Pienso que la pandemia nos puso a reflexionar.
Nos ha dolido, pero nos puso los pies sobre la tierra.
Nos volvió más sensibles.
Nos acercó más al Señor…
Uno como ser humano, que ha tenido oportunidades para capacitarse, estudiar, estar cerca a personajes, se cree… pero la pandemia nos está enseñando que nada está escrito. Que, aunque estés bien de salud y con dinero en el banco, puedes desaparecer en cualquier momento.
Estos datos que nos entrega Ricardo Plata Cepeda lo confirman. Datos sobre los
estragos que ha hecho la pandemia del covid-19 en la región,
reafirman que nada está escrito…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
LA TORMENTA PERFECTA
En Colombia una tormenta perfecta de torpezas del gobierno, el comprensible hastío acumulado por todo lo antedicho, el oportunismo político de la oposición y una izquierda radical en alianza pirómana con el narcotráfico, convirtió la política fiscal en motivo de una mayúscula protesta social.
La América latina continental que está conformada por 17 países, 10 en Suramérica excluyendo las tres Guayanas y 7 en Centroamérica incluyendo México, tiene 620 millones de habitantes, el 7,9 % de la población mundial. Según las estadísticas en tiempo real de Worldometer, al amanecer del pasado viernes esa región así conformada llegaba a 32 millones de infectados y acababa de superar un millón de muertos. Cifras que representan respectivamente el 32 % de los contagios y el 29 % de las muertes que la pandemia dejaba en el mundo en ese momento.
Es decir, el impacto en la salud ha sido cuatro veces mayor que su peso demográfico mundial. A Colombia le va sólo un poco menos mal: tenemos el triple de los contagios (1,95 %) y casi cuatro veces el número de muertes (2,45 %) que nuestra participación en la población mundial (0,065 %).
Pero la tragedia no viene sola. En 2020 el PIB de
América Latina y el Caribe se desplomó el 7,4 %, la mayor caída desde las
guerras de independencia según el BID y casi el doble de la caída de la
economía mundial. El PIB de Colombia se contrajo un 6,8 %, la mayor caída en 45
años desde que tenemos estadísticas consistentes y probablemente también la
mayor en su historia. Según Naciones
Unidas, en 15 meses la región perdió 15 años de progreso en superación de la
pobreza y disminución de la desigualdad.
Esta semana, en una cátedra global organizada por el Centro de Estudios
Latinoamericanos de la Universidad de Oxford, la destacada economista argentina
Silvana Tenreyro, subrayó que nuestra región además de sufrir la más alta
mortalidad afronta el desafío de haber acumulado el mayor impacto social y
económico de la pandemia. Esto en buena parte por limitaciones presupuestales
que han conllevado mayor rigidez en las políticas fiscales y monetarias, por
limitaciones de acceso a la educación a distancia y al trabajo en casa y la
imposibilidad de esta opción para los trabajadores informales que ocupan una
gruesa franja del mercado laboral, por el cierre más prolongado de escuelas,
colegios y universidades con su desigual impacto y por un proceso de vacunación
más lento que en los países desarrollados.
Tenreyro enfatizó la necesidad de minimizar efectos perniciosos de largo
plazo y evitar probables daños permanentes. Expuso una proyección en la cual la
recuperación de la senda del crecimiento que antecedió la pandemia sería mucho
más lenta que la que siguió luego de la Crisis Financiera de 2008 y que la
esperada para los países desarrollados. Los desafíos políticos asociados no se
harán esperar. Finalizó con la recomendación de que la política fiscal sea
parte de la solución, no parte del problema. Irónicamente, en Colombia una
tormenta perfecta de torpezas del gobierno, el comprensible hastío acumulado
por todo lo antedicho, el oportunismo político de la oposición y una izquierda
radical en alianza pirómana con el narcotráfico, convirtió la política fiscal
en motivo de una mayúscula protesta social.
rsilver2@aolcom
No hay comentarios:
Publicar un comentario