lunes, 24 de mayo de 2010

Votaré por Germán Vargas: Mauricio Vargas Linares

Mauricio Vargas
Mauricio Vargas

Mauricio Vargas: votaré por Germán Vargas
Desde 1997, cuando empecé a escribir columnas, en vísperas de elecciones presidenciales o de alcaldes y gobernadores, siempre he dicho por quién voy a votar.

No busco influir en mis lectores. Sería pretensioso y equivocado. Pero me siento obligado con esos mismos lectores a dejar claro, de modo transparente, cuál es mi preferencia. Un columnista debe expresar sus opiniones -muchas veces subjetivas y personales- no con el ánimo de ganar adeptos para esas ideas, sino con el de aportar a la discusión con los argumentos que las sustentan.

Este domingo 30 de mayo votaré en las elecciones presidenciales por Germán Vargas Lleras, el candidato de Cambio Radical. Sé que hay dos aspirantes distintos a él que las encuestas señalan como favoritos para pasar a segunda vuelta. Pero en la primera vuelta, cuando hay un número amplio de candidatos, uno no debe apostar al ganador, ni hacer reflexiones de voto útil con la idea de elegir al menos malo para que no gane el peor. Eso puede ocurrir en la segunda vuelta -cuando ya solo habrá dos candidatos- pero no en la primera. Este domingo hay que votar por el candidato que a uno en verdad lo convenza.

Y, en mi caso, es Vargas Lleras. Comienzo por decir que cuando empezó su campaña, no me atraía especialmente. Me aburría, como a muchos, su temperamento alzado y peleón y el hecho de que había pasado muchos años en el Congreso, lo que necesariamente elevaba su perfil de político más que de estadista.
Pero cuando arrancó su campaña, descubrí a un Vargas Lleras que no conocía: un político juicioso, que formó equipos de expertos en los distintos frentes y se reunió días enteros con ellos hasta delinear su programa de gobierno en más de 20 grandes líneas temáticas.
Recorrió el país como ningún otro candidato y convalidó esas ideas con la realidad, porque a veces las verdades de escritorio y power-point, aquellas que las cifras pretenden reflejar, no encajan del todo en la vida real.
El resultado es un programa estructurado, serio, sin promesas fantasiosas, el mejor de todos, después de leer los otros. En seguridad -un tema del que Vargas Lleras comenzó a hablar incluso antes que Álvaro Uribe- tiene planes para continuar y profundizar los logros del Presidente y llevar esa seguridad a las ciudades y, también, a las fronteras, para que, en vez de vivir al borde de la guerra con los vecinos, la Fuerza Pública cuide nuestros límites y cierre los boquetes por donde transitan los terroristas.

En salud plantea fórmulas realizables para poner orden. Demuestra Vargas que la plata sí alcanza: no es sino cortar el desangre a que someten los corruptos al sistema, simplificar procesos y ganar en eficiencia. En educación tiene un ambicioso pero alcanzable programa de créditos y becas para poner la educación superior al alcance de muchos más. En infraestructura propone un vuelco a la contratación y separar la entidad que adjudica las obras de la que adjudica las interventorías, para que no se tapen todos con la misma cobija. En cuanto a la justicia y la lucha contra la corrupción y la impunidad, puede dictarles cátedra a los otros candidatos: lleva años en el Congreso dedicado a esos temas, ha sacado adelante las pocas leyes positivas que ha habido y que, en general, los gobiernos no han querido aplicar.

Tiene, además, una fórmula vicepresidencial de primera categoría: Elsa Noguera, quien, desde la Secretaría de Hacienda de Barranquilla y de la mano del alcalde Alex Char, impulsó el profundo cambio que sacó a la ciudad de la olla de podredumbre y corrupción y la tiene hoy como la urbe de mayor crecimiento económico, más bajo desempleo y mayor inversión social de todo el país. Por todo eso, votaré por Vargas Lleras. Y luego, en la segunda vuelta, si es necesario volveré a barajar.

mvargaslina@hotmail.com
Mauricio Vargas

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