La venta de ISAGEN cambiará
la imagen de Colombia: M Cárdenas.
Por Luisemilioradaconrado
Pero después fue consciente que esas
noticias no se pueden tapar: el proceso de venta de Isagen, lo paró una tutela,
que acogieron las autoridades judiciales. Una magistrada dijo: “No va más”.
Aunque ese “no va más”, lo escribo yo,
teniendo en cuenta que el gobierno colombiano va a sustentar un recurso para
lograr que continúe ese proceso de venta de Isagén
El ministro Cárdenas argumenta: Eso se hace con
el único propósito de apoyar el Plan de construcción de carreteras y autopistas de la denominada Cuarta Generación.
Colombia necesita esas vías para poder
competir.
Es un Plan ambicioso, porque ya se han
contactado negocios por unos 10 billones de pesos. Yo le decía al ministro, ¿y
si no se puede continuar, qué se va a
hacer?
Y él respondió: “¡Soy optimista! ¡Todo
saldrá bien!”
El ministro garantiza que no se tocará un
peso del presupuesto nacional. Todo irá para ese proyecto.
Hay muchas firmas interesadas, así que el
monto de la venta puede ser muy alto.
En medio de esos cuestionamientos de la
venta de Isagén, uno de los empresarios colombianos que contacté y le pedí
concepto, fue a Ricardo Lequerica (conocedor del sector eléctrico, ex
presidente de Termoflores) y me comentó: “Luis Emilio, ese activo debe
venderse. Ya realizó su labor. Es más, el estado colombiano no debe competir
con los privados”.
Bueno, así están las cosas…
Sin embargo, aquí tengo otro concepto. El
de Jairo Parada, economista costeño, que no está de acuerdo con esa venta.
Dice Parada:
“La otra decisión, la cual ojalá se mantenga, es la
de suspender la venta de Isagén. Aunque el ministro de Hacienda no parece darse
por enterado, es un absurdo seguir liquidando las empresas estatales que le
generan beneficios al país. Ya el capital financiero especulador se frota las
manos, con sus comisionistas en Bogotá, ante tan pingüe negocio. Con unas
reservas netas del país en más de $47.500 millones de dólares, sería fácil
conseguir endeudamiento externo para los desarrollos viales que se piensan
financiar con lo de Isagén.
El problema no es de recursos sino de una concepción
ortodoxa que considera que el Estado debe desprenderse de sus empresas
rentables, para seguirlo debilitando y encumbrar más al capital financiero.
Ojalá nuestras desprestigiadas Cortes nos sigan dando este tipo de noticias a
nosotros, los escépticos ciudadanos colombianos.
RADAR: En el RADAR, lo que hacemos es narrar la
historia económica de Colombia.
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