Me gusta que en nuestro país, Colombia,
podamos tener libertad.
Somos muchos los ciudadanos que tenemos la
oportunidad de expresar nuestras ideas.
María Jimena Dusán, es uno de esos
ejemplos.
Esperemos que eso se mantenga todo el tiempo.
Sería muy triste que nos tocara enfrentar una dictadura.
Me gusta Dusán. Dice muchas verdades…
No me gusta mucho el inmenso poder que tiene el procurador. Ese señor le cambia la vida a cualquier ciudadano colombiano, aunque él no tenga la razón... Siento que eso no es justo... Se cree como un Dios, y eso es un error.
RADAR,luisemilioradaconrado
@Radareconomico1
316 617 3355
08 junio
2013
Cacería de brujas
Por María
Jimena Duzán
OPINIÓN
en Semana.
Queda
claro que la inmunidad para expresar sus opiniones solo opera para los
funcionarios copartidarios del procurador.
Para el procurador Alejandro Ordóñez los
conservadores, sus copartidarios, nunca son culpables. Son seres impolutos,
castos y… generosos. Se toman el tiempo de hacerle homenajes inmerecidos, como
el que hace poco le hicieron en Medellín.
Basta mirar sus fallos y decisiones para advertir
ese sesgo que lo hace tan humano y tan poco celestial.
Acaba de liberar de toda culpa al senador
conservador Roberto Gerlein por haber insultado a los homosexuales.
Gerlein, opositor del proyecto de ley que permitía
el matrimonio entre parejas del mismo sexo, defendió su posición en el Congreso
no con la altura que le imponía su investidura sino con la bajeza del insulto.
“Me produce repulsión el catre compartido por dos varones”, dijo. “Su sexo es sucio,
asqueroso, es sexo excremental”.
En cualquier país democrático estas declaraciones
hubieran ameritado por lo menos una sanción o incluso su destitución. Aquí, no.
El procurador, que es el defensor de las minorías, apoyó a Gerlein con la tesis
de que los congresistas tienen inmunidad para expresar sus opiniones
personales… Sobre todo, agregaría yo, si son conservadores como Ordóñez y
comparten su odio por los homosexuales como Gerlein. Si piensan como Alonso
Salazar, el alcalde de Medellín, que fue destituido por el procurador, la tesis
no funciona.
Salazar no es conservador ni odia a los gais y tuvo
la audacia de hacer una clínica para la mujer en Medellín con la idea de que
ellas pudieran practicarse el aborto en los tres casos específicos que permite
la ley colombiana. El procurador, que se opone a la aplicación de esa ley,
consiguió cerrar la clínica y desde entonces Salazar se convirtió en un hombre
peligroso por pensar distinto a él y su camarilla. Al poco tiempo fue
destituido por Ordóñez dizque por intervenir en política, cuando lo que hizo
fue cumplir con su deber.
Siendo alcalde denunció a uno de los candidatos de
estar presuntamente aliado con sectores de la mafia y en lugar de que se
investigara su denuncia, fue descabezado por la Procuraduría, acusado de
participar en política. Queda claro que la inmunidad para expresar las
opiniones solo opera para los funcionarios copartidarios del procurador, pero
no para los que piensen como Salazar.
Otro conservador que resultó ungido por su varita
mágica fue el exdirector de la Dirección Nacional de Estupefacientes, Carlos
Albornoz, acusado de ser la cabeza de un escándalo que según la Fiscalía es
tres veces mayor que el carrusel de la contratación de Bogotá. Albornoz es muy
cercano a los congresistas conservadores que fueron los jefes de debate de la
reelección del procurador, como Eduardo Enríquez Maya, Miriam Paredes y Hernán
Andrade. Y desde hace tres años, cuando estalló este escándalo, tampoco se ha
vuelto a saber en qué van las investigaciones disciplinarias.
En la Fiscalía, donde sí ha avanzado la
investigación, la Procuraduría se está atravesando como una mula muerta. Acaba
de rendir un concepto negativo para la privación de la libertad de Albornoz con
el argumento de que la Fiscalía no fundamentó los delitos, no se sabe cuáles
son los testigos. Según el ente acusador, no puede destapar sus cartas como se
lo pide el Ministerio Público, porque daría al traste con la investigación en
esta primera etapa del proceso, pero la Procuraduría ha decidido amparar a
Albornoz bajo su manto.
Otro protegido suyo es Luis Alfredo Ramos,
exgobernador de Antioquia, también conservador y quien solamente tiene
investigaciones preliminares en la Procuraduría por hechos denunciados hace
mucho tiempo, a pesar de que su gestión como gobernador fue una de las más
cuestionadas por temas de corrupción, tal cual lo evidencia el Libro Blanco de
Sergio Fajardo. Ramos fue uno de los oferentes del homenaje que le rindieron
los políticos conservadores en Medellín al procurador y que fue –ese sí–, una
clara intervención en política.
En la parapolítica, se ha aplicado el mismo rasero.
El conservador y exsenador Ciro Ramírez acaba de ser absuelto
disciplinariamente a pesar de que la CSJ lo condenó penalmente por los mismos
hechos y lo mismo sucedió con Luis Humberto Gómez Gallo. En cambio, con
argumentos menos obvios, Ordóñez destituyó a la senadora Piedad Córdoba y en su
caso no se paró a cuestionar la idoneidad de los testigos. Ahora va por la
cabeza del superintendente financiero Gerardo Hernández, un funcionario
honesto, que no tiene padrino político y que fue el único que les paró el macho
a los dueños de InterBolsa.
El procurador ha desatado una cacería de brujas y
no hay quien lo pare.
PD: En cuanto a este tema de hombre con hombre y mujer con mujer, yo estoy de acuerdo que se casen. Pienso que cada
uno de nosotros deberíamos tener esta libertad. Hombre con hombre y Mujer con
mujer. Nunca me opondría a eso. Cada quien que haga lo que considere con su
cuerpo.
Pero SIEMPRE me opondré a que esos matrimonio
PRETENDAN adoptar hijos. Se pueden imaginar esos TRAUMAS para esos adoptados, ¡uuffffffff! Ese es el problema, tú le das la mano a alguien y se coge el pie, la nalga y te deja hasta sin bienes... Eso tampoco.
RADAR,luisemilioradaconrado
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