martes, 24 de diciembre de 2024

Aumento de salario mínimo en Colombia para 2025: 9.5%

El aumento del salario mínimo en Colombia, a partir de enero del próximo año es de 9,5% anunció el presidente de la república, Gustavo Petro U.

El aumento, hecho por decreto, significa que los colombianos recibirán $123.500 más cada mes, así que la nueva asignación será de $1'423.500.

El subsidio del transporte fue incrementado en $38.000, y pasó de $162.000 a $200.000, lo que significa que el nuevo salario mínimo nominal, incluido el subsidio de transporte, queda en $1'623.500.

La decisión del jefe de Estado la adoptó tras agotarse la etapa de negociación directa entre las centrales obreras y los gremios de la producción, sin lograrse ningún acuerdo.

El salario mínimo que ha regido este año también fue decretado por el presidente de la República ante la falta de consenso en la comisión tripartita de negociación, y se estableció en 12%: pasó a $1'300.000, con un auxilio de transporte de 162.000, para un pago nominal de $1'462.000.

En cambio, en las partes habían logrado acuerdos de incremento del salario mínimo en 2022 en 10%, y en 2023 de 16%, la cifra de aumento más alta en la historia de este tipo de negociaciones.

Con el nuevo incremento se benefician algo más de 2,2 millones de trabajadores en Colombia que reciben una remuneración básica, y corresponden a cerca de 10% de las personas ocupadas laboralmente en el país.

Las razones del presidente Petro

El jefe de Estado explicó las razones por las que tomó la decisión de aumentar en 9,5% el salario mínimo para 2025 “como un regalo de Navidad":

- La inflación de 2024 estará bordeando el 5%. Actualmente, con cierre a noviembre, está en 5,2%.

- La inflación de alimentos, quedaría a final de año en 2,7% anual, “es la caída más grande en toda la OCDE", dijo.

- La expectativa de inflación para 2025 es de 3%, lo que significa que “el salario real, no nominal, va a tener un ascenso de 6,5%. Es un crecimiento del nivel de vida de todas las personas que ligan su ingreso al salario mínimo, que ya viene por tercera vez".

El mandatario señaló que “la política del Gobierno de Colombia, Potencia Mundial de la Vida, fue tan efectiva, que la elevación del precio de alimentos estuvo por muy por debajo del promedio de inflación del país".

Agregó que “hemos crecido el salario mínimo real en Colombia entre 30% y 35% en los tres años que llevamos. Tenemos que hacer un mayor esfuerzo el año entrante".

Petro recordó que, a diferencia de lo que piensan los gremios de la producción, el salario mínimo real ha subido muy por encima de la inflación desde 2022.

“Recibimos la economía del país casi en recesión, va para un 2% y esperamos un 3% el año entrante. Luego, no nos están diciendo la verdad: si el salario mínimo crece, hace crecer la economía, no al contrario. No es con trabajadores esclavos como crece la economía de un país, es con trabajadoras y trabajadores que ganen, que tengan dignidad en su vida, como crece la economía de un país", recalcó el mandatario.

Agregó que 1,6 millones de colombianos salieron en 2023 de la pobreza monetaria, 1,1 millones de personas salieron de la pobreza extrema, y 2,5 millones de personas salieron de la inseguridad alimentaria moderada y de la inseguridad alimentaria extrema.

“Y fue subiendo el salario mínimo el principal factor, entre otros, porque la caída de la inflación en alimentos nos ayudó muchísimo", reiteró el presidente de Colombia

Concluyó que, si la Corte Constitucional permite que la reforma pensional sea una realidad a partir de julio entrante, al menos tres millones de personas mayores de 70 años podrán tener bono pensional.

lunes, 2 de diciembre de 2024

Gobiernos deben comprometerse para enfrentar pobreza y cambio climático

Mujeres trabajando en el campo. Tomado de https://www.gob.mx/
El cambio climático se ha convertido en el desafío más importante de los gobiernos y en el nuevo paradigma del desarrollo mundial.  Así lo afirma un análisis del Banco Mundial elaborado por los consultores de esta entidad Timothy Clay y Nazia Moqueet, quienes consideran que “nuestros trabajos, nuestra salud e incluso nuestros valores culturales, provienen de nuestro entorno natural”.

En el análisis titulado ¿Podemos abordar la pobreza y el cambio climático al mismo tiempo?, los autores expresan que los gobiernos, los bancos multilaterales y otros actores importantes del ámbito del desarrollo, han incrementado sus compromisos financieros para abordar el cambio climático, pero carecen de un aspecto clave: un enfoque claro en los pobres y vulnerables.

En la actualidad, el 90% del financiamiento climático se destina a la mitigación, lo que incluye energía limpia y transporte sostenible. Estas son inversiones fundamentales para frenar el ritmo del fenómeno climático, que avanza de manera acelerada, pero no alcanzan a resolver los problemas persistentes que tiene la población pobre.

“Las personas más pobres del mundo suelen carecer de recursos – dinero, activos físicos y conocimiento- para hacer frente a las conmociones climáticas y adaptarse a ellas”, expresan los autores, al tiempo que señalan que “a menudo responden de maneras que degradan aún más el entorno que los rodea, creando un círculo vicioso de pobreza y deterioro ambiental”. 

Señalan que las mujeres son particularmente vulnerables y corren un mayor riesgo que los hombres de perder sus medios de subsistencia debido a una crisis climática. Por ello consideran que los gobiernos deben trabajar arduamente para incluir a los más pobres, en particular a las mujeres, en las iniciativas climáticas, para asegurar que cuenten con los recursos necesarios que les permitan hacer frente a las crisis inmediatas, adaptarse a los impactos climáticos a largo plazo y se beneficien de la incipiente revolución verde. 

