Elsa Noguera, una mujer de éxito, en charla con El Espectador.

Conozcamos más de la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, a través de una charla con los amigos de El Espectador. 

Sabe que le falta mucho a la ciudad para ser más competitiva. Le gustaría presenciar cómo se reduce la brecha social. "No podemos soñar con una Colombia ideal cuando es uno de los países del mundo con más altos índices de pobreza". 

Así es, hemos avanzando, obviamente, pero nos falta full, como decimos en el RADAR.

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Elsa Noguera asegura que su mayor reto es reducir las brechas sociales de Barranquilla. / Cortesía Alcaldía de Barranquilla
 

¿Cuál ha sido la principal cualidad que le ha permitido ser una mujer de éxito?
Siempre he luchado por ser siempre una mujer coherente con lo que digo, pienso y hago. Y, por supuesto, una cualidad fundamental para ser coherente es actuar con honestidad y respeto hacia el otro.

¿Y la piedra en el zapato que le ha hecho más difícil alcanzar el éxito?
Los obstáculos y problemas siempre se presentan en el camino. Lo importante es verlos como oportunidades y no como derrotas, eso intento hacer.
 
¿Quién ha sido una persona clave en su vida profesional?
Mi anterior jefe, el exalcalde Álex Char. Juntos construimos el sueño de una mejor ciudad, Barranquilla, y me marcó muchas de mis metas futuras.
¿Y de él que es lo que más admira?
El amor por la ciudad, su convencimiento al imaginarse una ciudad mucho más justa y equitativa desde el punto de vista social.

¿Y en el plano personal, quién ha sido su referente y apoyo?
Mi abuela materna. Siempre fue mi ejemplo a seguir: una persona perseverante, líder en la familia.
De la Barranquilla de su infancia, ¿qué es lo que más recuerda o añora?
La recuerdo como una ciudad mucho más tranquila, en donde los niños y jóvenes podían montar bicicleta en la calle con los amigos de la cuadra. Pero aunque era otra ciudad, sin duda hoy estamos viviendo un momento mucho mejor al de mi infancia.
 
¿Y cómo es la que percibe ahora?
Sin duda la ciudad se ha modernizado, ha crecido económicamente. Es una ciudad que está viva, que está atravesando por una gran transformación social y desarrollo.
Sus muletas han sido compañeras fieles en su carrera, ¿qué representan?
Eso han sido, mis compañeras fieles. Me han ayudado a lograr todo lo que quiero a pesar de los problemas físicos, pero ya estoy soltando una —y creo que ya me va a hacer falta— (risas). Ellas son parte de mí.
 
¿En qué momento supo que quería dedicarse a la política y a los números?
Las matemáticas siempre fueron mi materia favorita. Luego me preparé en finanzas y economía. Trabajé siempre en el sector financiero y el campo de la investigación. Y la vida me dio la oportunidad de ingresar al sector público, de llegar a Barranquilla cuando estaba en un momento de crisis y lograr levantarla.
¿Qué le falta a Barranquilla para ser la ciudad soñada?
Mucho. Especialmente seguir reduciendo la brecha social.
¿Y a Colombia?
Lo mismo que a Barranquilla. No podemos soñar con una Colombia ideal cuando es uno de los paises del mundo con más altos índices de pobreza.

Cuando el pan de cada día son las finanzas y la política, ¿cuál es el postre que más disfruta en sus ratos libres?
Como buena caribeña, adoro el agua y el sol.
El plato que adora de su tierra...
Los guandules en carnaval. Es una sopa como el sancocho.
¿Y usted la prepara?
Soy malísima para la cocina.
¿Qué significa que la hayan escogido como una mujer de éxito?
Es una gran experiencia. Tener la posibilidad de compartir con una cantidad de mujeres que representan esfuerzo, lucha y tenacidad. Este premio demuestra que hay mucho talento en la mujer colombiana.

Por: Elespectador.com