lunes, 23 de agosto de 2021

“TODOS SOMOS AMERICANOS” Por Ricardo Plata Cepeda

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“TODOS SOMOS AMERICANOS”

El amplio respaldo internacional y la evidencia del apoyo del régimen talibán en Afganistán al grupo terrorista Al Qaeda, autor del atentado, dio prioridad a su desalojo del poder, tarea emprendida en Octubre, en unión de la fuerza opositora afgana Alianza Norte, y culminada en diciembre del mismo año.

Por RICARDO PLATA CEPEDA

“Nous sommes tous américaines”, tituló Le Monde su editorial un par de días después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, tanto más diciente habida cuenta del sesgo antiamericano de la intelectualidad que ha rodeado al prestigioso diario parisino, su inclinación de izquierda y el acendrado nacionalismo francés. Afirmaba que “a quien debemos la libertad, debemos nuestra solidaridad” y condenaba de manera inequívoca “la lógica bárbara, que repugna aún a una mayoría de quienes creen en el Islam”. 

Recordaba que se necesitó el ataque japonés a Pearl Harbor para que Estados Unidos superara el aislacionismo que había demorado su entrada a la segunda guerra mundial, contrario a los impulsos imperiales que suelen suponer sus críticos de oficio. Amaneció así el siglo signado por el terrorismo del islam radical.

Las instituciones globales reaccionaron con contundencia: El 12 de septiembre el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) manifestó su decisión de “combatir por todos los medios las amenazas a la paz y la seguridad internacional”, la Asamblea General de la ONU instó a “someter a la justicia a los autores, organizadores y patrocinadores de esas atrocidades” y el Consejo de la OTAN activó por vez primera la cláusula estatutaria según la cual un ataque contra uno de sus miembros sería considerado un ataque contra todos. El 21 de septiembre la Unión Europea adoptó un plan de acción de lucha contra el terrorismo y la OEA aprobó el fortalecimiento de la cooperación hemisférica “para prevenirlo, combatirlo y eliminarlo”.

El amplio respaldo internacional y la evidencia del apoyo del régimen talibán en Afganistán al grupo terrorista Al Qaeda, autor del atentado, dio prioridad a su desalojo del poder, tarea emprendida en octubre, en unión de la fuerza opositora afgana Alianza Norte, y culminada en diciembre del mismo año. En tanto, el Consejo de seguridad legitimó a la Fuerza de tarea internacional destacada en ese país; en 2009 había 64.000 militares de 42 países.

Otro objetivo fue el desmantelamiento de Al Qaeda y la eliminación de su jefe saudí Osama Bin Laden, esto último cumplido en 2011 en territorio fronterizo de Pakistán. El objetivo primario fue prevenir la ocurrencia de otro ataque similar, en gran medida logrado, a pesar de los violentos atentados suicidas sufridos por varias ciudades europeas.

Quienes quisieron agregarle a la intervención el deseable propósito de “construcción de país” o de democracia no contaron con el compromiso colectivo y de muy largo aliento requerido para hacerlo posible. El desgaste en la opinión política interna de Estados Unidos al ir asumiendo éste cada vez más en solitario el costo en vidas y dinero de la ocupación al tiempo que el incremento del tráfico de heroína fortalecía las arcas y el ejército talibán, aceleró el desenlace acordado por la administración anterior, seguido de una retirada trágicamente mal ejecutada, reminiscente de la atolondrada salida de Vietnam, una guerra que muy pocos paralelos adicionales, tuvo con ésta.

rsilver2@aol.com

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