La
prensa está golpeada y nada puede hacer, porque ni su voz se siente…
Por ahí hay algunos susurros, pero eso no alcanza... la voz está ronca y no se puede escuchar...
Ricardo
Rocha, desde Estados Unidos, nos presenta este caso de El Impulso de Barquisimeto,
que está listo para cerrar, si Maduro no madura…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
De Ricardo Rocha:
La
prensa venezolana, no alineada con el régimen, está muriendo en un proceso
agonizante.
Ahora
es el diario El Impulso, de Barquisimeto, el que anuncia que este domingo que será
su última edición si el gobierno de Maduro no aprueba las divisas para la
adquisición de papel de impresión. El gesto de buena voluntad de Andiarios fue
importante para llamar la atención sobre el problema, pero como sucede que en
la Suramérica de estos días los truhanes tienen la ventaja porque los gobiernos
democráticos guardan silencio.
Lo
grave es que dolencias como la venezolana son contagiosas al igual que el
chikungunya.
Aquí
les dejo este texto publicado en El Colombiano de Medellín.
Presión chavista pone fin a 110 años de El Impulso
La publicación, pionera en
el vecino país, no resistió y ahora se suma a la cifra de periódicos cerrados,
más 32 emisoras y cadenas de tv ahora chavistas.
Por DANIEL ARMIROLA R. | Publicado el 11 de septiembre de 2014
Pasaron
110 años y el diario venezolano El Impulso enfrentó todo tipo de adversidades,
pero siempre llevó el impreso a las casas de sus lectores en Barquisimeto. A
partir de este domingo, su circulación se interrumpirá por las penurias a las
que se ven forzados los medios opositores. Será el lunes, por tanto, el último
día en que, por el momento, el periódico se podrá leer.
Así El Impulso se suma a otros nueve periódicos, que desde 2013 dejaron de circular, total o parcialmente; cinco más tuvieron que reducir su área de circulación y otros cinco se vieron obligados a reducir el paginaje. Los golpes a la libertad de expresión también sacaron del aire 32 emisoras, mientras que las grandes cadenas de televisión pasaron al control del Estado o personas cercanas a él.
¿No hay censura?
No es una censura en términos estrictos, pero mediante comunicado y en diálogo con El Colombiano, la publicación reiteró que el control del gobierno sobre la compra de papel es una situación peor, ya que cubre la cotidianidad de los diarios opositores o independientes con un manto de incertidumbre.
"Al unirnos a la ciudad en la celebración de su fecha, estaremos disponiéndonos, a la vez, al amargo trance de hacer un alto en la circulación de este diario", aseveró ayer El Impulso, en referencia al Día de Barquisimeto, el 14 de este mes.
"Las circunstancias así lo imponen. Los obstáculos que afrontamos para el suministro del papel representan un eslabón en una cadena de adversidades inherentes a la grave crisis económica del país, al heroísmo que supone sostener, en esta hora plagada de incertidumbres, una empresa privada en Venezuela, y, particularmente, un medio de comunicación independiente", agregó
Así El Impulso se suma a otros nueve periódicos, que desde 2013 dejaron de circular, total o parcialmente; cinco más tuvieron que reducir su área de circulación y otros cinco se vieron obligados a reducir el paginaje. Los golpes a la libertad de expresión también sacaron del aire 32 emisoras, mientras que las grandes cadenas de televisión pasaron al control del Estado o personas cercanas a él.
¿No hay censura?
No es una censura en términos estrictos, pero mediante comunicado y en diálogo con El Colombiano, la publicación reiteró que el control del gobierno sobre la compra de papel es una situación peor, ya que cubre la cotidianidad de los diarios opositores o independientes con un manto de incertidumbre.
"Al unirnos a la ciudad en la celebración de su fecha, estaremos disponiéndonos, a la vez, al amargo trance de hacer un alto en la circulación de este diario", aseveró ayer El Impulso, en referencia al Día de Barquisimeto, el 14 de este mes.
"Las circunstancias así lo imponen. Los obstáculos que afrontamos para el suministro del papel representan un eslabón en una cadena de adversidades inherentes a la grave crisis económica del país, al heroísmo que supone sostener, en esta hora plagada de incertidumbres, una empresa privada en Venezuela, y, particularmente, un medio de comunicación independiente", agregó
En el fondo del asunto, está el control gubernamental de las divisas y de la
importación de papel, lo que para medios independientes y opositores ha
significado un tipo de censura disimulada o artificiosa.
Un año de control
"Desde 2013 se han visto los inconvenientes que tienen los diarios de oposición para poder obtener la materia prima y los dólares de importación para comprar los suministros y seguir trabajando", dijo a El Colombiano Rinolfo Quintero, coordinador de Redacción y jefe de Fotografía de El Impulso.
