Las previsiones del Fondo Monetario Internacional son alentadoras y las reuniones de FMI-BMundial en Washington lo ratifican.
El RADAR ha estado atento a esos anuncios con el patrocinio de Serfinansa, Gases del Caribe y la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla.
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El FMI mejora la previsión de España para 2018 a la espera del desenlace de la crisis catalana
En global, el Fondo parece aliviado con el mayor dinamismo experimentado en las grandes locomotoras del mundo, pero vuelve a poner el acento en las reformas estructurales y alerta de los bajos salarios. El FMI eleva una décima la proyección de crecimiento mundial para 2017 y 2018, que queda en un 3,6% y un 3,7% respectivamente frente al 3,2% en 2016.
Con
ese 3,1% de 2017, España se mantiene como la más dinámica de las
grandes economías desarrolladas. Le seguiría Canadá, con un avance
previsto del 3%, y Estados Unidos, con el 2,2%. Desde que salió de lo
más duro de la crisis -dos recesiones seguidas, el rescate público de la
banca y una tasa de paro que alcanzó el 26%-, de la economía española
ha preocupado el medio plazo, la ralentización del crecimiento, su magra
productividad, sus eternos problemas en el mercado laboral. El
porcentaje de desempleados acabará el año en el 17,1%, según el FMI, y
en 2018 quedaría ya en el 15,6%.
El Fondo también repitió su mensaje de alarma por el auge
del proteccionismo que temen en economías avanzadas como la de Estados
Unidos. Su presidente, Donald Trump, enterró el Tratado de Comercio con
el Pacífico (el TPP, en sus siglas en inglés) y está renegociando con
poca fe el que mantiene con México y Canadá (el TLC o Nafta), al dar a
entender que no ve posibilidades de acuerdo. La cuarta ronda de
negociación se realizó en Washington precisamente este miércoles.

Estados Unidos había generado altas expectativas en los mercados sobre la promesa de rebaja de impuestos y de desregulación financiera prometida por Trump, lo que hace seis meses, en la cumbre de abril, llevó al FMI a diseñar unas proyecciones que contemplaban un fuerte estímulo fiscal. Medio año después, los Trumpeconomics no han arrojado nada tangible, así que las previsiones del Fondo se vuelven a elaborar pensando en un escenario sin cambio. Eso explica por qué el 2,2% de 2017 y el 2,3% de 2018 suponen una mejora de una y dos décimas, respectivamente, con relación a lo estimado en julio, pero un recorte equivalente respecto a las proyecciones de abril.
La española será la más dinámica de las grandes economías desarrolladas este año, con un avance del 3,1%, seguido del 3% de Canadá y el 2,2% de Estados Unidos
Washington
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha
mantenido las previsiones de crecimiento de España para este año en el
3,1% y ha elevado las de 2018 hasta el 2,5%, una décima por encima de lo
calculado en julio (y cuatro décimas sobre la primera estimación, del
mes de abril). Las nuevas proyecciones, hechas públicas este martes 10 en
Washington en el arranque las reuniones de otoño del organismo, no
contemplan el nubarrón que se cierne sobre la cuarta economía de la zona
euro: la posible declaración unilateral de independencia de la región
de Cataluña, uno de sus grandes motores, algo que sacudiría a la
eurozona.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde
En global, el Fondo parece aliviado con el mayor dinamismo experimentado en las grandes locomotoras del mundo, pero vuelve a poner el acento en las reformas estructurales y alerta de los bajos salarios. El FMI eleva una décima la proyección de crecimiento mundial para 2017 y 2018, que queda en un 3,6% y un 3,7% respectivamente frente al 3,2% en 2016.

Pero ahora vuelven los riesgos del corto, cortísimo plazo.
El Parlamento catalán puede declarar hoy mismo una secesión ilegal.
"Consideramos que las perspectivas actuales para España son positivas.
Pero en el caso de prolongarse, las tensiones políticas en Cataluña
podrían lastrar la confianza de la inversión y el consumo", advirtió el organismo que dirige Christine Lagarde la semana pasada en un informe.

Las turbulencias, noticia de primera página en
prácticamente todo el mundo, tiene en vilo al club del euro. Este
también ha experimentado una mejora en las previsiones de crecimiento de
dos décimas para este año y el próximo, lo que situaría la expansión de
la eurozona en el 2,1% y 1,9%, respectivamente. Tanto en los países de
la unión monetaria como en Japón (que crecerá un 1,5% y un 0,7%, según
el Fondo), el consumo privado, la inversión y la demanda interna han
tirado del carro con solidez.
El economista jefe, Maurice Obstfeld, alertó contra la
complacencia y la peligrosa combinación de esta con unos mercados
financieros en los que el dinero prestado fluye con alegría. En la
presentación del informe de previsiones advirtió de que la recuperación
es aún “vulnerable ante graves riesgos”. “Los mercados que ignoran estos
riesgos son susceptibles de distorsionar los precios y están enviando
un mensaje engañoso a los gobiernos”, resaltó por una parte, y, por
otra, reclamó a los gobernantes y legisladores que aprovechen la
oportunidad de crecimiento para impulsar la productividad y la
inversión.


Estados Unidos había generado altas expectativas en los mercados sobre la promesa de rebaja de impuestos y de desregulación financiera prometida por Trump, lo que hace seis meses, en la cumbre de abril, llevó al FMI a diseñar unas proyecciones que contemplaban un fuerte estímulo fiscal. Medio año después, los Trumpeconomics no han arrojado nada tangible, así que las previsiones del Fondo se vuelven a elaborar pensando en un escenario sin cambio. Eso explica por qué el 2,2% de 2017 y el 2,3% de 2018 suponen una mejora de una y dos décimas, respectivamente, con relación a lo estimado en julio, pero un recorte equivalente respecto a las proyecciones de abril.
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