Hasta las empresas más poderosas del mundo,
tienen el peligro de caer en desgracia.
Thomas Cook, es un ejemplo.
Y eso que le está pasando, le puede suceder a
otros imperios.
Revisando el tema, asusta saber que una empresa
tan poderosa llegue a esa situación. “La bancarrota se produce después de que
la empresa no encontrara los 200 millones de libras (US$250 millones) de
liquidez que le pedían sus acreedores para suscribir un plan de
reestructuración del grupo. Esos US$250 millones se sumaban a los 900 millones
de libras (US$1.100 millones) que ya había aceptado aportar Fosun, primer
accionista de Thomas Cook, junto a otros acreedores”.
Como dicen los que saben: “Torres más grandes
se han caído”.
Otra muestra más de que lo único que tenemos
seguro es la muerte.
Aunque ya han aparecido “sabios” que se han atrevido a
decir: “yo seré inmortal”.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Los acreedores podrán recuperar parte de su
deuda con los posibles ingresos por la venta de activos
Expansión
El consejo de administración de Thomas
Cook, el grupo turístico más antiguo de Reino Unido, ha decidido iniciar
un proceso de administración concursal de la compañía con vistas a su
liquidación, al no poder afrontar las demandas de sus acreedores para reforzar
su liquidez de manera urgente.
La compañía informó esta madrugada de su
entrada en insolvencia, y del nombramiento de la firma Alix
Partners como administradora del grupo durante el proceso de liquidación.
De manera inmediata, la empresa ha cancelado sus reservas, sus tiendas han sido
cerradas y sus aviones han quedado aparcados. "Pese a un esfuerzo
considerable", dijo la empresa, "no queda otro remedio que ir a una
liquidación voluntaria con efecto inmediato".
La insolvencia de la compañía obligará a los
reguladores de Reino Unido, Alemania y otros países a organizar la
repatriación de unos 600.000 clientes que Thomas Cook tiene en diferentes
destinos turísticos, entre ellos las islas Canarias. Además, salvo que
algún inversor decida comprar los activos del grupo durante el
concurso, quedan en el aire unos siete millones de viajes que el grupo
organiza cada año a España desde el norte de Europa, a través de su
agencia de viajes y su aerolínea. Cientos de hoteles españoles en las costas
mediterráneas, Canarias y Baleares venden cada año parte de su capacidad a
Thomas Cook.
Fuentes del sector indican que la
mayoría de los contratos para el verano de 2020 no están firmados, con lo que
los hoteleros tendrán tiempo para encontrar otras alternativas. Muchos de los
clientes de Thomas Cook optarán por competidores como TUI, o bien por
organizar sus viajes a través de Internet. El impacto a más corto plazo, en la
temporada invernal, lo pueden notar los alojamientos en Canarias que sí tienen
ya reservadas habitaciones para Thomas Cook. La empresa británica también
gestiona de forma directa algunos hoteles en España
La bancarrota se
produce después de que la empresa no encontrara los 200 millones de libras
(US$250 millones) de liquidez que le pedían sus acreedores para suscribir un
plan de reestructuración del grupo. Esos US$250 millones se sumaban a los 900
millones de libras (US$1.100 millones) que ya había aceptado aportar Fosun,
primer accionista de Thomas Cook, junto a otros acreedores.
A cambio, Fosun iba a quedarse con el control del touroperador del grupo y un
25% de la aerolínea, con el resto del capital pasando a manos de los bancos y
bonistas.
Fosun, igual que los bancos y algunos fondos
de inversión, no han querido poner esos 200 millones adicionales, y tras una
reunión celebrada durante la jornada de ayer domingo en Londres, en las
oficinas del bufete Latham & Watkins, la empresa ha optado por ir al
concurso de acreedores, que hizo oficial en la madrugada del lunes.
El Gobierno británico tampoco quiso rescatar
al grupo, al entender que se trata de un negocio privado. En todo caso, el
coste de la repatriación de los 150.000 clientes británicos que ahora están de
vacaciones puede exceder esos 200 millones de libras (US$250 millones), que
según algunos medios podría incluir pagos pendientes a hoteles. El regulador
aéreo de Reino Unido está en alerta para organizar el regreso de los viajeros,
en un plan que ha sido bautizado como Operación Matterhorn.
Se espera que los accionistas de Thomas Cook
pierdan toda su inversión. Los acreedores podrán recuperar parte de su deuda
con los posibles ingresos por la venta de activos. La aerolínea alemana Condor
especialmente podría interesar a algunos competidores.
El Brexit y la depreciación de la libra, el
auge de las reservas de viajes por Internet y la fuerte competencia en destinos
como España ha hecho tambalearse el negocio tradicional de Thomas Cook, que
arrastra 1.700 millones de libras de deuda (US$2.100 millones) y tiene 563 agencias
en las calles británicas. La empresa fue fundada hace 178 años emplea a unos
22.000 trabajadores.
Entre los principales acreedores figuran los
bancos británicos RBS y Lloyds. A principios de este año, CaixaBank acordó
prestar 51 millones de euros (US$63,4 millones) a Thomas Cook para invertir en
hoteles en España.
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