Totalmente de acuerdo con el
editorialista del diario El Heraldo: “No politizar a Gecelca”.
Y estoy de acuerdo porque quienes
conocemos el trabajo y las calidades de Andrés Yabrudy, actual presidente de la
compañía, estamos convencidos que no tiene ninguna tacha. Un hombre creyente,
respetuoso, estudioso y que reconocen a nivel internacional.
¿Quién o quiénes está interesados en
que la política o la politiquería toque las puertas de Gecelca?
Si nos enteramos les contaremos, a
ver si eso se puede evitar. En un momento tan difícil de la economía
latinoamericana y mundial, debemos preservar los valores. Pilas que la
situación no está para jugar a los malos…
RADAR,luisemilioradaconrado
No
politizar a Gecelca
Si hay una empresa que la Región Caribe puede
mostrar orgullosa esa es Gecelca, que en 2007 asumió los activos de la
desaparecida Corelca, y que el año pasado dio utilidades por $354.000 millones.
El incremento de los ingresos de Gecelca en los últimos años ha sido superior
al 20 por ciento y la empresa tiene previsto en el futuro inmediato inversiones
por 660 millones de dólares. Pocas compañías en el país pueden mostrar
resultados tan extraordinarios.
Las cifras que arroja Gecelca no admiten dudas
acerca del manejo que se le viene dando y que se basa en una continua
innovación y una eficaz estrategia comercial, al
frente de la cual se encuentra el joven y talentoso profesional barranquillero
Andrés Yabrudy, quien cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector
energético, siendo experto en las áreas de planeación, regulación, mercados de
energía y combustible, así como en diseño de proyectos y gerenciamiento. Se
trata, pues, de un profesional cualificado y calificado.
La estrategia comercial y la óptima gestión de
Yabrudy y su equipo de altísimo nivel permitieron que el año pasado el Ebitda
de la compañía fuera de $403.000 millones, lo que resulta mucho más meritorio
si se tiene en cuenta que se logró en una empresa que no tiene centrales
hidroeléctricas sino solo plantas térmicas y en un año lluvioso, caracterizado
por el fenómeno de ‘La Niña’.
Pero hay más logros. La calificadora Fitch Ratings
ha venido mejorando la calificación de riesgo de largo plazo de Gecelca, desde
el 2009 hasta la fecha, pasando de AA- a AA, perspectiva estable en diciembre
de 2011.
En lo que tiene que ver con objetivos de
crecimiento e incremento de valor empresarial, la constante innovación y
destreza le permitió a la empresa ganar las dos subastas de asignaciones de
obligaciones de energía firme que se han realizado en el país para la
construcción de nuevos proyectos de generación, lo que se evidencia en el
actual proyecto en construcción Gecelca 3 de 150 MW y en el recientemente
conquistado Gecelca 3.2 de 250 MW.
La consecución de los resultados mencionados se ha
construido sobre unas sólidas y estrictas prácticas de buen gobierno
corporativo, así como en un sistema de gestión certificado bajo normas
internacionales y con actuaciones socialmente responsables.
Gecelca el año pasado alcanzó el 100% de todas las metas
establecidas en su Plan Estratégico, lo que permite afirmar que la consecución
de los resultados económicos está acompañada de una excelencia operacional en
sus plantas, una optimización comercial y un manejo corporativo basado en
valores que se evidencian en un ambiente de paz laboral.
Pues bien, esta ‘Joya de la Corona’ de la Región
Caribe, cuyas cifras no admiten dudas, así como la excelente gestión de Andrés
Yabrudy al frente de la compañía, corre peligro de marchitarse por cuenta de
que el Gobierno estaría considerando entregar la cabeza del gerente de la
empresa –quien no es cuota de ningún partido- a cambio de lograr un mayor
respaldo político, que le permita una mayor ‘gobernabilidad’ en el Congreso.
El Gobierno Nacional y los dirigentes políticos que
están detrás de esta absurda y aberrante maniobra politiquera deben saber que
la excelente gestión de Andrés Yabrudy al frente de Gecelca cuenta con el apoyo
de quienes, como nosotros, conocemos plenamente su gestión y por ello no
dudamos en ofrecerle nuestro absoluto respaldo.
Sería un error imperdonable que el Gobierno
permitiera que Gecelca termine convertida en fortín burocrático de los partidos
políticos, como ocurrió en su momento con la desaparecida Corelca. Confiamos en
que el Gobierno reconsidere su decisión y no cometa el grave error de politizar
de la peor manera una empresa que es orgullo de la Región Caribe.
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