lunes, 30 de agosto de 2021

AFGANISTÁN. 12 preguntas para entender qué está pasando en Afganistán



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Lo que está pasando en Afganistán...

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12 preguntas para entender qué está pasando en Afganistán

12 preguntas para entender qué está pasando en Afganistán


Por: Daniel Zamora Quiroga // Fotografía: Agencia Anadolu / Aykut Karadag

¿Qué pasó con la ocupación estadounidense en Afganistán? ¿Qué sistema de gobierno rige en este país? Estas y otras dudas las resuelve Felipe Medina Gutiérrez, profesor de Estudios de Medio Oriente en la Pontificia Universidad Javeriana.

Después de 20 años, Estados Unidos retiró todas sus tropas de Afganistán. El talibán retomó el poder. Miles de ciudadanos afganos huyen de su país como pueden. En la prensa y las redes sociales hay sobreinformación que puede llegar a confundir a quienes no le han seguido la pista a lo que ocurre en esa parte de Oriente Medio.

Por eso Felipe Medina Gutiérrez, magíster en Estudios de Asia y África, con especialidad en Medio Oriente por El Colegio de México y profesor de Estudios de Medio Oriente en la Facultad de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana, responde doce preguntas claves para acercarse al tema.

Afganistan: Avion s više od 200 turskih državljana poletio iz Kabula

(Aykut Karadağ – Agencia Anadolu)

¿Qué es el talibán?

El grupo o movimiento talibán es una organización que tiene presencia en Afganistán y Pakistán, se fundó en 1994 (aunque tiene antecedentes en años anteriores, particularmente desde el impacto de la invasión de la Unión Soviética a Afganistán en 1979 para salvar al gobierno del PDPA -Partido Democrático Popular de Afganistán que ocupaba el poder un año antes-). Ello provocó el surgimiento de los famosos muyahidín (singular muyahid), quienes conformaron una amalgama de grupos. De allí saldría el futuro liderazgo talibán, participante de la guerra civil afgana hasta el 2001.

Para entender el credo del talibán a nivel religioso, es necesario considerar diversas fuentes. Su visión ultraconservadora es producto de la influencia del pensamiento wahabí (ideología sectaria con un discurso violento y fundacional del Reino de Arabia Saudí, vigente a pesar de las recientes reformas), de una interpretación de la escuela Deobandi (fundada en India en 1867) y de elaboraciones propias interpretativas de las fuentes del islam que a menudo contradicen los textos sagrados. Para entender al talibán también es necesario considerar elementos del pashtunwali, código de conducta de la comunidad pashtún (aunque haya pashtúnes en contra del talibán).

Como observamos, el reto en entender a este grupo que tiene una elaboración precaria a nivel ideológico, no es solo a partir del islam (que es supremamente diverso) sino de considerar otras variables, incluso el entorno de guerra afgano.

¿Por qué el talibán está ahora en el poder?

Son muchas las razones. Algunas de ellas son, por ejemplo, que el grupo, contrario a lo comúnmente establecido, no fue eliminado ni erradicado en 2001 cuando Estados Unidos invadió el país. Si bien fue desplazado de los principales centros urbanos, como Kabul, permaneció en zonas rurales restructurándose y aguardando un momento propicio para iniciar ofensivas militares.

Así, por ejemplo, en el 2006 el talibán retomó actividades militares. En 2014, con el plan de retiro de tropas anunciado por Barack Obama, el grupo siguió creciendo y consolidando una guerra de desgaste que alternó con diálogos tendientes a un proceso de negociación.

Para explicar la toma del poder en el 2021 hay que tener en cuenta este periodo de 20 años, pero también que en realidad no había fuerzas armadas afganas fuertes y consolidadas. Muchos soldados decidieron simplemente evitar el combate (no veían el propósito), algunos se aliaron con el talibán y otros, simplemente con la salida de EE. UU., no creían en el gobierno afgano de Ashraf Ghani.

El gobierno de Ghani y el del anterior presidente, Hamid Karzai, son importantes aquí porque el talibán se benefició del fracaso de estas administraciones, de sus múltiples señalamientos de corrupción (incluso de vínculos con el mercado ilegal del opio), ineficacia y de no crear un ambiente económico próspero y favorable para todos los habitantes del país.