“Si los pobres se ven obligados a enfrentar la crisis climática por sí solos, las consecuencias son claras: migración, disturbios civiles y hambruna, fenómenos que ya están comenzando a manifestarse”, resaltan Clay y Moqueet en su análisis. 

Los gobiernos, a medida que los impactos climáticos se han hecho más visibles, reconocen la necesidad de adoptar estrategias de desarrollo resiliente frente al clima que aborden de manera integral los desafíos interrelacionados de la pobreza y el cambio climático. Sin embargo, deben ser conscientes que no es posible abordar ambos desafíos de manera simultánea a través de intervenciones únicas.

Así lo explican Clay y Moqueet: “La reforestación de vastos paisajes por sí sola no garantiza mejores resultados para los pobres, del mismo modo que las transferencias monetarias, si bien son esenciales en tiempos de desastres climáticos, no garantizan una mayor biodiversidad. Idealmente, los programas deben proporcionar un enfoque integrado que combine los objetivos relacionados con la pobreza y el clima, con la participación de diversos sectores y actores, como los de protección social, medio ambiente y agricultura”.

Programas de inclusión económica pueden ser la solución

Estos programas, también conocidos como programas de inclusión productiva, cuentan con una base empírica sólida y consisten en un conjunto de intervenciones multidimensionales que brindan apoyo a hogares y comunidades extremadamente pobres y vulnerables para que aumenten sus ingresos y activos de manera sostenible.

Es decir, ayudan a las personas a salir de la pobreza mediante una combinación de intervenciones como transferencias monetarias, capacitación técnica, capital empresarial, orientación y acceso a los mercados. De esta manera fortalecen la resiliencia y las oportunidades para las personas y hogares pobres.

Según los consultores del Banco Mundial, cuando estos programas de inclusión se implementan a través de sistemas gubernamentales, pueden ser muy eficaces, en función de los costos, y generar un alto rendimiento sobre la inversión.

Alianza para la inclusión económica

Durante los últimos cinco años, y a través la Alianza para la inclusión económica del Banco Mundial, el organismo internacional ha respaldado a los Gobiernos en la adopción y ampliación de programas de inclusión económica.

Esta alianza monitorea los programas a través de una encuesta semestral y resalta que cada vez existen más oportunidades para alinear la acción climática con la inclusión económica. La última encuesta muestra que en más de dos tercios de estos programas se incorporan intervenciones que fortalecen la resiliencia climática y por ello se considera que pueden convertirse en una buena herramienta para abordar el cambio climático, la desigualdad de género y la pobreza.

Un llamado a la acción

Atendiendo el llamado a la acción de 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la Alianza por la Inclusión económica se asoció con expertos en protección social, clima, agricultura y gestión de recursos naturales para definir cómo abordar, de manera estratégica, el nexo entre el cambio climático y la pobreza, en los programas de inclusión económica.

En el marco de los programas, flexibles y multisectoriales, se puede operar en tres áreas clave: redes de protección social adaptativas, sistemas alimentarios y ecológicos, y empleos verdes y transición justa.

Las donaciones que hace el Banco Mundial a través de la Alianza para la inclusión económica permitirán identificar cadenas de valor verdes y oportunidades no agrícolas, ofrecer conocimiento y capacitación en tecnologías agrícolas climáticamente inteligentes y desmitificar los mercados mundiales de carbono y lo seguros contra desastres para los pobres.

Cada donación debe financiar esfuerzos para promover la cooperación entre ministerios, organizaciones no gubernamentales y organismos del sector privado.  Eso es clave para que los programas de cambio climático sean exitosos, pero especialmente para que se centren en los más pobres.


domingo, 1 de diciembre de 2024

Gobernadores del país deben unirse, sin importar partidos políticos, para defender proyectos económicos

Presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante su 
intervención en la Cumbre de Gobernadores
Constituir una fuerza política territorial, libre de partidos políticos, que defienda los proyectos económicos que se estudian en el Congreso de la República y evitar que la Nación se quede sin recursos, propuso el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a los gobernadores de todo el país.

El mandatario hizo el llamado durante la Cumbre de Gobernadores

“La Amazonía nos une, la sostenibilidad nos impulsa”, realizada en Puerto Inírida el pasado 29 de noviembre. El jefe de Estado rechazó que se pretenda desde la Presidencia del Legislativo negar la Ley de Financiamiento con la que se buscan $12 billones para inversión social, mientras las comisiones de Crédito Público “están aprobando créditos para pagar la deuda que dejó la pasada administración, una deuda que tiende a estar impaga", afirmó.

El presidente Petro expresó durante su intervención: “¿qué daño le puede hacer eso (la reforma tributaria) a un empresario, y qué irresponsabilidad de un congresista impedir que se les bajen los impuestos a las empresas de Colombia cuando estamos pensando es en una medida de reactivación económica?".

Apoyo al Sistema General de Participaciones

El mandatario también pidió a los gobernadores que, como fuerza política territorial, “hablen con sus parlamentarios, representantes de sus regiones, de todos los colores políticos, y los pongan en función de que puede haber esos recursos para no tener una promesa vacía, sino que se vuelva realidad".

Se refiere a los proyectos Fase 3 que necesitan los gobernadores que les financie la Nación mediante vigencias futuras, pero para ello se necesitan recursos a través de la reforma al Sistema General de Participaciones, aprobado en séptimo debate, y le falta solo uno antes de finalizar la actual legislatura.

