crack salvadoreño saltó al terreno de juego, marcó dos tantos, dio dos pases
de gol y el Cádiz se clasificó para la final ganando al Barça (4-3). Genio y
figura.
Pudo ser del Barça
Con el descenso del Cádiz a Segunda en 1984 Mágico
González tuvo que salir del Carranza. El salvadoreño también hizo una gira con
el Barça por Estados Unidos junto a Diego Armando Maradona, aunque el
Barça finalmente no le contrató. Cuentan que la culpa la tuvo un incidente en
un hotel. Se activó la alarma de incendios y Mágico González fue el único
futbolista en quedarse en la habitación porque estaba acompañado de una mujer y
no era cuestión de dejar a medias lo que acababa de comenzar.
Tras innumerables actos de indisciplina, Mágico
González fichó por el Valladolid, pero la fría Pucela no tenía nada que ver con
La Caleta y el crack regresó de nuevo a Cádiz. En julio de 1989 Mágico González
fue acusado de un intento de violación y, aunque salió bien parado de aquel
turbio asunto. nunca volvió a ser el mismo. En 1991 volvió a El Salvador y su
estrella futbolística se fue apagando.
Muchos dicen que Mágico González pudo
llegar a ser Maradona (calidad no le faltaba) pero él, fiel a su filosofía de
vida, prefirió tomarse el fútbol como un juego y no como una profesión. Como
decían los Leño, "Maneras de vivir".
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