Esa es la pregunta de Jairo Parada.
Él nos dice, Barranquilla ¿Adónde vas?
Parada, ha estado preocupado hace bastante
rato, sobre el futuro de la ciudad. Él piensa, y es uno de los economistas más
reconocidos del país, que la administración actual se está pasando de calidad y
para él las cuentas no están saliendo bien. Para él hay muchos gastos y no
tendremos el respaldo para pagarlos hacia el futuro.
Conversando con Jaime Pumarejo hace unos
días (quien hace parte del equipo del alcalde Alejandro Char), uno se
tranquiliza un poco...
Pero, sería bueno que tengamos en cuenta
los análisis de Parada.
El propósito es que no nos equivoquemos y
que el Distrito de Barranquilla se mantenga ganador…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Inquietudes sobre
el presupuesto distrital
Por: Jairo Parada
En la obra de Alviar y Rojas sobre las
Finanzas Públicas Colombianas, se cita al historiador norteamericano Malcolm
Deas, al destacar cómo las finanzas públicas reflejan la radiografía política,
cultural, ideológica y económica de un territorio, recomendando escuchar el
mensaje de las mismas.
Desde un principio, la II administración
Char se me reveló como ambiciosa en obras, lo cual se traduce en más gastos,
pero también más impuestos y deudas. Ya en el seno del Consejo Territorial de
Planeación (CTP) expresé mis dudas ante el nivel abultado del valor del Plan de
Desarrollo, finalmente aprobado por nuestro sumiso Concejo por $17,17 billones,
cuando a mi juicio no debía pasar de $11 o $12 billones. Cuando al fin se
conocieron las fuentes de financiación del Plan en el Acuerdo 0011/16 (no las
conocimos en el CTP), se descubrió que casi $3.1 billones eran de proyectos de
la Nación y algo del Departamento, que no debían estar en el Plan Distrital.
Sin embargo, se incluyeron iniciativas de asociaciones público-privadas por
$3.3 billones, que despertaron muchas dudas por su factibilidad o los intereses
que representan.

Lo primero que sorprende es el valor del
presupuesto del Distrito de 2017, pues asciende a $3,02 billones, con un
incremento del 28.8% sobre el presupuesto de 2016, cuando el Gobierno Nacional
apenas se atrevió a incrementar el presupuesto de la Nación en un 6.6%.
Barranquilla parece navegar en una
abundancia indescriptible al seguir este camino tan excepcional. Cuando se
examinan los diversos rubros, empiezan a surgir las dudas y los temores, pues
en economía no hay almuerzos gratis: si gastas más, tienes que pagarlo con más
impuestos o deuda pública. En materia de ingresos tributarios, el proyecto de
presupuesto supone un incremento del 17.6%, lo cual ya luce crecido, pero
cuando se mira el rubro del impuesto predial, el incremento es del 22.19%.
¿Tanto crece la ciudad en predios nuevos o es que se nos viene un nuevo
re-avalúo del catastro, ahora que el Distrito maneja la base catastral?
También sorprende el impresionante aumento
de los ingresos de los establecimientos públicos del Distrito con un 161%.
Habrá que poner la lupa para ver dónde están esos exitosos
establecimientos. En industria y comercio se propone un sensato 7%, así
como en transferencias de SGP, con una suma similar. Otra perla es el
incremento de los ingresos no-tributarios propios, como valorización, multas,
sanciones y tasas, con un aumento del 43%. Debe ser que la concesión de cámaras
está dando pingües resultados, pobres conductores barranquilleros, pues la
finalidad es el recaudo y no la prevención.

Lo abultado del presupuesto se cubre con un
incremento del 69% en ingresos de capital de $753,7 mil millones, donde se
habla de un nuevo crédito de $307 mil millones, suponiendo una optimista
cofinanciación de $337 mil millones por parte de la Nación. A junio de 2016, el
Distrito le debía a la banca $487,5 mil millones, y tenía deudas de cuentas por
pagar por $258,2 mil millones, sin mucha claridad sobre los pasivos
contingentes, como lo ha señalado la DAF. Ya se anuncia una licitación de
alumbrado público exprés cuando se nos decía que el Distrito eliminaría las
mismas. Barranquilla, ¿Quo Vadis?
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