“Pero hay un problema: la nación se ha quedado sin dinero, eso explica mucho por qué nos estamos demorando", aseguró el presidente Petro, tras explicar que se ha tenido que asumir la deuda que dejó la pasada administración, el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, un fallo adverso de la Corte Constitucional sobre impuesto a los combustibles fósiles y un crédito exprés con el Fondo Monetario Internacional pagadero en tres años.

Sin embargo, el presidente Petro dejó en claro que sobre esa reforma que cambia la estructura del gasto, también existen algunos peligros.

Habló, por ejemplo, de que en el texto del proyecto se incluyó no solo salud, educación y agua potable como destino de los recursos de transferencias, sino a “otros sectores", como vías 4G y obras que se pueden convertir en “elefantes blancos”: “Por ahí se nos pueden desviar los recursos", resaltó Gustavo Petro.

El otro peligro es que las ciudades capitales, que financieramente son más fuertes, quieran más recursos cuando el propósito es cerrar brechas sociales.

“Entonces, por ahí no llegamos a la paz, sino que vamos es a profundizar la desigualdad en los territorios y a generar más violencia", enfatizó el mandatario colombiano.

El jefe de Estado encargó a Alexander López, director de Planeación Nacional, de coordinar esa fuerza política territorial que integrarían los mandatarios regionales.

viernes, 29 de noviembre de 2024

La palma de aceite, una apuesta con futuro

Laura Peña, economista de BBVA Research
Análisis económico de BBVA Research

Por: Laura Katherine Peña y Alejandro Reyes, economistas de BBVA Research

A medida que los países se desarrollan, las actividades primarias tienden a perder peso en la economía. Esto no es ajeno a Colombia, cuyo sector agropecuario ha mostrado un debilitamiento estructural, pasando de representar más del 25% del PIB en 1990 a 6,7% en 2023, una caída algo mayor a la observada en otros países de la región.

Esto puede deberse a carencias en infraestructura o inversión en el sector, o a la baja productividad y competitividad de algunos de sus productos. Sin embargo, existen algunos productos agropecuarios con alto potencial, como la palma de aceite, que deben impulsarse para que sean ejes de desarrollo económico, social y regional.

En las últimas dos décadas el cultivo de palma de aceite en Colombia ha crecido cerca de 6,3% promedio anual, alcanzando una producción de 2 millones de toneladas de aceite en 2023, ubicando al país en el cuarto lugar a nivel global y el primero en América.

Pero ¿Qué hace tan especial a este producto? 

Primero, su producción se concentra en la zona del trópico, posicionando a Colombia en un lugar privilegiado para potencializar su expansión. Segundo, la productividad del cultivo es muy alta, con 2,6 toneladas de aceite por hectárea, versus otras oleaginosas que logran apenas 0,6 toneladas. Esto ha posicionado al aceite de palma como el principal aceite de origen vegetal en el consumo mundial, con cerca del 42% de la demanda global. Quizás es en su versatilidad en donde se encuentra mayor beneficio, pues se emplea en un número amplio de productos como las margarinas, el helado, los cosméticos, los biocombustibles, por nombrar unos pocos. Esto le permite contar con una demanda creciente y constante.

En materia social, los beneficios de la palma de aceite son múltiples. Este cultivo se ha convertido en un polo de desarrollo en varias regiones, contribuyendo al empleo formal y de calidad. Además, Colombia ha logrado una expansión del cultivo con limitados efectos en deforestación y avanza en la certificación ambiental de su área cultivada. La palma de aceite cuenta con gran potencial de expansión, apalancando el desarrollo rural y fortaleciendo la posición del país en su comercio mundial.

Puede escuchar esta columna en el siguiente enlace:

La palma de aceite una apuesta con futuro

Fuente: Comunicaciones BBVA 


jueves, 28 de noviembre de 2024

Palma de aceite, un cultivo de alta producción que ubica a Colombia en el cuarto lugar a nivel mundial

Informe sobre la palma de aceite. Parte de la serie "Sembrando el futuro: sector agropecuario colombiano", de BBVA Research

Alejandro Reyes, economista de BBVA Research
Colombia es el cuarto productor de aceite de palma en el mundo y el primero de América Latina, gracias al clima tropical de la región. Malasia, Indonesia y Tailandia le anteceden, siendo los dos primeros,  responsables del 85% de la producción mundial.

En la actualidad, en Colombia se producen 2.6 toneladas de aceite de palma por hectárea sembrada, con una eficiencia comprobada cuatro veces mayor por hectárea en comparación con otro tipo de aceites vegetales.

Este alto potencial en el cultivo de palma de aceite quedó demostrado en el análisis sobre el sector, realizado por BBVA Research, que está presentando en Colombia una serie de informes denominados “Sembrando el futuro: sector agropecuario”.

En la más reciente entrega de informes, destaca la palma de aceite como uno de los principales productos agroindustriales del país, teniendo en cuenta el panorama positivo que muestran variables como precio, rendimiento de la producción y mayor consumo.

Durante la presentación del informe que estuvo a cargo de Alejandro Reyes, economista de BBVA Research, coautor del documento, quedó claro que la cadena productiva ha mostrado un crecimiento notorio en Colombia y es el departamento del Meta, el que tiene casi el 30% de la producción nacional.  Le sigue el departamento del Cesar, ubicado en la región Caribe colombiana.

