La película…
¿Cuál película?
La que se ha armado con Triple A.
El periodista y columnista de El Heraldo, en uno de
sus escritos recientes, se hizo varias preguntas:
“¿Gustavo
Petro quiere es tener el control de Triple A, mientras se define el arbitraje
internacional, que puede ser largo, entre Canal de Isabel II (dueña de Inassa)
y Colombia?
¿Para
devolvérselas a los españoles si ganan?
¿Solo
si pierden la cedería a la ciudad?
¿O
quiere venderla a privados con arreglo a una nueva valorización de Triple A?
¿O
reconsiderará su decisión y cumplirá el contrato SAE y K-Yena?
Esto parece una película de suspenso”.
Estoy de acuerdo con Horacio… De verdad, parece una película…
®luisemilioradaconrado
@radareconomico1
https://radareconomicointernacional.blogspot.com
¿QUÉ QUIERE PETRO CON TRIPLE A?
Petro tiene la oportunidad de enmendar el perjuicio causado por la izquierda inconsecuente que administró a Barranquilla entre 1992 y 2007 con el paréntesis de Humberto Caiafa (2001-2003). Por HORACIO BRIEVA
¿Para devolvérselas a los españoles si ganan?
¿Solo si pierden la cedería a la ciudad?
¿O quiere venderla a privados con arreglo a una nueva
valorización de Triple A?
¿O reconsiderará su decisión y cumplirá el contrato
SAE y K-Yena?
Esto parece una película de suspenso.
¿Qué esperamos de un líder de izquierda como Petro
que siempre ha proclamado su compromiso ideológico con lo público? ¡Que le
entregue a Barranquilla el control de Triple A sin ningún costo! Sería la mejor
forma de agradecer los sucesivos y generosos apoyos electorales de esta ciudad.
Y acallaría las voces críticas que se han levantado contra él por la
disposición de la SAE de interrumpir abruptamente la cesión de las acciones
compradas por Alumbrado Público (K-Yena).
Petro tiene la oportunidad de enmendar el perjuicio causado por la izquierda inconsecuente que administró a Barranquilla entre 1992 y 2007 con el paréntesis de Humberto Caiafa (2001-2003).
Ocurrió en los tiempos del Movimiento Ciudadano, que representaba todos los colores del arco iris de la izquierda. Surgido del amplio espacio político que le dejó la AD M-19, prometió la defensa de lo público como un sagrado componente misional de su compromiso ideológico. Mucha gente le creyó el sofisma.
Ese compromiso ideológico de defender lo público se
abandonó muy pronto. Uno de los ejemplos fue la privatización de Triple A, entregada
a manos españolas a través de las acciones Serie C.
Edgar George, elegido por el Movimiento Ciudadano,
vulneró ese compromiso ideológico. Sin titubear, violentó el Acuerdo del
Concejo 0023 de 1991 que estableció que el Distrito sería el socio mayoritario
de su empresa de acueducto, alcantarillado y aseo.
Después Bernardo Hoyos, cuando fue alcalde por segunda vez, hizo el amague de que rompería con los españoles. Llamó a la desobediencia civil, a no pagar las facturas, pero para sorpresa de quienes creyeron en su astucia terminó ampliándoles la concesión a los chapetones. Barranquilla, por eso, llegó al 14,5% de las acciones de Triple A.
Fue la izquierda la que facilitó ese despojo a la ciudad.
La entrega de los impuestos y de la malla vial a agentes privados confirma que el Movimiento Ciudadano nunca tuvo un compromiso ideológico con la defensa de lo público.
Esto explica por qué la izquierda no ha vuelto al poder desde Guillermo Hoenigsberg.
Y prueba que los partidos políticos suelen colocarse estafadoras máscaras morales e ideológicas para ocultar su verdadero pelaje.
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