Hay que enfrentar la corrosión de la corrupción: Elvia Mejía en Expo Gestión Caribe Por Mabel Rada
Normalmente lleva un documento base, que siempre es interesante por los datos, estadísticas, precisiones… pero lo bueno son sus apuntes espontáneos.
Fue invitada a ExpoGestión Caribe 2014 para hacer la introducción al panel sobre Gestión Pública.
Algunas personas que tenía alrededor se sentían un poco incómodas con su manera de decir las cosas (tono muy costeño y medio informal), pero siento que al final la entendieron. Elvia tiene un gran recorrido por instituciones desde las cuales ha ayudado a construir estudios y documentos que han servido de carta de navegación en el Caribe y ha promovido eventos para que políticos, dirigentes, periodistas, académicos… se pellizquen sobre lo que está pasando en la Región Caribe.
Sin embargo, hoy sentí que está “mamada” de la falta de decisión de la clase dirigente de esta zona del país. Dijo, palabras más, palabras menos: hace falta tener autoestima para creer en lo que somos y en lo que somos capaces de hacer.
Se refirió al Centro de Estudios Regionales del Banco de la República: No se cansan de escribir, pero parece que los políticos no leen los informes.
Dijo que hace muchísimos años advirtió sobre lo que había que hacer para acabar con el problema de la desnutrición y nadie la escuchó. Recordó que esta es una región que importa de otras zonas todo lo que consume, con excepción de parte de los tubérculos (yuca y ñame) que se cultivan aquí.
También dijo que los planes de desarrollo están ahí, bien redactados, bien presentados, pero no pasa nada.
Pero lo mejor de su intervención fue cuando dijo que necesitamos una ciudadanía activa que enfrente la corrosión de la corrupción.
Todo lo que dijo fue interesante, pero mucho más el tono que uso para expresarse. Se nota que se siente defraudada.
INTRODUCCION DE ELVIA
MEJIA FERNANDEZ, DIRECTORA NACIONAL DE LA ESAP, EN EL PANEL “LIDERAZGO
COLECTIVO EN LA REGION CARIBE”, EN EXPOGESTION CARIBE 2014
Barranquilla, septiembre 23 de 2014,
Country Club
El apremio, que es elemento indispensable para el ejercicio
del liderazgo, lo constituye en el Caribe colombiano la certeza de que vivimos
con un rezago en los indicadores
sociales y económicos que en algunos casos son infrahumanos. Pero en un ambiente nuevo de oportunidades con
pocos antecedentes en más de un siglo.
Las cifras son frías. La realidad, en casos como el hambre y
la nutrición en La Guajira, conturba. Es preocupante hoy ver atrapado a San Andrés por la
inseguridad, siendo una comunidad tan pequeña pero altamente poblada y con
algunos servicios muy deficientes.
Pero ayer se decía aquí que ya no cabe repetir cifras de
rezago como si fuera un lamento sino señalar cómo la nación se transforma
completamente si logramos la transformación de nuestra región. Eso es una
conclusión correcta al comprobar que ha cambiado el modelo económico, que el centralismo
es antieconómico y que ya tenemos acá quien gestione y quien lidere el cambio.
Tenemos líderes en el Estado
territorial
Por eso me agrada que en el panel que sigue esté la alcaldesa
Elsa Noguera, quien ha ejercido un gobierno bajo la consigna de cerrar las
brechas y abrir la ruta de la competitividad. Ella representa con dignidad a un
puñado de líderes que hoy administran nuestras ciudades muy competentes, como
pude comprobarlo en una primera capacitación de líderes públicos del Caribe que
adelantamos hace poco con David Osborne como maestro.
De manera que ya tenemos modelos de carne y hueso para
exponer mis impresiones sobre el “Liderazgo Colectivo en el Caribe colombiano”.
El énfasis será en la
relevancia de contar con una gestión pública efectiva para lograr una Visión
Colectiva para el Caribe que sea moderna, incluyente, equitativa y sostenible.
El desafío, en consecuencia, es la gobernanza, en el sentido
que expuso ayer el ex alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y que se va imponiendo
en el mundo, que es la alianza de los políticos, empresarios, la academia y la
sociedad civil para los fines colectivos y el cambio.
La visión Caribe
La visión Caribe es la equidad, la competitividad y la
sostenibilidad. Se alinean los astros porque el presidente Juan Manuel Santos
ha concretado como objetivos de su mandato la pacificación, la equidad y la
educación. El modelo económico hace indispensable corregir las deficiencias en
infraestructura, donde tenemos un atraso histórico, y las realidades para la
gestión, la experiencia y la teoría imponen un gran esfuerzo en
institucionalidad. Dentro de este eje último consideramos la gestión pública.
