lunes, 14 de mayo de 2012

El regreso del "Capital de Estado": el caso argentino

¿Estaremos listos los latinoamericanos para enfrentar un desorden en las economías de la región?
Parada, nos alerta...
Recordemos esta frase:


La frase laissez faire, laissez passer  es una expresión francesa que significa «dejad hacer, dejad pasar», refiriéndose a una completa libertad en la economía: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral, y mínima intervención de los gobiernos. Fue usada por primera vez por Jean-Claude Marie Vicent de Gournay, fisiócrata del siglo XVIII, contra el intervencionismo del gobierno en la economía.
De forma completa, la frase es: Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même; «Dejad hacer, dejad pasar, el mundo va solo».

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El regreso del "Capitalismo de Estado": el caso argentino
Por Jairo Parada

Después de dos décadas de privatizaciones y desregulación, América Latina sigue explorando nuevos caminos entre el rol del Estado y el rol del mercado. Lo que se ve claramente en el continente, con la excepción tal vez de Chile y Colombia, es el continuo regreso del Estado, aquel que se había calificado de corrupto e ineficiente en los 80's.

Se han ido agotando las ilusiones con los cantos del ‘laissez faire’, la desregulación de los mercados y la crisis de 2008 fue el terremoto que disolvió este paradigma. Lo curioso es que en los programas de economía se sigue enseñando lo mismo, como si nada hubiese pasado. 


Por ello se entiende el escándalo que han armado el Wall Stret Journal, el Financial Times y los periódicos de los intereses de las élites financieras, frente a la nacionalización del 51% de YPF, de la española Repsol en Argentina. En realidad, no es un caso aislado. Obedece a una secuela de acciones de diversos gobiernos nacionalistas como el del Ecuador, Bolivia, y su caso más extremo, Venezuela. 

En el fondo, no se trata de ningún socialismo: es solo el recuperar las “alturas dominantes de la economía” para el manejo de estos sectores con propósitos de interés nacional, que no siempre coinciden con los intereses mezquinos de los grupos financieros. El caso del petróleo y el gas es tan estratégico, que Brasil ha mantenido un control férreo de su Petrobras, en franca expansión, y afortunadamente, el gobierno colombiano no ha continuado con la privatización de Ecopetrol. 

Bolivia ha tenido éxitos en sus nacionalizaciones, y ello ha generado una fuente importante de recursos públicos para sus programas sociales. El caso concreto de Repsol en la empresa argentina YPF, ilustra bien el manejo rentístico y especulativo de un sector desde que, siguiendo las políticas neoliberales de Menen, se había privatizado. A pesar de los reclamos del gobierno argentino que se intensificaran las exploraciones de gas y petróleo, en los últimos diez años, parece que los especuladores de Repsol se dedicaron más a jugar en el mercado financiero internacional con derivados del petróleo aumentando el ‘leverage’ de sus recursos. La escasez de gasolina que ha ido padeciendo Argentina se reflejó en presiones de precios internos, lo cual solo aumentaba la rentabilidad de Repsol. Los intereses de los españoles no fueron invertir y ampliar la capacidad instalada de la empresa, sino enviar más dividendos a la metrópoli, al estilo del viejo colonialismo. 

Presionados por los problemas de liquidez en Europa, parece que iban a vender la empresa a lo chinos, lo cual fue la tapa de la caja. En fin, es el viejo conflicto que Veblen hace más de un siglo explicó como la manifestación del capitalismo rentista absentista, versus el capitalismo productivo. Casi que por razones de supervivencia económica, el gobierno argentino procedió a nacionalizar la empresa, colocando al frente de la misma a un experto argentino en asuntos de petróleo y gas. Sin duda, el modelo argentino irrita a la banca internacional, pues es otro golpe que le asesta a los especuladores internacionales. Pero la inversión extranjera en Argentina sigue allí sin problemas, con empresas como Talisman, Conoco-Phillips, Chevron, y compañías chinas, buscando acceso a las reservas de ‘shale oil’ en Argentina, las cuales son gigantescas. 

Argentina registra un buen desempeño económico desde 2002, a pesar de las presiones en los precios. 

Colombia debería envidiar sus niveles de desempleo y es un campanazo para replantear estrategias de tener una relación en mejores términos con la inversión extranjera. El ‘Capitalismo de Estado’ ha vuelto. Más Estado y más mercado parece ser la consigna. El Estado sigue de 
regreso.

Jairo J. Parada Corrales
Economista, PhD.
Barranquilla, Colombia
Celular 311 650 0550
Phone and fax: 57-5-3557657
http://blogs.uninorte.edu.co/jparadac.php

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