La producción ha crecido 6.3% en la última década y teniendo en cuenta el aporte que hacen a esa estadística, por zonas, primero destaca la zona oriental, le sigue el centro y luego el norte del país. El oriente y centro de Colombia aportaron el 77.4% de la producción en 2023. La zona que presenta más dificultad en producción es la de los Llanos, por la problemática del suelo: pasan 8 meses del año inundados y los otros cuatro meses experimentan una gran sequía.

Para junio de 2024 se reflejó una reducción de la producción en el oriente y centro del país, mientras que la zona norte mostró mejor rendimiento. Reyes dijo que “El alto rendimiento de la zona norte se explica por las características de esta: alta fertilidad de sus tierras, suelos planos y profundos y alta luminosidad; sin embargo, la intensidad del verano es una limitante para la producción”.

Cosecha de palma de aceite. Tomada de 
https://agriculturadelasamericas.com/
Consumo del aceite de palma

El informe, reseña que en el mundo el consumo de aceite vegetal creció en promedio 3,3% en la última década y en 2023 alcanzó un crecimiento del 4%. Además, el consumo de aceite de palma superó al de soya desde 2007 y se posiciona con un crecimiento superior en los últimos años como el aceite vegetal de mayor consumo mundial.

“Para 2023, el aceite de palma y palmiste significó el 41,8% del consumo total de aceite de origen vegetal, seguido del aceite de soya (30,3%), del de canola (12,2%) y del de girasol (7,9%). En el mundo, el aceite de palma representa el 34,5% del uso de aceites vegetales para consumo alimentario y el 49,6% de estos para uso industrial”, revela el estudio de BBVA.

Mirando el caso de Colombia, con datos a 2023, el aceite de palma destaca frente a sus competidores participando con un 77% en el consumo colombiano de aceite vegetal. Además, muestra un crecimiento promedio superior en el último lustro, con crecimientos positivos, mientras sus pares exhibieron decrecimientos.

“El consumo de aceite de palma para uso industrial creció más en Colombia que en el mundo. En 2023, el consumo industrial significó el 54% de la demanda”, comentó Laura Katherine Peña, economista de BBVA Research y coautora del informe.

Según los economistas, la demanda de aceite de palma se mantendrá de forma moderada en 2024, pero tendrá una recuperación el próximo año. Esto se debe a varios factores contrapuestos: por un lado, la industria de elaboración de aceites y grasas tendrá una dinámica negativa en 2024, junto con la industria de molinería, con mejoras en las dos para el 2025. Mientras tanto el transporte terrestre tendrá un buen comportamiento tanto para cierre del 2024 como para 2025.

¿Quiénes venden y quiénes compran en el mundo?

Los principales exportadores de aceite de palma son Indonesia y Malasia. En el top 10, Colombia fue el que más aumentó sus exportaciones en la última década. Por su parte, los principales importadores de aceite de palma son India, China, la Unión Europea y Pakistán, comprando el 49% del total exportado en el mundo.

Según datos oficiales, en Colombia, las exportaciones de aceite de palma alcanzaron los 592 millones de dólares en 2023, es decir, un 2,8% del total de las no tradicionales. “En la última década, la demanda externa ha ganado participación dentro de la producción nacional. En los últimos años, las exportaciones se moderaron en respuesta a la mejora en precios locales de aceite, que generaron un efecto sustitución”, precisó Peña.

Cultivos sostenibles, certificados y sanidad

De acuerdo con el informe, la tendencia es tener cultivos sostenible en la palma de aceite: En 2023, el 30,6% de áreas en Colombia tenían certificaciones ambientales lo que hace que el país sea el segundo país de América Latina con mayor producción certificada. Esta iniciativa es de suma importancia dada la mayor exigencia desde los principales compradores en torno a una cadena que respete el medio ambiente.

En Colombia, la mayor área certificada está en las zonas oriental y norte. En 2023, el 35% del área productiva y el 30% del total de la producción, contaban con certificación.

Por otra parte, el cultivo de la palma de aceite es susceptible a varias enfermedades, entre ellas la marchitez letal, el anillo rojo o la pudrición de cogollo. Estas enfermedades afectan de manera significativa la producción y en algunos casos causan la muerte del cultivo. Por esta razón, los procesos sanitarios en los cultivos de palma son tan importantes y las mejores prácticas en su manejo son centrales para mantener la productividad y salud de los cultivos.

El futuro del sector de palma de aceite

El cultivo de palma de aceite logra mayor productividad en torno al trópico, por lo que Colombia tiene una ubicación privilegiada para su desarrollo. Adicionalmente, es un cultivo con alta resiliencia a efectos climáticos, lo que lo hace apropiado para el clima característico de la geografía colombiana. Sin embargo, uno de los factores que lo potencializa es su alta productividad. Esta mayor productividad, con un cultivo bien manejado, brinda ventajas comparativas para el establecimiento del producto.

Por otra parte, la intensidad de uso de mano de obra es mayor que la que destinan otros cultivos, con una base de empleo más formal lo que contribuye a su vez al desarrollo social de las regiones donde se establecen estos cultivos.

Finalmente, en un contexto de transición energética, la utilización de biocombustibles, con menor contaminación, resulta central para alcanzar las metas y objetivos trazados.  En este frente, la alta productividad del aceite de palma crea una oportunidad singular para la expansión de su uso en biocombustibles, tanto a nivel nacional como internacional.

sábado, 23 de noviembre de 2024

Resultados operativos y financieros positivos reporta Promigas

  • Datos del tercer trimestre de 2024
  • La compañía trabaja en su posicionamiento como agente estratégico de la matriz energética en Colombia

Promigas avanza estratégicamente en el fortalecimiento de sus negocios core, impulsa nuevos negocios generadores de valor en el largo plazo, prioriza el crecimiento sostenible, la diversificación de negocios y geografías, y cumple con las metas y objetivos trazados para lograr una transición energética justa y responsable.

