martes, 17 de julio de 2012

Banqueros y Fraude, por Jairo Parada



Julio 16-2012
BANQUEROS Y FRAUDE
Por Jairo Parada

El capitalismo moderno necesita para su proceso de acumulación y expansión de un sólido sector bancario y financiero. Sin ello, el crecimiento sería raquítico y no se podrían financiar los nuevos proyectos en materia industrial, vial, construcción o servicios.

Los bancos en cierta forma “crean” dinero a través de la llamada emisión secundaria, en la cual a través de meros asientos electrónicos, le generan los fondos a la expansión empresarial.

Antes que la inversión, es necesaria la financiación. Casi nadie puede iniciar una actividad económica sin este mecanismo de financiación necesario para la sociedad moderna. El sistema bancario puede ser estatal, privado o mixto, según las preferencias políticas de una sociedad, pero es un sine qua non del crecimiento económico.

Sin embargo, la historia monetaria y bancaria lamentablemente nos reseña numerosos casos de fraudes a los ciudadanos y al estado a través de banqueros que lucían muy ‘respetables’, pero que eran verdaderos ladrones de cuello blanco.

En Colombia vivimos estas experiencias con lo sucedido con el Grupo Gran Colombiano en los años 80s, y luego con las crisis subsiguientes en los 90s, que nos dejaron como herencia el odioso impuesto del 4x1.000, mediante el cual los colombianos saneamos con nuestros impuestos las aventuras de estas élites bancarias.

De ahí la necesidad de una fuerte regulación y vigilancia del sector, para evitar el saqueo de recursos privados y públicos. Nuestra banca estatal colapsó víctima de la corrupción y el clientelismo.

La crisis de 2008 demostró que las élites encumbradas de Wall Street se prestaron al fraude con las hipotecas y las titularizaciones, deslumbrados por las ganancias y comisiones elevadas que obtenían con las famosas hipotecas “sub-prime”, generando la crisis que aun hoy nos sacude con sus manifestaciones en Europa, debido al debilitamiento de la regulación.
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Cuando creíamos que los gobiernos ya habían agarrado el toro por los cuernos, con las nuevas regulaciones expedidas en Estados Unidos y Europa, ahora nos encontramos que el fraude ha llegado al “honorable” banco Barclays, con una antigüedad de 300 años, con operaciones por todo el mundo, a raíz de las manipulaciones de la tasa Libor, fenómeno que parece viene ocurriendo desde hace varios años.

La tasa Libor es una tasa de referencia diaria basada en las tasas de interés bajo la cual los bancos ofrecen fondos no asegurados a otros bancos en el mercado monetario mayorista, o mercado interbancario.

Es un promedio diario que se establece con los principales operadores bancarios y sirve de referencia mundial para el dólar, la libra, el euro y el mundo de los derivados financieros, siendo un benchmark para $800 billones de dólares diarios en activos financieros.

En cierta forma, determina los costos financieros en todo el planeta. Sus variaciones lanzan señales inmediatas sobre el precio de los activos que se negocian en el mundo. Obviamente, lograr manipularla, le traería inmensos beneficios a quienes anticipan los movimientos.

Lo que el escándalo inglés está mostrando es que la corrupción y la podredumbre llegaron a la City de Londres, donde la encuesta promedio diaria de la Libor se manipuló para llenarle los bolsillos a muchos bancos y agentes financieros. Es la clásica conducta depredadora descrita por Veblen.

No era el ‘mercado’ el que determinaba la tasa sino reducidos grupos que engañaron a todo el mundo. El escándalo apenas comienza. Algunos banqueros y el fraude siempre andan juntos, a pesar de lo ‘respetables’ que parecen ser.

Jairo J. Parada Corrales
Economista, PhD.
Barranquilla-Colombia
Celular 311-650-0550
Phone and fax: 57-5-3557657

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