- Resultados del estudio “Hacer las paces con la naturaleza” del PNUMA
- Hay que hacer cambios urgentes
Si los seres humanos no
cambiamos nuestro comportamiento frente al cuidado de la naturaleza, dentro de
poco tiempo viviremos en un planeta mucho más inhóspito que afectará a toda la
población, pero especialmente a los más pobres.
La Organización de Naciones
Unidas (ONU) presentó el estudio “Hacer las paces con la naturaleza” a
cargo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que demuestra
que el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la contaminación han
puesto en peligro la vida humana.
En los últimos 50 años,
según el estudio, la economía mundial se ha quintuplicado basándose en una extracción
de recursos naturales y energía, que se multiplicó por tres durante el mismo
periodo. La población mundial ahora es de 7.800 millones de personas, de las
cuales 1.300 millones son pobres y 700 millones sufren hambre.
Los científicos a cargo
del estudio anotan que esta situación es insostenible y el futuro del hombre
depende de su relación y cuidado con un planeta que es finito, de lo que queda
de sus recursos y de la protección y restauración de sus sistemas, así como de
los tiempos naturales de autorrenovación y absorción de desechos.
En conclusión, la única
forma de aliviar la pobreza, garantizar alimentación y salud para los habitantes
de la tierra y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es ponerle
fin al deterioro ambiental en todas sus formas.
Cambios urgentes
El PNUMA dice en su informe que hay que cambiar la forma de comer, de generar energía, de transportarse, de valorar la producción económica, de cultivar y de consumir bienes.
Los sistemas sociales,
económicos y financieros actuales no brindan incentivos para gestionar los recursos
protegiendo los ecosistemas, cuya degradación aumenta el riesgo de que los
patógenos pasen de los animales a los humanos. Esta es una lección que debe
quedar bien aprendida con la pandemia del COVID-19.
El informe pide acabar con
el uso de combustibles fósiles y eliminar los subsidios a las industrias
extractoras y productoras de ese y los demás sectores que degraden el medio
ambiente. También recomiendan a los gobiernos gravar el uso dañino de los
recursos naturales, no el trabajo o la producción.
En resumen, estas son
algunas acciones recomendadas por los autores del estudio “Hacer las paces
con la naturaleza”:
Los gobiernos: Incluir capital natural en las medidas de
desempeño económico, poner un precio al carbono y reorientar billones de dólares
que actualmente se destinar a subsidiar los combustibles fósiles o la
agricultura y el transporte no sostenibles, hacia soluciones bajas en carbono.
Las
organizaciones internacionales: Pueden promover el enfoque de Una sola salud (que
considera la salud humana, animal y ambiental en conjunto) y metas
internacionales ambiciosas para la biodiversidad, como las redes de áreas
protegidas más amplias.
Las
organizaciones financieras podrían dejar de extender préstamos a proyectos de combustibles fósiles
y desarrollar mecanismos de financiamiento innovadores para la conservación de
la biodiversidad y la agricultura sostenible.
Las
organizaciones no gubernamentales pueden crear redes de diversos actores para garantizar su plena participación
en las decisiones sobre el uso sostenible de los recursos.
Las
organizaciones científicas pueden proponer tecnologías y políticas de punta para reducir las
emisiones de carbono, aumentar la eficiencia de recursos y elevar la
resiliencia de ciudades, industrias, comunidades y ecosistemas.
Y finalmente, las
personas pueden reconsiderar su relación con la naturaleza, aprender
acerca de la sostenibilidad, cambiar sus hábitos para reducir el desperdicio de
alimentos, agua y energía, y adoptar dietas más saludables.
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