En materia de distribución de gas natural y energía eléctrica, al 30 de septiembre de 2024, se impactaron a 1,2 millones de personas con la conexión de 322.408 nuevos clientes. Con estos resultados, se alcanzaron los 7,1 millones de usuarios conectados, lo que representa cerca de 25 millones de personas que todos los días reciben los servicios de Promigas y empresas, mejorando su calidad de vida con la llegada de este energético.

En el negocio inclusivo de financiación no bancaria BRILLA, hasta el 3er trimestre, otorgaron 388.352 nuevos créditos para una colocación de $994.898 millones. 94% de los créditos fueron tomados por familias de estratos 1, 2 y 3. Hasta la fecha, y desde el inicio del programa en 2007, se han otorgado 5,9 millones de créditos.

En materia de transporte de gas natural, a septiembre de 2024, Promigas y su portafolio de compañías de transporte en Colombia lograron un volumen de gas natural transportado de 574 MPCD, lo que permitió cubrir el 57% de la demanda de gas nacional.

Por su parte, SPEC LNG, alcanzó cifras récord de regasificación con corte a septiembre del 2024, al recibir 2,4 millones de metros cúbicos de GNL adquiridos por las térmicas en el mercado internacional, acumulando 101 barcos recibidos desde el inicio de su operación a finales de 2016. Asimismo, SPEC LNG alcanzó los 91 días continuos de regasificación durante el 3er trimestre.

En cuanto a soluciones energéticas, de enero a septiembre 2024 ampliaron el portafolio hasta alcanzar 130,6 MW dentro de los cuales 82,5 MW corresponden a capacidad solar (39,46 MW operativos, 30,67 MW en construcción, 12,37 MW en cierre comercial).

En cuanto a resultados económicos, Promigas alcanzó una utilidad neta acumulada a nivel consolidado de $852.382 millones, ejecutó al 113% lo presupuestado (+13% vs. 2023), producto de la ejecución responsable de sus costos y gastos, y mejores resultados de las compañías filiales con respecto a 2023.

Asimismo, logró un EBITDA destacable, alcanzando los $1.905.829 millones (+12% vs. 2023) con una ejecución presupuestal del 110%.

En cuanto a ingresos consolidados, Promigas alcanzó un valor de $5.248.695 millones (+11% vs. 2023), correspondiente a una ejecución presupuestal del 100%. Lo anterior, principalmente por mayores ingresos por volúmenes transportados por Promigas y por regasificación registrados en SPEC, así como por la contratación de capacidad adicional de su infraestructura con el Grupo Térmico.

A nivel individual, Promigas reportó una utilidad neta de $854.704 millones, un EBITDA de $1.159.202 millones y unos ingresos de $899.291 millones, correspondientes a una ejecución presupuestal del 113%, 113% y 97%, respectivamente.

De esta forma Promigas ratifica su compromiso de seguir robusteciendo su oferta de valor a través de un crecimiento ordenado, responsable y sostenible. La empresa que está cumpliendo 50 años de operación, y su grupo de compañías, se destaca en la región de América Latina por ofrecer servicios confiables, eficientes e innovadores. De esta forma impulsa el progreso en Colombia y Perú, mejorando la vida a sus usuarios. 

Fuente: Comunicaciones Promigas

viernes, 22 de noviembre de 2024

Economía en Colombia: La inversión toma la delantera, pero el crecimiento sigue moderado

Mauricio Hernández, economista de 
BBVA Research

  • Análisis económico de BBVA Research

Por: Mauricio Hernández-Monsalve

El último dato del PIB para el tercer trimestre de 2024 dejó en evidencia una recuperación desigual en la economía colombiana. Mientras el crecimiento anual fue del 2,0%, y el acumulado del año hasta septiembre llegó al 1,6%, el desempeño trimestral mostró una desaceleración al registrar un avance de solo 0,2%, equivalente a una tasa anualizada del 0,8%. Este comportamiento refleja la moderación típica de una recuperación que aún enfrenta desafíos significativos.

El crecimiento de la inversión volvió a superar al del PIB por segundo trimestre consecutivo, lo que no se observaba desde 2022. Este dinamismo es una señal positiva de cambio estructural en los motores del crecimiento, dejando atrás la dependencia exclusiva del consumo. Sin embargo, no todas las áreas avanzaron al mismo ritmo: las obras civiles y la maquinaria lideraron, pero la inversión en vivienda continuó rezagada, limitando su potencial impacto en sectores como la manufactura y la minería.

El consumo privado mostró contrastes. Los bienes durables, impulsados por menores costos financieros, lideraron la recuperación, mientras que los no durables, como alimentos y ropa, registraron un crecimiento más moderado.

En contraste, los servicios, como educación y turismo, se desaceleraron, en línea con el ajuste a la baja esperado en el ciclo de este tipo de gastos.

Por otro lado, las exportaciones de servicios alcanzaron un nuevo máximo histórico, representando el 18% del total exportado, superando el 16% registrado en 2019. Este hito refleja el creciente rol de los servicios en la diversificación del comercio exterior colombiano. No obstante, el consumo público, que había sido clave en trimestres anteriores, registró caídas significativas, restando al crecimiento general.

