jueves, 18 de febrero de 2021

Del comportamiento humano depende que no se acabe nuestro planeta

  • Resultados del estudio “Hacer las paces con la naturaleza” del PNUMA
  • Hay que hacer cambios urgentes
Foto tomada de news.un.org

Si los seres humanos no cambiamos nuestro comportamiento frente al cuidado de la naturaleza, dentro de poco tiempo viviremos en un planeta mucho más inhóspito que afectará a toda la población, pero especialmente a los más pobres.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) presentó el estudio “Hacer las paces con la naturaleza” a cargo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que demuestra que el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la contaminación han puesto en peligro la vida humana.

En los últimos 50 años, según el estudio, la economía mundial se ha quintuplicado basándose en una extracción de recursos naturales y energía, que se multiplicó por tres durante el mismo periodo. La población mundial ahora es de 7.800 millones de personas, de las cuales 1.300 millones son pobres y 700 millones sufren hambre.



Los científicos a cargo del estudio anotan que esta situación es insostenible y el futuro del hombre depende de su relación y cuidado con un planeta que es finito, de lo que queda de sus recursos y de la protección y restauración de sus sistemas, así como de los tiempos naturales de autorrenovación y absorción de desechos.

En conclusión, la única forma de aliviar la pobreza, garantizar alimentación y salud para los habitantes de la tierra y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es ponerle fin al deterioro ambiental en todas sus formas.

Cambios urgentes

El PNUMA dice en su informe que hay que cambiar la forma de comer, de generar energía, de transportarse, de valorar la producción económica, de cultivar y de consumir bienes.

Los sistemas sociales, económicos y financieros actuales no brindan incentivos para gestionar los recursos protegiendo los ecosistemas, cuya degradación aumenta el riesgo de que los patógenos pasen de los animales a los humanos. Esta es una lección que debe quedar bien aprendida con la pandemia del COVID-19.

El informe pide acabar con el uso de combustibles fósiles y eliminar los subsidios a las industrias extractoras y productoras de ese y los demás sectores que degraden el medio ambiente. También recomiendan a los gobiernos gravar el uso dañino de los recursos naturales, no el trabajo o la producción.



En resumen, estas son algunas acciones recomendadas por los autores del estudio “Hacer las paces con la naturaleza”:

Los gobiernos: Incluir capital natural en las medidas de desempeño económico, poner un precio al carbono y reorientar billones de dólares que actualmente se destinar a subsidiar los combustibles fósiles o la agricultura y el transporte no sostenibles, hacia soluciones bajas en carbono.

Las organizaciones internacionales: Pueden promover el enfoque de Una sola salud (que considera la salud humana, animal y ambiental en conjunto) y metas internacionales ambiciosas para la biodiversidad, como las redes de áreas protegidas más amplias.

Las organizaciones financieras podrían dejar de extender préstamos a proyectos de combustibles fósiles y desarrollar mecanismos de financiamiento innovadores para la conservación de la biodiversidad y la agricultura sostenible.

Las organizaciones no gubernamentales pueden crear redes de diversos actores para garantizar su plena participación en las decisiones sobre el uso sostenible de los recursos.

Las organizaciones científicas pueden proponer tecnologías y políticas de punta para reducir las emisiones de carbono, aumentar la eficiencia de recursos y elevar la resiliencia de ciudades, industrias, comunidades y ecosistemas.

Y finalmente, las personas pueden reconsiderar su relación con la naturaleza, aprender acerca de la sostenibilidad, cambiar sus hábitos para reducir el desperdicio de alimentos, agua y energía, y adoptar dietas más saludables.



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