domingo, 5 de julio de 2020

PROBABLE = POSITIVO Ricardo Plata Cepeda


Lo que está ocurriendo en Barranquilla con el coronavirus es, obviamente preocupante. Y como lo registramos esta semana en el RADAR, en la charla con Ricardo Plata Cepeda, es bueno que le sigamos la pista a la enfermedad y a la actitud de las personas y entidades que están encargadas de la situación.

Plata escribió esta semana una columna que circuló por el diario El Heraldo, donde habla de la criticidad del asunto. Es que se está muriendo la gente…

Vamos a leer a Ricardo Plata Cepeda, que es importante en estos momentos de pandemia.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1 

PROBABLE = POSITIVO

Ricardo Plata Cepeda


Veamos el proceso de manejo de la pandemia como un ducto. En el extremo inicial el reto es cómo contener el contagio; en el otro extremo el objeto es cómo atender al usuario final y contar con la capacidad hospitalaria (UCIs) para acogerlo. Durante la primera fase de la pandemia la prioridad se concentra en esos extremos: Control del contagio y robustecimiento de la última estación. Sin aquél, ésta se congestiona, se deteriora la atención y se incrementan las muertes. Adicionalmente hay que identificar represamientos en estaciones intermedias del proceso.


El Ministro de Salud visibilizó uno de esos cuellos de botella cuando afirmó que se estaban utilizando UCIs para casos que no las requerían. A pesar del disgusto de muchos, en varias ciudades del país hubo una reducción notoria en la ocupación.

Luego en Bogotá y Barranquilla se tuvo que declarar la alerta naranja. El principal efecto de ésta es que el manejo de la asignación de UCIs deja de estar a cargo de EPSs e IPSs y se le traslada al Centro Regulador de Urgencia y Emergencias (CRUE) adscrito a la Secretaría de Salud respectiva. Parecido a remplazar las colas en cada ventanilla de atención de un banco por una sola cola en la cual a quien va quedando de primero se le asigna la siguiente ventanilla libre. En este caso, el CRUE remplaza la gestión de docenas de colas independientes, que se generan entre cada pareja de convenios EPS-IPS, por una sola cola entre solicitantes de UCI y UCIs disponibles en cualquier IPS, para una asignación más eficiente y un uso más intenso de la capacidad instalada.
 
Otro cuello de botella ocurre entre el momento en que se solicita un examen, se toma la muestra respectiva y se obtiene el resultado. Ello puede demorar dos semanas, lapso mayor que lo que se tarda el virus en afectar de manera grave a un paciente vulnerable por edad o preexistencias. En ese crítico período el sistema en la mayoría de las EPS no los reconoce, ni trata, ni les hace seguimiento. Dados los obstáculos regulatorios y logísticos para acortar de manera radical los tiempos de confirmación para iniciar la atención resulta de vida o muerte tratar los casos probables como casos positivos.
En el caso de Barranquilla, la criticidad de esta situación se manifiesta en la estadística, por EPS, de los positivos confirmados mayores de 60 años que han fallecido. El promedio de letalidad de cinco entidades, Nueva EPS (la de más casos), Cajacopi, Mutual Ser, Salud Total y Coomeva, es el triple de la de Sura. 

Aunque haya diferencias de perfil en sus usuarios, algo pueden y deben hacer mejor, mucho mejor. La alcaldía acaba de montar un call center para localizar afiliados vulnerables, utilizando las bases de datos de las propias EPS, clasificarlos y remitirlos según su estado. Las EPS deben actuar con suma diligencia para minimizar las remisiones a UCIs donde la probabilidad de salir con vida es el 50%. Lo que ayer era ineficiencia, mañana negligencia.

rsilver2@aol.com

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