Las perspectivas para el cierre del año son moderadamente optimistas, con un crecimiento proyectado del 2,0% para 2024. De cara a 2025, se anticipa una aceleración gradual impulsada por la inversión en obras civiles y maquinaria y el consumo de bienes. La economía seguirá fortaleciéndose de manera lenta pero sostenida, con la expectativa de que el sector de edificaciones se una a la recuperación en la segunda mitad de 2025, consolidando un mejor desempeño.

Fuente: Comunicaciones BBVA

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Si tiene dudas, no haga clic y evite ser víctima de robo de información

Daniel Baiz C, CEO de OneAxiom
La ciberseguridad se ha convertido en un pilar esencial para empresas y ciudadanos ante el aumento de ataques cibernéticos que comprometen infraestructuras críticas, servicios públicos y la información personal de millones de personas. Este fenómeno ha sido potenciado por la rápida digitalización y la adopción masiva de dispositivos móviles y tecnologías de internet de las cosas, lo que ha ampliado significativamente el panorama de amenazas y vulnerabilidades.

Según Daniel Baiz, CEO de OneAxiom, una empresa norteamericana especializada en ciberseguridad, las principales amenazas cibernéticas que enfrentan los colombianos son:

·  Phishing: Cuando los atacantes envían correos falsos que parecen legítimos para engañar a las personas y obtener información personal o contraseñas. Con el tiempo, esta técnica se ha vuelto más específica, enfocándose en personas concretas con mensajes personalizados. Normalmente son utilizados para acceder a información bancaria o similares, con el fin de extraer dinero ilícitamente.

·  Ransomware: En este tipo de ataque, los delincuentes bloquean el acceso a tus archivos o sistemas y exigen un rescate para liberarlos. Estos ataques se han vuelto más comunes y afectan a empresas grandes, pidiendo sumas de dinero muy altas.

·  Ataques DDoS: Consisten en abrumar un sitio web o servicio con una gran cantidad de tráfico, haciéndolo inaccesible para los usuarios. Estos ataques han crecido en tamaño y se realizan con redes de computadoras infectadas, para finalmente solicitar dinero para ser liberados del problema.

·  Ataques de día cero: Son ataques que explotan errores de software que los desarrolladores aún no conocen ni han solucionado. Son especialmente peligrosos porque aprovechan fallos de seguridad que no tienen una solución disponible. El objetivo es obtener acceso a datos confidenciales para luego venderlos en el mercado negro o exigir un rescate a cambio de devolver el control al propietario legítimo.

“Para evitar ser víctima de ciberataques, tanto personas como empresas deben seguir prácticas de seguridad robustas. Es crucial no hacer clic en enlaces ni descargar archivos de correos sospechosos, y siempre verificar la autenticidad de las comunicaciones antes de proporcionar información personal. Se deben mantener todos los sistemas y software actualizados, utilizar programas antivirus confiables y realizar copias de seguridad periódicas. Además, es recomendable usar servicios de mitigación para ataques DDoS, monitorear permanentemente el tráfico en busca de actividades inusuales, y aplicar parches de seguridad” añadió Baiz.

¿Cómo están respondiendo las instituciones gubernamentales y las empresas privadas ante el aumento de ciberamenazas en Colombia?

En respuesta al creciente riesgo cibernético, la inversión en ciberseguridad en Colombia ha aumentado significativamente en los últimos cinco años. Se proyecta que el mercado de ciberseguridad alcanzará los 1.01 mil millones de dólares en 2024 y crecerá a una tasa compuesta anual del 10.95%, alcanzando los 1.71 mil millones de dólares para 2029.

A nivel gubernamental, Colombia ha avanzado en la formulación de políticas más integrales de ciberseguridad. El gobierno está desarrollando estrategias nacionales para contrarrestar las amenazas informáticas crecientes, que incluyen directrices para proteger desde la infraestructura crítica hasta los datos personales y corporativos.

Además, se está promoviendo una creciente cooperación entre el sector público y el privado, reconociendo que la ciberseguridad requiere la participación activa de ambos sectores. Esta colaboración se enfoca en el intercambio de información sobre amenazas y en la implementación de mejores prácticas de seguridad.

Con el apoyo de organismos internacionales y la colaboración transfronteriza, Colombia busca fortalecer sus capacidades en ciberseguridad, incluyendo la formación del capital humano y la mejora de infraestructuras tecnológicas y de seguridad.

“Este aumento en la inversión en ciberseguridad y en las medidas de protección de datos refleja el compromiso tanto de las empresas como del gobierno por mitigar los crecientes riesgos cibernéticos. Se están implementando tecnologías avanzadas y promoviendo la capacitación continua para proteger no solo las infraestructuras críticas, sino también la privacidad de los ciudadanos. Al mismo tiempo.” Daniel Baiz, CEO de OneAxiom.


Fuente: OneAxiom

lunes, 18 de noviembre de 2024

Presidente de Colombia propone acabar poder de veto en Consejo de Seguridad de ONU

Gustavo Petro, presidente de Colombia, durante la Cumbre
de Líderes del G-20 en Brasil
Se debe acabar el poder de veto en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), como parte de la necesidad de un cambio de gobernanza mundial.  Así lo propuso el presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante su participación en la Cumbre de Líderes del G-20, que se realiza en Río de Janeiro, Brasil

Petro expresó que “ese ese cambio de gobernanza es fundamental para la construcción de una democracia global, y, sobre todo, para eliminar guerras, para eliminar el crecimiento del hambre y para garantizar la vida en el planeta Tierra”.