"Cencoex, el ente estatal, no nos ha liquidado las divisas. Hemos marchado todo el año, también recibimos el valioso aporte de Andiarios, desde Colombia, hemos por último reducido las ediciones de 48 a solo 12 páginas, pero desafortunadamente llegamos a un momento en que es imposible la obtención de papel", añadió.
Para Quintero, se trata de una "censura callada", porque mientras esto les ocurre a los diarios críticos, los "oficialistas son los únicos apoyados por el gobierno al punto de que pueden circular gratis".
Este aseguró que El Impulso sigue a la espera de concertar alguna solución con el complejo editorial Alfredo Maneiro, ente adscrito al ministerio de Comunicación e Información (Minci), para una posible línea de crédito (este y otros periódicos están a su vez en grave situación económica por la problemática).
Jesús Castillo, analista político y docente de la Universidad del Zulia, explica los motivos de ese control. "Al gobierno le conviene esa estrategia de limitar la opinión pública en medio del contexto de grave crisis cambiaria. Así que limita las divisas y dificulta a la vez el trabajo del periodismo que se opone. La postura oficial es solo que los periódicos no están cumpliendo con requisitos de documentación que exige el Estado para comprar dólares", explicó.
"Lo que es claro es que no va a pasar nada ante el hecho. Han cerrado más de 32 emisoras de radio, a Radio Caracas Televisión, casi nada, y todo siguió igual", aseguró.
Nora Sanín, directora de la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios), calificó el hecho como "extremadamente grave. Desde inicios de este año hemos alertado sobre lo que ocurre en Venezuela. Parece un plan sistemático para imponer una voz única, la oficial".
Frente a la posibilidad de un nuevo gesto de solidaridad con los diarios venezolanos, como el de mayo de este año, con envío de papel, Sanín respondió que "la situación es tan crítica, que las medidas que podamos tomar, no solucionan un problema que solo tiene salida si el gobierno venezolano escucha los reclamos mundiales".
"Desde 2013 se han visto los inconvenientes que tienen los diarios de oposición para poder obtener la materia prima y los dólares de importación para comprar los suministros y seguir trabajando", dijo a El Colombiano Rinolfo Quintero, coordinador de Redacción y jefe de Fotografía de El Impulso.
"Cencoex, el ente estatal, no nos ha liquidado las divisas. Hemos marchado todo el año, también recibimos el valioso aporte de Andiarios, desde Colombia, hemos por último reducido las ediciones de 48 a solo 12 páginas, pero desafortunadamente llegamos a un momento en que es imposible la obtención de papel", añadió.
Para Quintero, se trata de una "censura callada", porque mientras esto les ocurre a los diarios críticos, los "oficialistas son los únicos apoyados por el gobierno al punto de que pueden circular gratis".
Este aseguró que El Impulso sigue a la espera de concertar alguna solución con el complejo editorial Alfredo Maneiro, ente adscrito al ministerio de Comunicación e Información (Minci), para una posible línea de crédito (este y otros periódicos están a su vez en grave situación económica por la problemática).
Jesús Castillo, analista político y docente de la Universidad del Zulia, explica los motivos de ese control. "Al gobierno le conviene esa estrategia de limitar la opinión pública en medio del contexto de grave crisis cambiaria. Así que limita las divisas y dificulta a la vez el trabajo del periodismo que se opone. La postura oficial es solo que los periódicos no están cumpliendo con requisitos de documentación que exige el Estado para comprar dólares", explicó.
"Lo que es claro es que no va a pasar nada ante el hecho. Han cerrado más de 32 emisoras de radio, a Radio Caracas Televisión, casi nada, y todo siguió igual", aseguró.
Nora Sanín, directora de la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios), calificó el hecho como "extremadamente grave. Desde inicios de este año hemos alertado sobre lo que ocurre en Venezuela. Parece un plan sistemático para imponer una voz única, la oficial".
Frente a la posibilidad de un nuevo gesto de solidaridad con los diarios venezolanos, como el de mayo de este año, con envío de papel, Sanín respondió que "la situación es tan crítica, que las medidas que podamos tomar, no solucionan un problema que solo tiene salida si el gobierno venezolano escucha los reclamos mundiales".
INFORME
SIP CONDENÓ ROTUNDAMENTE EL HECHO
·
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) se mostró en comunicado indignada
ante el anuncio del presidente venezolano, Nicolás Maduro, sobre la creación de
dos periódicos oficiales, en momentos que uno de los diarios pioneros del
periodismo venezolano, El Impulso de Barquisimeto, informó en un editorial que
dejará de publicarse a partir de la próxima semana ante la falta de papel.
EN DEFINITIVA
La
crisis de los diarios independientes en Venezuela está lejos de acabar, dado
que el gobierno del país vecino hace oídos sordos ante la indignación por su
control a la importación de papel.
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