El mercado laboral: ¿crece la
informalidad?
Jairo Parada
Cuando se observa la política económica europea, impuesta por el Bundesbank a través del Banco Central Europeo, claramente se entiende que las terapias recomendadas de austeridad e incremento de los impuestos, suenan muy familiares a las políticas erradas tomadas en el pasado, en medio de la Gran Depresión de los años 30s del siglo pasado. Es como si las enseñanzas de Keynes continuasen ignoradas a pesar de la crisis financiera del 2008.
La impresión que tengo es que tales políticas no derivan de la estupidez humana ni de la ignorancia: responden a intereses bien definidos, de propiciar el ambiente para liquidar las conquistas sociales de la Europa Meridional y someter a estos países aún más al dominio alemán. Ya en 1942, Michal Kalecki, brillante economista polaco, explicaba por qué muchas veces las élites se oponen a la política del pleno empleo: simplemente no les conviene.
El desempleo disciplina a los trabajadores y les hace aceptar cualquier recorte para sobrevivir. En la época actual sirve además para adelantar agendas de desregulación, reducción del tamaño del estado y más privatizaciones. En síntesis, no es que se ignore que se debe hacer a nivel macroeconómico. Es que políticamente no es aceptable.
En ese mismo escenario, a los colombianos se nos ha acostumbrado desde hace dos décadas, a una tasa de desempleo abierta del 10% o más, señalando que es la tasa natural. Vale la pena preguntarse que de natural puede tener mantener en el desempleo a millones de colombianos. Por ello, las buenas noticias del DANE con respecto al desempleo observado en Junio son agridulces. Es cierto que comenzamos el siglo con tasas del 15% y hoy andamos en el 10%.También es cierto que si comparamos el desempleo en los últimos doce meses, el desempleo bajó de 11.4% a 10.5%.
El gobierno de Santos puede sacar pecho que se generaron 1, 280,000 nuevos empleos, reclamando el éxito de las locomotoras. Pero cuando se escudriñan las cifras con mas detalle, se encuentra que el subempleo subjetivo y objetivo aumentó en 1, 213,000 personas. Estos conceptos en cierta forma recogen la frustración de millones de colombianos con el empleo que tienen tanto en materia de desempeño o de ocupación laboral. En otras palabras, de 21.022.000 colombianos que tienen la suerte de declararse ocupados, hay 10.600.000 que se sienten frustrados en su trabajo. Al lado de ello, 2.446.000 colombianos están desocupados, afectando la vida de 9.784.000 personas.
Otro ángulo preocupante es la informalidad que afecta a los que trabajan. Los trabajadores por cuenta propia representan el 43.1% de la fuerza laboral. Mientras el empleo asalariado se incrementó en un 6.2%, preocupa que el de los trabajadores sin remuneración aumentó en un 20.6%. Y cuando uno espera que con la modernidad el trabajo doméstico vaya desapareciendo, éste aumentó en un 9.1%. Por último, las Encuestas de Hogares señalan que el 69.3% del empleo se consigue por palancas y contactos.
La meritocracia poco funciona. En síntesis, la informalidad y la fragilidad en el empleo campean por todos lados. Barranquilla también muestra buenos resultados, lo mismo que Cartagena y Santa Marta. Pero en Barranquilla, la tasa de participación es de 61.2%, muy por debajo del promedio de 23 ciudades que es 67.3%. De ahí que no debemos alegrarnos mucho que la tasa de desempleo sea la mas baja del país, pues en Bogotá Y Bucaramanga dicha tasa de participación está por encima del 70%. Parece que por acá mucha gente tiró la toalla en materia de búsqueda laboral. Ello tal vez explique en parte el caldo de cultivo que el crimen y la ilegalidad encuentran en el país. Mucha frustración e informalidad laboral. Un gran viraje se necesita.
Jairo J. Parada Corrales
Economista, PhD.
Barranquilla-Colombia
Celular 311-650-0550
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Phone and fax: 57-5-3557657
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