Cito la visión que contiene el Plan Prospectivo y Estratégico
de la Región Caribe Colombiana (PER Caribe).
Dice:
“En el año 2019 la región caribe colombiana será un
territorio equitativo, competitivo, sostenible y con identidad multicultural,
que construye la paz a través de una nueva institucionalidad, basada en el
fortalecimiento del Estado Social de Derecho y la confianza en la gestión
pública; con una ciudadanía educada, mejor informada, más comprometida,
participativa y vigilante, que combate la corrupción y promueve el bienestar y
el desarrollo de la región”.
Recalco que es una visión modernizante, incluyente y que
contiene elementos convergentes de dignidad.
La confianza en la gestión pública, elemento de esa visión,
conduce a la gobernanza.
Movilización hacia las instituciones
Ahora bien, planteada la visión, ¿hacia dónde movilizar las
voluntades?
Pongo de presente, entonces, en primer lugar, un obstructor
estratégico para nuestro desarrollo endógeno. Me refiero a las instituciones.
En el Caribe se han privilegiado acciones que obedecen principalmente a
intereses particulares, en muchos casos foráneos y con visión inmediatista. La
debilidad de las instituciones de la región, sumada a las deficiencias de
capital social, está poniendo en riesgo la sostenibilidad social, económica y
ambiental.
La brecha entre ciudades capitales y municipios es enorme,
pues estos últimos escasamente tienen recursos para pagar las nóminas con
salarios bajos, su personal cambia con
frecuencia, no hay suficientes controles oficiales y ciudadanos formalizados, los servicios básicos no están apropiados, y
es corriente la inestabilidad por la existencia de fuerzas antidemocráticas en
el quehacer político y la gestión pública.
No es que las ciudades estén exentas de algunos de estos
problemas pero en el sector rural, donde el esfuerzo necesario para la transformación es mayor por su pobreza,
tenemos un Estado excesivamente débil para acompañar el desarrollo de las
vocaciones económicas.
En la ESAP acabamos de concluir un estudio para definir unos
lineamientos para una estrategia de desarrollo rural territorial para la región
Caribe que, en lo que nos compete en desarrollo institucional, hay que,
primero, ofrecer conocimientos para un mejor entendimiento de la organización
del Estado y de los principios de la administración y de la hacienda pública,
y, segundo, elevar las capacidades gerenciales en las áreas de planeación,
ejecución del gasto público, cumplimiento de los requisitos legales, desempeño
fiscal y capacidad administrativa. Allí están ya definidas las necesidades.
Impulsaremos la formación de líderes bajo la convicción de
que estos líderes pueden formarse y que para eso existe la disciplina de
Liderazgo.
Estamos desarrollando en el Pacífico un proyecto que nos
tiene felices porque el resultado es la transformación de unos 150 ciudadanos
en auténticos líderes y lo hacemos con maestros nacionales e internacionales,
en alianza con la fundación Manos Visibles, que dirige la ex ministra Paula
Moreno. En el Caribe estamos estructurando un proyecto para focalizar en una o
dos ciudades capitales la capacitación de líderes y comprobar el impacto.
Cómo construir el liderazgo colectivo
El liderazgo colectivo en el Caribe se reconstruye de nuevo. Creo
que hay que orientar los esfuerzos hacia la institucionalización de las fuerzas
incumbentes y en eso las fuerzas políticas están poniendo el ejemplo. Se acaba
de crear una figura que integra a los senadores, una Comisión Accidental, y se
anuncia otra similar en la Cámara de Representantes.
En la ESAP recibimos una solicitud de apoyo técnico a la
comisión senatorial y asumimos la tarea. El paso siguiente, definidos en sus
aspectos básicos el Presupuesto de 2015, es el Plan Nacional de Desarrollo y
los temas que cruzan el interés regional en cada proyecto de ley o debate
parlamentario.
En el mismo terreno de la política está la administración
pública como actores estratégicos y ayer decían aquí los gobernadores José
Antonio Segebre y Juan Carlos Gossain
que hay unidad de metas y propósitos para que haya un desarrollo integral y
simultáneo en todos los departamentos. Afinar una agenda en el marco de las políticas
públicas nacionales ya anunciadas en pacificación, equidad y educación, bajo el
criterio de que la planeación se hará desde las regiones, me parece que es lo pertinente.