¿Ya habían tenido el poder antes?

Así es. De esa experiencia derivan los grandes miedos de los afganos y habitantes de otros países del mundo. Se trató, en el contexto de la guerra civil, de poder territorial de 1996 a 2001. Ese periodo fue el escenario de grandes sucesos de crímenes y opresión a distintas comunidades.

¿Por qué numerosos ciudadanos afganos huyen de su país?

Por miedo, precisamente, al retorno de un talibán agresivo y opresor y porque no comparten o no desean vivir bajo este grupo.

Kabul: Brojni Afganistanci čekaju ispred aerodroma u želji da napuste zemlju

(Aykut Karadağ – Agencia Anadolu)
 

¿Qué sistema de gobierno rige en Afganistán?, ¿quién queda a la cabeza?

Luego de la consolidación en el poder del grupo talibán, por lo que es prematuro afirmar qué tipo de sistema rige. Lo que sí se ha escuchado estos días, directamente de sus portavoces, es que sin duda la forma de gobierno será la de un Emirato Islámico, en cuya cúspide del poder muy seguramente estará el emir Haibatulá Ajundzada. Inferimos que tendrá importante presencia en la toma de decisiones.

El sistema de shuras (o consejos) también será interesante, a la par de probablemente las yirga o asambleas tribales afganas. Está por verse qué tipo de sistema establecerán. En el fondo, también considero que sí han entendido y sabido leer el Afganistán de hoy, no podrán gobernar solos, así que la inclusión de otros sectores sociales y políticos será crucial para su estabilidad y permanencia.

¿Qué tiene que ver Estados Unidos en Afganistán?

Como lo mencioné anteriormente, Estados Unidos intervino en los asuntos afganos en múltiples ocasiones. Las más representativas sin duda fueron su apoyo logístico, financiero y militar a los muyahidín por intermedio de Arabia Saudí y Pakistán (servicio de Inteligencia) para combatir a la

Unión Soviética. Entre estos grupos había sectores integristas islámicos que Washington cobijó sin importarles su ideología sectaria y violenta, pero que fueron llamados “luchadores de la libertad” en diferentes posters publicitarios, lo que se puede reflejar en la participación del personaje Rambo en su tercera entrega fílmica.

Posteriormente, hacia el 2001, el país intervino para eliminar la presencia de al-Qaeda en Afganistán, que había sido permitida por el entonces mulá Omar, pero todo bajo la bandera de la venganza (paradójicamente ningún afgano participó del ataque aéreo a las Torres Gemelas del 11 de septiembre), de salvar a la mujer afgana y de la democracia. Todo esto fue una gran farsa, lastimosamente.

¿En qué consistió el Acuerdo para traer la Paz a Afganistán o Acuerdo de Doha?

En los diálogos de Doha, llevados a cabo en años recientes, desde la era de Barack Obama, Estados Unidos aceptó que no podía derrotar al talibán, que sumado a su deseo de retirarse de Afganistán, propuso un diálogo con este grupo que sería materializado por la administración de Donald Trump y apoyado luego por Joe Biden.

En general, supuso que EE. UU. se retiraría del país pero que el talibán se comprometería a no atacar a Washington ni permitir que en territorio afgano se estableciera un grupo que atente contra Estados Unidos o sus intereses. Como vemos, es una aceptación expresa y de “luz verde” para que el talibán tomara el poder mientras también argumentaban la necesidad de un diálogo con el gobierno afgano de turno (al que no invitaron).

Miles de personas huyen de zonas tomadas por los talibanes en Afganistán

KABUL, Afganistán, agosto 11. Miles de familias desplazadas llegan a Kabul, Afganistán. A pocos días de que Estados Unidos complete el retiro total de sus tropas, anunciado para el 31 de agosto, el terror de los talibanes se vuelve a tomar el país asiático. De acuerdo con reportes oficiales, hoy controlan seis ciudades y se disputan otras cinco. Aproximadamente 30.000 familias han sido desplazadas debido a los enfrentamientos entre el Gobierno afgano y los talibanes en las provincias del norte. ( Haroon Sabawoon – Agencia Anadolu )

El talibán ha hablado de una transición pacífica al poder, ¿esto ha sido así?