El mandatario colombiano ya se había referido a la necesidad de transformación de las Naciones Unidas, cuando en febrero pasado, durante la Conferencia de Seguridad en Munich, Alemania, dijo que “no es posible que hoy la inmensa mayoría de la humanidad vote contra la guerra y haya poder de veto de quienes tienen las armas. Eso no se llama democracia”, subrayó.

¿Qué es el poder de veto?

El Consejo de Seguridad, que tiene como responsabilidad el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, es uno de los seis órganos principales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

A finales de la Segunda Guerra Mundial, a China, Francia, la Federación de Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos se les otorgó un poder de voto especial, conocido como el “poder de veto”.

En este sentido, se acordó que en caso de que uno de estos países ejerciera su poder de veto dentro del Consejo de Seguridad, de acuerdo con eso la resolución o decisión no se aprobaría.

Según explica la ONU, los cinco miembros permanentes en uno u otro momento han ejercido el derecho de veto, algunos con más frecuencia que otros, y en momentos particulares dentro de ese período.

Decisiones de las COP deben ser obligatorias

De otro lado, el presidente Petro consideró que, como parte de la citada reforma a la gobernanza mundial, se debe buscar que “las COP climáticas sean vinculantes, es decir que tomen decisiones obligatorias para los países, tomadas por votación mayoritaria”.

En la actualidad, Colombia participa en la COP29 que se realiza en Azerbaiyán, donde propuso un pacto de alivio de deuda a 10 años que permita a los países en desarrollo invertir en la transición climática.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Colombia propone reforma financiera y alivio de deuda por 10 años para afrontar desastres naturales

Ante la crisis climática de este año, que ha originado graves inundaciones en el país –con más de 232 mil damnificados y pérdidas millonarias-, la ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad dijo que es necesario consolidar un nuevo pacto global de financiación climática para apoyar a países en desarrollo.

Muhamad, quien participa en el 6º Diálogo Ministerial en Finanzas Climáticas, realizado en el marco de la COP29 de cambio climático en Bakú, llamó a una reforma urgente del sistema financiero teniendo en cuenta la crisis de deuda y la urgencia de mitigar los impactos del cambio climático, que se ha agudizado en países como Colombia.  Recalcó que con un aumento de 1,5°C de la temperatura de la Tierra este año y sin una acción contundente, la situación empeorará.

“Los primeros seis meses de 2024 han costado 41.000 millones de dólares en pérdidas relacionadas con el clima y esto con un aumento global de apenas 1,1 grados Celsius. Nos enfrentamos al primer año de 1,5 grados, y el costo de la inacción aumentará exponencialmente si no intensificamos las acciones de mitigación y adaptación”, declaró Muhamad

Con un llamado a la comunidad internacional, Muhamad subrayó la necesidad de establecer un nuevo marco de financiación cuantificado y justo, adecuado a la realidad climática. Este objetivo debe reconocer que, a menor inversión en mitigación, mayor será la necesidad de destinar recursos para compensar las pérdidas y daños y reveló que el acceso a capital para los países más afectados por la crisis climática es dramático.

“Nuestro acceso al capital cuesta 10 veces más que el de cualquier país desarrollado debido a la crisis de deuda. Esta falta de acceso limita la inversión en una transición justa”, explicó, destacando cómo las evaluaciones de riesgo aumentan los costos financieros y limitan el desarrollo de proyectos de sostenibilidad en países en desarrollo, los más vulnerables al cambio climático, como Colombia.

La propuesta del nuevo plan financiero

La ministra propuso cinco puntos clave para transformar la financiación climática de manera equitativa:

  • Un pacto de alivio de deuda a 10 años que permita a los países en desarrollo invertir en la transición climática.
  • Cambios en las políticas de los Bancos de Desarrollo Multilateral (NDBs) para facilitar el acceso a recursos.
  • Implementación de impuestos globales que movilicen capital privado y lo conviertan en financiación pública.
  • Distribución directa de fondos a los espacios fiscales nacionales en lugar de agencias de desarrollo que, según Muhamad, complican la transparencia.
  • Transparencia y un incremento drástico de la inversión pública como base para apalancar la inversión privada en acciones climáticas.

Finalmente, la ministra Muhamad, instó a la comunidad global a replantear sus políticas financieras en beneficio de una financiación climática justa y eficaz. “Es hora de que se establezca un nuevo objetivo equitativo y justo de financiación para enfrentar esta crisis climática. Solo podremos hablar de justicia climática si multiplicamos la inversión pública y facilitamos el acceso al capital para los países en riesgo, de no revertir la trayectoria actual, el mundo se dirige hacia un aumento de temperatura de hasta 3 grados Celsius, lo que acarreará devastadores costos económicos y sociales para todo el planeta”, concluyó.

lunes, 4 de noviembre de 2024

Precios mundiales de productos básicos caerán de aquí a 2026 dice Banco Mundial

  • Datos del informe “Perspectivas de los mercados de productos básicos” del Banco Mundial
  • Banco Mundial dice que se debe a un excedente histórico de petróleo

Refinería de petróleo.
Foto tomada de https://www.istockphoto.com/
La última edición del informe Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos) del Banco Mundial, indica que los precios internacionales de los productos básicos caerán en 2025 a su nivel más bajo en cinco años, debido a un exceso de petróleo tan grande que probablemente incluso limite los efectos que provocaría un conflicto más generalizado en Oriente Medio.  A pesar de ello, estos precios seguirán siendo aproximadamente un 30 % más altos que en los cinco años anteriores a la pandemia de COVID‑19.