Si bien no existe un ente regional que integre el alegato técnico sí se tienen
las experiencias en el manejo de los Órganos de Decisión que creó el sistema
para las regalías y los planes
regionales elaborados y sin ejecutar, como los de vías, seguridad alimentaria, de
zonas costeras, el desarrollo rural integral, la electricidad, entre otros.
La academia está dispuesta y
organizada
En cuanto a otro pilar para el liderazgo colectivo, la
academia, en Asiesca, que es el gremio regional de los establecimientos de
educación superior, y del cual formo parte, hay disposición y trabajo para
cumplir la tarea que corresponde en esa movilización colectiva que se hace
necesaria. Están, además, los centros de pensamiento ya reconocidos, que son
Fundesarrollo, el Centro de Estudios
Económicos del Banco de la Republica (CEER) y el Observatorio del
Caribe. En Bolívar acaba de crearse por iniciativa de la Cámara de Comercio otro
centro de pensamiento para trabajar por la capital y el departamento.
En la ESAP acabamos de poner en marcha el Observatorio de Desarrollo
Territorial y Políticas Públicas que tiene como finalidad ser un facilitador para la toma de decisiones;
un articulador de la generación del conocimiento, y un promotor de la discusión
pública, política y académica. Estamos
hablando también de temáticas innovadoras de transformaciones a los modelos de
gestión pública en el marco del posconflicto, la gestión urbana a partir del
desarrollo sostenible de las ciudades, y el cambio climático, entre otros.
Adicionalmente, la Escuela tiene otros
programas que contribuyen a los objetivos de una gestión pública como se
requiere, tanto hacia el sector público a todos los niveles como en la
construcción o consolidación de una ciudadanía activa. Son los programas de formación- capacitación, con
oferta ahora de posgrados en todo el territorio nacional, no solo en
Bogotá, nuevas maestrías, un proceso de internacionalización
más activo y de alto nivel, desarrollo de una investigación y publicaciones más
vinculadas con sus objetivos, desarrollo de las nuevas tecnologías y mejor
oferta para la educación virtual. Todo ello acompañado con la expansión de la
infraestructura. En Barranquilla tenemos en desarrollo la construcción de una
sede regional en el Corredor Universitario, mientras que en Santa Marta y Cartagena estamos ampliando
espacios y dotándoles.
Sociedad civil débil
Sigo con otro pilar. Es preocupante la debilidad y
articulación de la sociedad civil en el Caribe, como decía antes, lo cual tiene
causas culturales, falta de recursos y atraso en la gestión concurrente.
Necesitamos en el Caribe una ciudadanía activa que supere la acción corrosiva a
que le conduce la corrupción política, la falta de transparencia u opacidad y
hasta el desdén ciudadano porque estima inútil su movilización.
Y, por último, pero en teoría y práctica pilar fundamental
para ese liderazgo colectivo que queremos y necesitamos, voy a referirme al
empresariado regional. Ha estado en más de cuarenta años a la vanguardia de la integración y el
desarrollo regional. Promovió los foros del Caribe, los simposios económicos y
en los últimos años eventos como el presente.
Las cámaras de comercio se integraron e individualmente
tienen agendas regionales en el sentido de promover programas u obras públicas
con impacto en dos o más departamentos. Adicionalmente, dinamizan las
comisiones territoriales de competitividad.
Frente a un panorama de cambio total en los escenarios,
incluyendo el modelo económico favorable a las exportaciones con valor
agregado, la adaptación a que llaman los nuevos tiempos exige diferentes formas
para su integración en pos de la agenda política, económica y social.
Hay que adaptarse a los cambios en la
integración
Desde la academia los estamos observando activos en sus
empresas pero desunidos en el proceso integrador. De manera que una pregunta a
la que urge respuesta es la clarificación de las vocerías y demandas de nuestro
empresariado. Se percibe apatía, no agenda única, mientras que los políticos
acaban de dar ejemplo de integración con manifestaciones suyas de que tienen
objetivos concretos. Se espera una respuesta acorde de los empresarios. Digo
esto con total consideración por el empresariado regional y claramente con el
objetivo de que nos movilicemos todos como debe ser. Nos apremian los tiempos y
las oportunidades.
Amigos de Expogestión 2104. Como hemos visto, ya es clara la
vocería en los políticos y la academia; insuficiente en la sociedad civil y por
construir mejor en el sector privado, que, sin embargo, sí ha demostrado
eficiencia en su función primaria de movilizar las empresas y el trabajo.
Muchas gracias.
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