Remesas de América Latina y el Caribe en 2011.
Este es un informe que nos envía el Banco Interamericano de Desarrollo, en el cual se puede revisar cómo el trabajo de los latinoamericanos les sirve a sus familias.
Me imagino la alegría de parte y parte: de quienes envian ese dinero y de quienes lo reciben.
Se habla de más de US$60.000 millones...
Se habla de más de US$60.000 millones...
Esperemos que en 2012, ese monto aumente, para bien de todos.
8 de marzo de 2012
Análisis anual del FOMIN nota aumento de 6% en
envíos de dinero de emigrados
Emigrados de América Latina y el Caribe enviaron
unos US$61.000 millones a sus países de origen el año pasado, 6 por ciento más
que los US$57.600 millones remitidos en 2010, según un informe divulgado hoy por
el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de
Desarrollo.
El aumento del año pasado confirmó la tendencia
ascendente de estas transferencias iniciada a mediados de 2010, luego de la
fuerte caída registrada en 2009 a consecuencia de la crisis económica global.
En 2011, casi todos los países de esta región
recibieron un mayor volumen de remesas medidas en dólares que el año previo.
“Para el mercado de remesas de América Latina y el
Caribe, 2011 fue un año de renovado crecimiento luego del período 2008-2010, a
pesar de la persistente incertidumbre económica en Europa”, señaló el informe.
Para 2012, el FOMIN anticipa que las remesas a esta
región crecerán a una tasa similar a la del año pasado.
La mayoría del dinero provino de tradicionales
destinos de migrantes latinoamericanos y caribeños como Estados Unidos y
España.
En Estados Unidos, fuente de casi tres cuartas
partes de las remesas recibidas en esta región, los trabajadores extranjeros
hallaron mejores niveles de empleo y remuneración durante 2011. Como
consecuencia, realizaron más transferencias por mayores montos.
Las perspectivas inciertas en Europa resultaron en
una reducción en las remesas a América Latina desde ese continente durante el
último trimestre de 2011.
En España la población de migrantes se redujo en
casi 2 por ciento por la partida de trabajadores extranjeros, en particular
obreros de la construcción.
Brasil fue el único país latinoamericano en
registrar una caída en las remesas en 2011. Medidas en términos nominales, se
redujeron 5 por ciento a unos US$2.000 millones.
En contraste, Brasil tuvo un fuerte crecimiento de
las transferencias de migrantes, los envíos que suelen realizar los
trabajadores extranjeros cuando deciden retornar a sus países de origen. El año
pasado aumentaron 51 por ciento a casi US$2.100 millones.
Esta tendencia llevó al FOMIN a adoptar una definición más limitada de remesas para el caso de Brasil, considerando sólo el dinero enviado por emigrados que se afincan en el extranjero, a diferencia de las transferencias de migrantes o los envíos de trabajadores temporarios.
Esta tendencia llevó al FOMIN a adoptar una definición más limitada de remesas para el caso de Brasil, considerando sólo el dinero enviado por emigrados que se afincan en el extranjero, a diferencia de las transferencias de migrantes o los envíos de trabajadores temporarios.
Las fluctuaciones cambiarias y la inflación también
afectaron el valor del dinero enviado por los emigrados. El año pasado México
recibió unos US$22.700 millones, que ajustados por inflación y tipo de cambio
valieron 17,5 por ciento más en moneda local. A diferencia, las remesas a
Brasil, expresadas en reales, valieron 15 por ciento menos.
Las remesas siguen siendo una fuente de ingresos
clave para muchos países de la región. En algunos países más pequeños y pobres,
superan con creces a la ayuda externa y la inversión extranjera directa neta.
“La importancia de estos flujos reside en el papel
vital que juegan para millones de familias receptoras que dependen de las
remesas para sus necesidades básicas, incluso en países con mayores niveles de
ingresos”, señaló el informe. “Sin esta fuente de ingresos que reciben
periódicamente estas familias de parientes en el exterior, muchos hogares
caerían bajo la línea de pobreza”.
En años recientes, a medida que algunas economías han mejorado, las remesas se han convertido en una porción más reducida del producto interno bruto. Sin embargo, en varios países de la región representan más de 10 por ciento del PIB. En el caso de Haití, que el año pasado recibió casi US$ 2.100 millones, representaron más de una cuarta parte del ingreso nacional.
En años recientes, a medida que algunas economías han mejorado, las remesas se han convertido en una porción más reducida del producto interno bruto. Sin embargo, en varios países de la región representan más de 10 por ciento del PIB. En el caso de Haití, que el año pasado recibió casi US$ 2.100 millones, representaron más de una cuarta parte del ingreso nacional.
El FOMIN y las remesas
El Fondo Multilateral de Inversiones
comenzó a estudiar las remesas en 2000 para medir su verdadero volumen y su
impacto en América Latina y el Caribe. Su labor ha promovido la competencia
entre proveedores de servicios de transferencias de dinero, que condujo a
grandes reducciones en los costos de estas operaciones para los emigrados y sus
familias. Los proyectos del FOMIN también apuntan a apalancar las remesas para
ampliar el acceso de las familias receptoras a servicios financieros formales
como cuentas de ahorro, seguros o créditos hipotecarios.
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