Se prevé que en 2025 la oferta mundial de petróleo supere la demanda en un promedio de 1,2 millones de barriles diarios, un excedente que solo se ha superado dos veces antes: durante los cierres derivados de la pandemia en 2020 y durante el colapso de los precios del petróleo, en 1998.

El nuevo exceso de oferta refleja en parte un cambio importante en China, donde la demanda de petróleo se ha estancado prácticamente desde 2023 como consecuencia de la desaceleración de la producción industrial y el aumento de las ventas de vehículos eléctricos y de camiones propulsados a gas natural licuado. Además, se espera que varios países que no forman parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo o de sus aliados (OPEP+) aumenten su producción de petróleo. La propia OPEP+ mantiene una importante capacidad de reserva, que asciende a 7 millones de barriles diarios, casi el doble que en vísperas de la pandemia, en 2019.

Se espera que, entre 2024 y 2026, los precios mundiales de los productos básicos se desplomen casi un 10 %. En el caso de los alimentos, caerán un 9 % este año y un 4 % adicional en 2025 antes de estabilizarse. De todos modos, sus valores seguirían casi un 25% por encima del nivel promedio registrado entre 2015 y 2019. También se espera que caigan precios de la energía en un 6% en 2025 y otro 2% en 2026. La baja de los precios de los alimentos y la energía debería facilitar a los bancos centrales el control de la inflación. Sin embargo, una escalada de los conflictos armados podría complicar esos esfuerzos al interrumpir el suministro de energía y hacer subir los precios de los alimentos y la energía.

“La caída de los precios de los productos básicos y la mejora de las condiciones de la oferta pueden servir como factor de amortiguación frente a las crisis geopolíticas”, afirmó Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial. “Pero no lograrán aliviar las penurias que generarán los altos precios de los alimentos en los países en desarrollo, donde la inflación de esos precios duplica la de las economías avanzadas. Los precios altos, los conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos y otras perturbaciones han provocado que más de 725 millones de personas sufrieran inseguridad alimentaria en 2024”.

Durante el último año, el conflicto en Oriente Medio ha provocado una considerable volatilidad en los precios del petróleo, en particular debido a la preocupación por los daños que podría sufrir la infraestructura de petróleo y gas de los principales productores de productos básicos si el conflicto se intensificara. Si esto no sucede, se espera que el precio promedio anual del crudo Brent caiga de los USD 80 por barril registrados este año a los USD 73 en 2025, su valor mínimo en los últimos cuatro años.

En el informe del Banco Mundial también se evalúa lo que podría suceder si el conflicto se intensificara, y específicamente, si resultara en una reducción del suministro mundial de petróleo del 2%, o 2 millones de barriles por día para fines de este año. Esto supondría una interrupción de una escala similar a la que se generó con la guerra civil de Libia en 2011 y con la guerra de Irak en 2003. Si se produjera una perturbación similar, los precios del Brent aumentarían bruscamente en un principio hasta alcanzar un máximo de USD 92 el barril. Sin embargo, los productores de petróleo que no se vean afectados por el conflicto podrían responder rápidamente incrementando la producción. En consecuencia, el alza de los precios podría durar relativamente poco, con un promedio de USD 84 el barril en 2025. Ese valor, de todos modos, se ubicaría un 15% por encima del pronóstico de referencia para 2025, pero sería solo un 5% más alto que el promedio de 2024.

“La buena noticia es que la economía mundial parece estar mucho mejor preparada que antes para hacer frente a una crisis petrolera importante”, dijo Ayhan Kose, economista en jefe adjunto y director del Grupo de Perspectivas del Grupo Banco Mundial. “Esto abre oportunidades poco frecuentes para quienes se encargan de formular políticas en las economías en desarrollo. En primer lugar, la caída de los precios de los productos básicos puede ser un complemento útil de la política monetaria para lograr que la inflación vuelva a los valores establecidos como meta. En segundo lugar, los responsables de formular políticas tienen una oportunidad para reducir los costosos subsidios a los combustibles fósiles”.

Se espera que el precio promedio del oro, una opción popular entre los inversionistas que buscan un “refugio seguro”, alcance un valor récord este año, elevándose un 21% sobre el promedio de 2023. El oro ocupa una categoría especial entre los activos, ya que a menudo sube de precio durante períodos de incertidumbre geopolítica y normativa, como los conflictos. Se prevé que, en los próximos dos años, sus precios se mantengan un 80 % por encima del promedio de los cinco años anteriores a la pandemia de COVID-19, y solo disminuyan ligeramente. Por su parte, el precio de los metales industriales se mantendrá estable en 2025‑2026, ya que la debilidad del sector inmobiliario de China se verá compensada con las limitaciones de la oferta y el aumento de la demanda de algunos metales derivada de la transición energética. Sin embargo, si el crecimiento de China muestra resultados inesperados, podría generarse volatilidad en los mercados de metales.

En una sección especial del informe se examinan las razones por las cuales las fluctuaciones de los precios de los productos básicos a nivel mundial estuvieron tan sincronizadas durante la pandemia y en el período posterior. Allí se concluye que dichos precios se movieron a la par durante el período 2020‑2023 debido a las repercusiones económicas mundiales de la pandemia y de las crisis de gran escala relacionadas con productos básicos específicos, como la invasión de Rusia a Ucrania. Los aumentos sincronizados de precios tienden a conducir a una mayor inflación y a un menor crecimiento económico a nivel mundial. Durante el último año, aproximadamente, los movimientos de precios se han vuelto menos sincronizados.

Fuente: Comunicado de prensa Banco Mundial