Como si fuera tan fácil.
Aunque la apuesta vale la pena.
No se justifica que unos miserables se hayan tomado la
Universidad del Atlántico desde hace tantos años y que los atlanticenses lo
hayamos permitido.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
A DESPOLITIZAR UNIATLÁNTICO
Por Cecilia López
No se trata ya de alcanzar el objetivo obvio de cualquier universidad que es la excelencia académica para sectores que no pueden acceder a la educación privada. Esa que es la esencia de una universidad de esa naturaleza, pasa al último plano porque se trata ahora de ubicar cuotas sin beneficio de inventario para tener más poder político.
La universidad del Atlántico
tiene una larga historia gracias a la cual se han formado muchos profesionales
no solo de este departamento sino de la Región Caribe. Sin embargo, hace
también mucho tiempo se ha convertido en una acumulación de problemas que la
han llevado a perder ese liderazgo que debería ser el resultado de ser el
principal centro oficial de educación superior de este departamento. Se ha
escrito mucho sobre sus males, que han ocasionado sucesivas crisis hasta el
punto de que la reorientación de su manejo, para que cumpla con los estándares
educativos que debería, constituye un reto de grandes proporciones.
Para no entrar en todos los conflictos que deben manejarse de manera distinta a la forma como se han tratado de resolver hasta ahora, es fundamental concentrarse en uno de los más graves: su altísima politización. UniAtlántico ha caído en las manos y peor aún en las ambiciones del grupo político más poderoso de esta parte del país. Y desde ese momento toda la acumulación de conflictos de distinto origen que se han desarrollado dentro de esta institución, adquiere un carácter distinto.
No se trata ya de alcanzar el objetivo
obvio de cualquier universidad que es la excelencia académica para sectores que
no pueden acceder a la educación privada. Esa que es la esencia de una
universidad de esa naturaleza, pasa al último plano porque se trata ahora de
ubicar cuotas sin beneficio de inventario para tener más poder político. Es
esta una posible explicación de la rotación permanente de rectores encargados
que han demostrado que su objetivo no ha sido rescatar el nivel académico ni la
gobernabilidad de esta universidad.
Pero más que repetir lo que se ha
dicho hasta el cansancio, el punto central es aprovechar la elección de nuevo
rector o rectora para que toda la ciudadanía, no solo la clase media y pobre,
exija que esa nueva rectoría salga de las garras de estos políticos que tienen
acabada esta universidad. Si, es verdad que en ella no se educan los sectores
de altos ingresos, pero esa realidad no los libera de su responsabilidad con el
resto de la población que no tiene voz.
La primera cualidad que debe demostrar
quien asuma esa responsabilidad es que tenga una formación humanista para que
comprenda el objetivo prioritario cuando se trata de formar a la juventud. Dada
la situación actual de este centro, debe tener una gran capacidad para manejar
conflictos, conocer las características de la población que va a acudir a ese
centro, la voluntad de elevar ese nivel académico, experiencia en el sector público
y tener liderazgo regional. Pero, sobre todo, independencia de esos sectores
políticos que han acabado con UniAtlantico. En estos momentos es fundamental
que esta sociedad barranquillera tan poco crítica, asuma una posición frente a
ese nombramiento. Entre otras, porque será allí donde se formará una gran parte
de sus trabajadores. ¿Será mucho pedir? De pronto se debe empezar por renovar
ese Consejo Directivo que muchos cuestionan porque de allí, de su politiquería,
salen muchos de los problemas actuales.
cecilia@cecilialopez.com
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