Santiago Castro, aclara en este escrito, lo que socializó hace unos días Jairo Villabona, investigados de la Universidad Nacional de Colombia y que registró en un libro que lo está leyendo la comunidad empresarial, bancaria, política, gubernamental, académica y social donde habla de los bancos, los intereses que cobran, los servicios en general... en este medio lo habíamos registrado:
¿Están abusando los banqueros de la sociedad colombiana?
¿Es cierto que en Colombia lo que hay es un
oligopolio?: “La banca en Colombia está muy concentrada.
Cuando uno mira, entre el Grupo Aval, Bancolombia, Davivienda y Bbva tienen, en
todos los casos, más de 75% de las ganancias, más de 75% del patrimonio, más de
75% de los activos y más de 75% de la cartera, o sea es un oligopolio total.
Total. Y eso va en detrimento del resto de la economía”. El concepto es
de Jairo Villabona, investigador de la Universidad Nacional y autor del libro: “El
sector bancario en Colombia está muy concentrado y es un oligopolio total”
¿Cuántos colombianos pensantes
dirán lo mismo?
Ahora registramos lo que dice Santiago Castro:
Pero, el señor Castro, aclara que Villabona NO está en el correcto. Es más, siento que lo puso a estudiar. Lo regañó señalando: "Lo lamentable de esta situación no
radica sólo en que la propagación de dichas falacias encuentra tierra fértil en
la impopularidad del sector, sino que salgan a la luz pública estudios que,
basados en análisis inadecuados e inconsistentes, arraigan de manera injusta
los mitos en el imaginario colectivo".
Sorprende, eso si, que el presidente de Asobancaria, Santiago Castro, ignore totalemente al señor Jairo Viillabona, porque no lo menciona en ningún momento...
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Una banca
trabajando para el país
Santiago Castro
Existe un relativo consenso acerca del papel de la banca en el desarrollo económico. Nadie, basado en un análisis juicioso y serio, podría dudar de su papel en el desarrollo social y productivo. El sistema Bancario de Colombia no es la excepción y ha sido un verdadero canal para el ahorro y la inversión, un gran aliado en la consecución de las metas de miles de colombianos y un gran dinamizador de la productividad. La cartera de crédito, en este contexto, ha venido mostrando un crecimiento notorio: mientras hace apenas un lustro representaba cerca de 25% del PIB, hoy supera 40%, todo ello en medio de una gestión rigurosa del riesgo.
No menos importantes han sido las estrategias
para romper las barreras en contra de la inclusión financiera, las cuales han
permitido expandir los servicios bancarios a sectores de la población con
sentidas necesidades, incluso en los lugares más recónditos del país. El uso de
la banca móvil ha permitido ampliar la cobertura y contribuir con el desarrollo
social a través de la distribución de los subsidios a personas en situación de
pobreza. El país hoy goza de una bancarización que supera 70%.

Sin embargo, los mitos sobre la banca que
de cuando en cuando retumban como consecuencia de la búsqueda, en algunos casos
casi obsesiva, de réditos individuales, ocultan las valiosas conquistas que se
han logrado tras arduos años de trabajo. Lo lamentable de esta situación no
radica sólo en que la propagación de dichas falacias encuentra tierra fértil en
la impopularidad del sector, sino que salgan a la luz pública estudios que,
basados en análisis inadecuados e inconsistentes, arraigan de manera injusta
los mitos en el imaginario colectivo.
Quienes afirman de manera ligera que
Colombia es un país que trabaja para los bancos desconocen la verdadera
contribución de la banca en el crecimiento y el desarrollo. Omiten, en medio de
la ligereza de los análisis, que el sistema financiero contribuye con cerca de
una cuarta parte del crecimiento económico (muy por encima de sectores como la
minería y la construcción). Desconocen que los niveles de rentabilidad de la
banca (medida en relación a su patrimonio, ROE) han venido cayendo en los
últimos años y hoy se ubican en torno a 12% (muy por debajo de los que exhibe,
por ejemplo, el sector minero, en torno a 20%), y ello como resultado de su
compromiso por lograr una mayor inclusión financiera y llegar a la base de la
pirámide.
SIGUE aclarando, el presidente de Asobancaria:

SIGUE aclarando, el presidente de Asobancaria:
De manera ligera, no sólo confunden el
concepto de bancarización con profundización financiera cuando afirman que el
país exhibe bajos niveles de bancarización porque su relación cartera/PIB tan
sólo bordea 40%, sino que erran al señalar que la banca aumenta sus
utilidades con base en los altos precios de los productos y servicios
financieros. Si los análisis fueran más juiciosos (si no sumaran de forma
arbitraria precios máximos de los productos e incorporaran la intensidad de su
uso) se darían cuenta que los precios de los servicios bancarios no solo son de
los más bajos de América Latina sino que crecen menos que el resto de bienes de
la economía. Tan solo basta ver los datos de costos de cuotas de manejo (donde
cada vez más son gratuitas) en cuenta de ahorro y por retiros de cajeros.
Cuando afirman que la banca tiene
comportamientos oligopólicos, desconocen no sólo la estructura competitiva del
sector, sino el hecho de que las fusiones y adquisiciones (que han mitigado
riesgo sistémico) han venido acompañadas de mayores niveles de competencia, y cuya
concentración, en términos internacionales, se ubica incluso por debajo de
Latam, de los países de la Ocde y de la mediana mundial.


En síntesis, la banca está preparada para
dar los debates en cualquier escenario, pero hace un llamado para elevar la altura
técnica de las discusiones y evitar aseveraciones ligeras y sin asidero
técnico. La banca, desde luego, aún tiene muchos retos, pero se esfuerza es
superarlos para que se perciba como lo que realmente es: una banca moderna,
cercana, focalizada en apalancar el desarrollo del aparato productivo y que,
día a día, trabaja para el país!
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