En el RADAR hemos registrado parte de la
posición de Acopi frente al proyecto de Ley 172 de 2015 que pretende revivir el
pago de horas extras a partir de las 8:00 pm.
"La
ampliación de la jornada laboral nocturna y recargos dominicales y festivos,
afectará a las empresas que tienen jornadas laborales con turnos nocturnos, lo
cual podrá verse reflejado en los niveles de productividad y formalidad
laboral".
Leamos
los argumentos expresados por Rosmery Quintero, presidenta del gremio a nivel
local y nacional.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

POSICIÓN de ACOPI frente al PROYECTO de LEY 172 de 2015. El gremio
está preocupado…
Efectivamente, ACOPI,
reitera su preocupación frente al proyecto de ley No. 172 de 2015, aprobado en
segundo debate en la Plenaria de la Cámara de Representantes, por medio del
cual se pretende reformar algunos artículos del Código Laboral y revivir el
pago de horas extras a partir de las 8:00 pm; consideramos que esta medida va
en detrimento de la competitividad y productividad del sector empresarial
colombiano principalmente el segmento Mipyme.
Si bien es cierto, la meta de
generación de empleo propuesta con la entrada en vigencia de la Ley 789 de 2002
no fue alcanzada (160 mil empleos por año), no se pueden desconocer los efectos
positivos causados por dicha iniciativa: el sector empresarial contribuyó a la
creación de aproximadamente 1.500.000 puestos de trabajo; la tasa de desempleo
nacional disminuyó a un sólo dígito, pasando de ser del 15% en 2001 al 8,9% en
2015; y la tasa de informalidad disminuyó un 5,2%, pasando de ser del 54,5%
sobre el número de empleados en 2001 al 49,3% en 2015, alcanzando actualmente
la cifra de 47,4%.
Esto se ha logrado en un contexto bastante
exigente para el sector empresarial colombiano teniendo en cuenta que deben
soportar altas cargas tributarias que pesan un 69,8% de sus utilidades,
mientras en los países de la OCDE es del 41,20%. De la misma manera, las empresas
deben incurrir en unos costos no salariales directos (salud, pensión, ARL,
Cesantías, Primas legales, auxilio de transporte, vacaciones, caja de
compensación), que cuestan en promedio un 39% de la nómina; y si le sumamos los
costos indirectos se aumentan a un 52%, representados estas últimos en el pago
de Aprendices Sena (2,4%), Domingo - festivos - horas extras (1,5%),
incapacidades (0,05%) y periodo de prueba (0,01%).
Lo anterior, sin contar que, en el caso de
las Mipymes, deben incurrir en sobrecostos por consultorías o asesorías
derivadas de las exigencias normativas que deben cumplir, que los pueden
elevarían al 56,4% de la nómina para el caso de las microempresas, del 53,3%
para las pequeñas y 52,9% para las medianas.
Reconocemos que el Gobierno nacional, ha
implementado políticas de impulso al desarrollo empresarial, como la Ley 1607
de 2012 y el reciente CONPES 3866 de productividad, sin embargo, es poco
consecuente al impulsar medidas cuyos fines chocan entre sí, dificultando el
logro de objetivos articulados.
La ampliación de la jornada
laboral nocturna y recargos dominicales y festivos, afectará a las empresas que
tienen jornadas laborales con turnos nocturnos, lo cual podrá verse reflejado
en los niveles de productividad y formalidad laboral.
A lo anterior se debe agregar que en
Colombia hay 18 festivos que son pagados por las empresas, tenemos 50 domingos
al año, lo que significa que de los 365 días sólo 297 son laborables. Sin
embargo, si consideramos que, en muchas empresas, y en especial en el sector
público los sábados no se trabaja, tenemos que en un año sólo hay 246 días
laborales. El no trabajar por 18 días resulta costoso para el sector
productivo, ya que esto les cuesta un 60% de un salario mensual por año y no se
produce nada.
De esta manera, una mediana empresa que
tiene 100 empleados que ganan un salario mínimo diario de $22.981, actualmente
esos festivos le cuestan aproximadamente $72.392.774 al año; a lo que se debe
sumar la carga prestacional, parafiscal (cuando hay lugar a ello) y de
seguridad social equivale a casi 100 millones de pesos.
Teniendo en cuenta la importancia del
proyecto de reforma en materia laboral, y el impacto que tendrá sobre los
índices de generación de empleo, formalidad, crecimiento, entre otros,
invitamos a Gobierno a no arriesgar la flexibilidad laboral que a través de otras
medidas ha logrado, ya que esta reforma laboral podría generar un ajuste a las
nóminas de las empresas.
Lo anterior se agrava si se tiene en cuenta
el actual ambiente de incertidumbre que vive el país y principalmente sus
empresarios, frente a un contexto de desaceleración económica, un posible
escenario de postconflicto y la implementación de una Reforma Tributaria
Estructural (que, aunque propone reducir y simplificar la tasa efectiva de
tributación del impuesto a la Renta al 39%, continúa siendo la más alta de la
región lo que nos resta competitividad).
Finalmente, hacemos un llamado para que se
tomen decisiones responsables en donde prime la estabilidad económica del país
por encima de los ciclos políticos.
Rosmery Quintero
Castro
Presidenta Ejecutiva
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