Si realizamos una comparación con la experiencia del año de 1996, cuando el talibán capturó Kabul, ejecutó al exgobernador Muhammad Nayibulá (exhibiendo su cuerpo en las calles), además de apedrear mujeres, practicar ejecuciones en estadios, reprimir a minorías y cortar extremidades de ciudadanos acusados de hurto, lo que vemos (por el momento) es una transición de tensa calma sin derramamiento de sangre. Esto al margen de las imágenes de caos en el aeropuerto de Kabul, que son estremecedoras, algunas protestas esporádicas y el reporte de una mujer asesinada. Muchas mujeres afganas están viviendo un infierno.

¿Qué opina la comunidad internacional de esta transición del poder?

Soy un crítico del concepto “comunidad internacional”, pues no sé si incluye a todas las naciones y pueblos del mundo o más bien a Estados Unidos y Europa occidental. Lo que hemos observado es una aceptación tácita de poderes como Rusia, China y el mismo Estados Unidos desde los diálogos de Doha. A nivel regional, vecinos como Irán, Pakistán e India no han manifestado su oposición a la llegada del poder del talibán.

¿Un gobierno talibán limita las libertades de las mujeres?

Si nos basamos en el talibán de 1996 sin duda no solo limita sino elimina libertades de las mujeres, que de hecho están consagradas por la religión del islam (de allí una de sus más grandes contradicciones).

Considero que el o la lectora de esta entrevista se proponga pensar: ¿Será el mismo talibán de hace más de 20 años? ¿Algo pudo haber cambiado? Si nos basamos en sus pronunciamientos de estos días, que nadie cree, incluyéndome, al parecer hay una nueva lectura de la realidad. Prometieron libertad de actuar de las mujeres pero bajo la difusa consigna de “los límites de Sharía” (que no traduce ley como se asegura en algunos medios de comunicación, sino como camino o sendero trazado por Dios para sus fieles).

Contrario a lo que podríamos encontrar en redes sociales, Afganistán antes del talibán (en este mes de agosto), tampoco era el país liberal del que todos elocuentemente hablan. Había restricciones a la mujer, especialmente en los ámbitos rurales, pues estamos ante una sociedad conservadora, que claro, tuvo algún avance en estos 20 años, (algunas mujeres pudieron ejercer el periodismo, ir a las escuelas, hubo una embajadora de Afganistán en Estados Unidos) pero está lejos de ser significativo. Desde el seno de las familias ya comienzan las restricciones.

La gente solo analiza Kabul, pero las zonas rurales, (entre 75 % y 80 % del país) está habitado por gente muy conservadora.

Miles de personas huyen de zonas tomadas por los talibanes en Afganistán

( Haroon Sabawoon – Agencia Anadolu)

¿Qué cambios se esperan en el corto plazo en la sociedad afgana?

Una mayor implementación de medidas ultraconservadoras en espacios urbanos, donde se sentirá más el cambio y lastimosamente el declive de la libertad de expresión, que incluso durante la época de la ocupación estadounidense, Afganistán era uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.

En contexto de desinformación y opinadores que no han estudiado el tema, ¿a quiénes se puede acudir por información verídica de lo que está sucediendo?

Afganistán es un país complejo pero no por ello imposible de entender. Hasta la persona más conocedora de los aspectos de Afganistán debe regresar de nuevo a los apuntes y la historia, pues además de ser tremendamente extensa (y por eso nos sirve para leer el presente), el país es multiétnico con tradiciones religiosas diversas a considerar.

No creo en el monopolio del saber de los denominados “expertos”, pues desconfío de ellos, pero si el o la lectora tiene una comprensión básica del país, puede acudir por ejemplo, al menos, a publicaciones científicas que logran un filtro en las ideas plasmadas. Estamos en una época donde cualquiera puede difundir una idea en las redes y el público termina replicando. Hay que profundizar, complejizar y debatir siempre. Invito al o la lectora de esta entrevista, siempre a contrastar todas las opiniones expresadas.

Sin embargo, quisiera recomendar el trabajo de Clarissa Ward, corresponsal de CNN en Afganistán que está reporteando todos los días, con información sobre el terreno y en un idioma accesible (inglés). Seguramente ella seguirá reporteando hasta cuando se lo permitan. También sugiero visitar la página de Al Jazeera en inglés o ver sus transmisiones en Facebook y en Youtube.

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