domingo, 18 de septiembre de 2016

Lo que pienso de los Acuerdos de La Habana Por: José María Restrepo Mendoza

Qué bueno leer este mensaje de Jose...
José María Restrepo Mendoza...
Con él hemos trabajado en el RADAR. Lideramos un equipo de fútbol en un campeonato de los Medios de Comunicación en Barranquilla. Hemos compartido momentos agradables en nuestra vida profesional y ahora leer este texto, que sé que lo sacó del alma, me complace.

Y lo digo porque se nota el compromiso con el país que tanto queremos: COLOMBIA. 
Sin rencores y consciente que la paz es el camino.

A José, la guerrilla le quitó una de las cosas más valiosas de su vida; la vida de uno de sus hermanos. Y leerlo siento que le enseñará a quienes consideran que el No es lo mejor.

Nadie más que Jose para hablar de perdón y reconciliación.

Un abrazo hermano. 
¡Qué bueno leer lo que escribiste!...

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Lo que pienso de los Acuerdos de La Habana

Una oportunidad que brinda la injustificada Guerra, para que pongamos de nuestra parte un granito de arena en la creación de un Camino hacia la Paz anhelada.

Entender conscientemente y desprendidos de odios, resentimientos, temores y pasiones, que no será la Paz definitiva y mejor diseñada, si no la concebimos con amor, solidaridad y compromiso de un colombiano de bien.

Saber que no va a ser un proceso fácil, que muy seguramente va a tener muchos tropiezos, ataques, cuestionamientos y hasta seguimientos permanentes para caerle encima ante cualquier traspiés por mínimo que sea. Pero lo ideal es seguir adelante y enderezar el rumbo ante equívocos que puedan presentarse.

El logro o la meta proyectada, siempre tendrá que ser tener un país verdaderamente libre, en armonía, basado en la justicia social, la equidad, el respeto a la vida y al concepto de cada uno de los ciudadanos, donde la democracia no nos separé, sino que por el contrario nos una en la libre expresión y el reconocimiento a saber perder o ganar, saber elegir o abstenerse.

La divergencia de opiniones, posturas, ideologías y pensamiento político, sea tomada con un fundamento más de la democracia y el pluralismo conceptual, sin perder el horizonte de una sociedad civilizada y humanizada, donde el factor esencial es la persona y su bienestar.
Que el desarrollo de nación nos cobije a todos, y no sólo para quienes ostentan el poder político, económico, cultural o intelectual, sino para todo aquel que lo requiera, todo miembro de una sociedad sea beneficiado.

Que los problemas sociales disminuyan al grado máximo y las desigualdades no sean tendencias marcadas, que clasifiquen al ciudadano por tener o no tener.
 
Durante mucho tiempo los colombianos hemos soñado con un país en paz, sin voladuras de nuestra infraestructura petrolera, vial e institucional, sin ¨pescas milagrosas¨, sin ¨vacunas¨ a empresarios e industriales, sin atentados con bombas y petardos, o emboscadas a nuestros cuerpos de seguridad institucional.

Pero también hemos soñado con una nación libre de corrupción, que es un mal, tan malo como la confrontación armada, el narcotráfico y terrorismo. La corrupción, el clientelismo, el chantaje y el favorecimiento ilícito con los bienes del Estado, han corroído tanto las bases de nuestra sociedad, que han terminado condescendiendo la ilegalidad y la injusticia.

Este es un momento histórico para Colombia, como ente soberano, pero también debe ser fundamental para los ciudadanos, que queremos vivir en armonía.
Sé que existen dudas por los puntos acordados, la participación en política, la aplicabilidad de una justicia especial, la seguridad que requieren, la reforma rural integral, en fin, los 6 puntos concertados en La Habana, pero es que en todo proceso de desmovilización y acuerdo de paz en cualquier país del mundo, entre el gobierno y la disidencia, siempre los ha habido. Nadie se sienta en una mesa de negociaciones para perder, sino para confluir en propuestas y pretensiones que se acerquen al punto de equilibrio, y para ello, se requieren cambios estructurales de Estado y aportaciones de la ciudadanía.

El Plebiscito para refrendar los Acuerdos de La Habana, si sale ganador, no debe entenderse como la victoria del presidente y las Farc, acompañada de los partidos políticos que gozan de la ¨mermelada¨, como tampoco debe entenderse como la derrota de quienes optan por el No a conciencia, o de aquellas personas o grupos políticos huérfanos del poder y de las delicias del erario público.
Ni tanto para lo uno, ni tanto para lo otro, todo debe ser para el fortalecimiento de una democracia pura y sincera, así como para el beneplácito de un pueblo sometido a muchas atrocidades durante más de 50 años, y que a pesar de todo, sigue incólume en su sueño de vivir en un país mejor.

Termino diciendo que, para quienes que creen que el voto por el SI, es entregar el país a la izquierda o a los terroristas, les digo es una oportunidad, todo depende como la miremos y que de verdad hagamos cada uno de nosotros para cambiar, sería algo así como un acto de contrición, de mejorar y enderezar el rumbo, pensar más que en el bien personal, en el colectivo.
Entiendo que el cese del conflicto armado mediante acuerdos pacíficos y concertados, debe llevarnos a un proceso lento y denodado para una Paz, que aunque en comienzo no sea la definitiva e ideal, les aseguró que será mejor que cualquier Guerra. Y esta última parte la digo, porque en mi familia sufrimos el nefasto sentimiento del dolor al perder a un hermano a causa de esta guerra infame y sin sentido.


Comentarios
Maritza Cecilia
Maritza Cecilia De acuerdo totalmente con tus palabras cuñado.
Luis Felipe Zambrano Castaño
Luis Felipe Zambrano Castaño Con el si comenzara la guerra del tener y no tener, del poder por el poder, de la desigualdad, los nuevos inquilinos de más corrupcion, la barbarie de muchos con poco y pocos con mucho . Será otra guerra y otro anhelo de paz
Arcadio Enrique Orozco Obredor
Arcadio Enrique Orozco Obredor OK, totalmente de acuerdo con tu comentario José María Restrepo Mendoza y le agrego que no podemos desaprovechar la oportunidad que tenemos de obtener tan anhelada paz con una de las organizaciones alzadas en armas màs antigua del globo terraqueo...

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