¿Qué va a pasar con México?
¿Qué va a pasar con ese cambio de estilo y de
mirar el mundo?
La elección del nuevo presidente de México,
Andrés Manuel López Obrador, supone un cambio en la política tradicional de
derecha y, desde ya, las calificadoras analizan lo que podría ser también un
cambio del rumbo económico.
Dos calificadoras de riesgo ya expresaron que
pueden existir riesgos sobre el desempeño que tendrán algunos sectores y la
primera advertencia está sobre la industria energética.
En el RADAR vamos a estar atentos.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

México: Las dudas de las calificadoras de riesgo tras triunfo de Andrés Manuel López Obredor
Martes, 3 de julio de 2018

El ganador de los comicios presidenciales de
México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este martes que temas clave para
el país como la renegociación del Tlcan, la reforma energética y la
construcción de un nuevo aeropuerto serán abordados cuando sea declarado
oficialmente “presidente electo” en septiembre.

Reuters
El ganador de los comicios presidenciales de
México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este martes que temas clave para
el país como la renegociación del Tlcan, la reforma energética y la
construcción de un nuevo aeropuerto serán abordados cuando sea declarado
oficialmente “presidente electo” en septiembre.
El izquierdista, conocido como AMLO, asumirá
el 1 de diciembre y ya designó un equipo para trabajar con el gobierno del
saliente presidente Enrique Peña Nieto, a fin de asegurar una transición
“ordenada y pacífica”.
“Llegamos a la conclusión, a propuesta del
presidente Peña, de iniciar el proceso de transición una vez que el tribunal
electoral emita el fallo y me nombre presidente electo”, dijo López Obrador,
quien se impuso por amplio margen en las elecciones del domingo.
“En tanto no exista este reconocimiento
legal, no podríamos establecer una relación institucional como se desea. Vamos
a ser respetuosos de las formas. No hay que precipitarnos, todo a su tiempo”,
agregó en referencia a la declaración del árbitro electoral prevista para
septiembre.
AMLO, de 64 años, se reunió el martes con
Peña Nieto en el palacio presidencial y, a su salida, dijo a periodistas que
hablaron sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (Tlcan), la reforma energética llevada a cabo por el mandatario y la
construcción en curso del nuevo aeropuerto de Ciudad de México.
Además comentó que abordaron el tema de la
inseguridad en el país y el
presupuesto para el 2019.
Capitalizando el descontento con los partidos
tradicionales, López Obrador triunfó por unos 30 puntos porcentuales de ventaja
sobre su rival más cercano con promesas de sacudir el statu quo para acabar con
la corrupción, la violencia del crimen organizado y la desigualdad que han
acosado a México por años.
Aunque ha prometido respetar la inversión
privada, mantener la disciplina fiscal y dejar intacta la autonomía del banco
central, AMLO no ha dado marcha atrás en sus promesas de revisar millonarios
contratos energéticos por sospechas de corrupción, algo que ha inquietado a los
mercados.
Antes de las elecciones del 1 de julio, las
conversaciones para renovar el Tlcan creado en 1994, se estancaron en gran
medida por discrepancias en las cláusulas automotrices entre los integrantes
Canadá, Estados Unidos y México.
López Obrador reconoció que el actual equipo
negociador, liderado por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, “no lo
ha hecho mal” por lo que hizo votos por que siga. “Vamos a ponernos de acuerdo
para que el equipo que ha llevado a cabo este proceso de negociación se
mantenga”, dijo.
López Obrador es considerado el presidente
electo más izquierdista en México desde que Lázaro Cárdenas gobernó entre 1934
y 1940 implementando una reforma agraria y nacionalizando las industrias
petrolera y ferroviaria.
Entre sus planes, quiere echar para atrás la
construcción del nuevo aeropuerto de la capital porque, asegura, es una obra
faraónica en un terreno que se hunde. Sin embargo, recientemente moderó su
postura y dijo que podría someter su viabilidad a una consulta popular.
Además, adelantó que el Estado Mayor
Presidencial, que está a cargo de la seguridad del presidente actual y su
familia, pasará a ser parte de la Secretaría de Defensa y que a él lo cuidará
“la gente”.
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