Dina Luz Pardo Olaya se sentía agradecida.
UN BUEN FINAL
*Bueno, mis amigos, a veces comparto una que otra anécdota, vivencias y demás. Aquí una reciente*.

Por Dina Luz Pardo
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Que te avisen ayer sábado en la mañana que había problemas por resolver en una parte del centro, es normal, aunque no lo esperaba porque pensaba viajar en horas de la tarde para cumplir una cita con la poesía en Macondo, no pude.

Que te avisen media hora después que tu mamá tuvo un accidente, no es normal; aunque gracias a Dios no es grave el asunto. Y en medio de todo ese ajetreo de emociones entre asuntos laborales y familiares, sucede algo que me dejó en estado de…

Al filo del mediodía me pagaron un dinero que a su vez debía pagar a las personas encargadas de la vigilancia del proyecto de los comerciantes, el pesebre; hasta aquí todo bien. La cantidad: “considerable a la tres”.

Llegué a una farmacia a comprar unas pastillas. Saqué mi billetera, el estuche de las gafas, la cosmetiquera, todo para ordenar en la parte de abajo las drogas.

Cuando iba a tres cuadras más arriba del lugar donde queda la farmacia después de haber hecho dos diligencias más, ¡ay, mamita mía!, fui a buscar la billetera y no estaba en mi bolso, al parecer la había dejado en la vitrina de la farmacia, un sábado, diciembre de por medio, mucha gente en el centro, no era para menos que las emociones siguieran en desajuste total.

Solo puse las manos en mi cabeza intentando calmar el revoltillo de pensamientos y preguntas: y cómo iba a responder por esa cantidad de dinero hoy mismo? Y mi cédula, tarjetas débito y crédito? Alguien que me vio dijo: -De todos los rostros que he visto de ti (feliz, triste, etc), éste no te lo conocía-. Fue mi compañía en medio de tremendo susto.

Corrí hasta llegar a la farmacia. Entré y puse mis codos sobre la vitrina con mis manos temblando pegadas a mis mejillas, sólo sé que mis ojos hablaban ante la mudez de mi boca. Cuando digo que mis ojos hablaron es porque al fondo de la farmacia, una joven y otro señor, que trabajan ahí, se sonrieron y me dijeron: -¡Sí, aquí está, relájate!”-.

Salieron algunas lágrimas, pero todavía no podía creerlo. En cuanto pude, dije: -es que mi billetera…-.
Ellos replicaron -sí, te la guardamos, aunque un señor que estaba comprando una medicina en ese momento en que usted se fue, aprovechó y la había agarrado entre sus manos, pensaba llevársela, pero nosotros le dijimos que no se la podía llevar porque sabíamos a quién se le había quedado aquí y que estábamos seguros de que volvería por ella-.

Y así fue, volví y me entregaron la billetera tal cual la dejé y para rematar solo aceptaron mis agradecimientos con llanto y todo. Debo confesar que en el camino de regreso a la farmacia no albergué mucha esperanza de que hubiesen guardado mi billetera... pero ese poquito de esperanza, bastó ese poquito en ese momento.

Ahora me pregunto:
¿A caso no son ángeles celestiales en nuestro andar cubriéndonos y guardándonos del mal? ¿Cómo no dar gracias al Todo Poderoso? (Salmo 34:8).
Alexander Tatis
Alexander Tatis Comprobado una vez más. Eres una bendecida. Un abrazote.
Vera Fonseca
Vera Fonseca La gloria y honra sea para Dios
Liliana M Altamiranda
Liliana M Altamiranda Que se me pierdan las llaves, la billetera, el monedero, la cédula en fin tarjetas bancarias sólo son una horas o minutos de ansiedad hasta que las recupere, pero que no se me pierda mi fe en Dios creador todo poderoso...
Juan Carlos Cepeda D
Juan Carlos Cepeda D Es una excelente y alentadora anécdota, confirma que todavía existe gente honrada en el mundo, gracias a Dios.
Hugo Alvarado Olaya
Hugo Alvarado Olaya Somos bendecidos gracias a . Dios
Diana Comas
Diana Comas Gracias a Dios Dina.
Tito Julio Antolinez Vitola
Tito Julio Antolinez Vitola Cosas maravillosas que nos suceden para conocer nuestros estados interiores y dar gracias a Dios..
No puede ser para menos con todo esa labor de alegrar el corazón de los niños ..
Carlos Garcia Mendoza
Carlos Garcia Mendoza Se te olvidó decir que también te propusieron ser candidata al congreso de la república y los ángeles , una vez más , te protegieron y no picaste el anzuelo de la política.
Que día...
Deisy Catalina Perez Gil
Deisy Catalina Perez Gil Dina que lindo encontrar personas honestas, santas en su propósito que nos alegren la vida y nos recuerdan que somos más los que queremos el bien. Un 💋
Magdalena Ferrer Cohen
Magdalena Ferrer Cohen Me alegro que hayas salido con bien de un mal episodio, pero de final feliz El de arriba, el mejor socio!
Enrique Jatib
Enrique Jatib estos son los momentos para agradecer con nombre propio a la gente honrada de nuestro país, que nos enseña que aún hay esperanza
Hugo José Penso Correa Situaciones como esa son las que a uno le devuelven la confianza en la humanidad
William De La Cruz Oyaga
William De La Cruz Oyaga A Ud. solo le suceden,cosas buenas.
Nanci María Vilalta
Nanci María Vilalta Dina ya sabemos cual es tu angel mas grande y directo que te guarda y te cuida mamita, me alegro porque en medio de los problemas podès sentir la bonda de Dios, un abrazo enorme 
Alcira Maria Cabello Consuegra Gracias a Dios que no despampara a sus hijos. Me alegro nena.
 Sandra Natera
Sandra Natera Bendecida e hija consentida de Dios! Creo que entre todo el caos, fue un día muy especial!!!
Jaime Vargas Vanegas
Jaime Vargas Vanegas El Dios de Israel siga protegiéndote al igual que a tus honrados guardianes y a sus familias, en todo tiempo y circunstancia.
 Marco Antonio Valencia Calle
Marco Antonio Valencia Calle ¿Y qué paso con los problemas qué había en el centro? -¿Llegaste a Macondo? ¿Qué pasó con tu madre? ¿Cómo quedó el pesebre?... Nos debes como tres capítulos más de este historia.
 Marco Antonio Valencia Calle
Marco Antonio Valencia Calle Ah,¿del misterioso acompañante, qué se puede decir?
Moises Imitola Silva
Moises Imitola Silva Tu Angel de la guards ese dia se acosto muy cansado, pero le pudo decir a Dios, Mision Cumplida con la Nina de tus ojos Dina Luz Pardo
Ana Herrera Torres
Ana Herrera Torres Jajajaja ay Dina eso es el diario vivir del funcionario
Soledad Leal
Soledad Leal Dina, mujer llena de
Carmen Catalina Castro Cantillo
Carmen Catalina Castro Cantillo Me alegra mucho , pero es devastador - por decir lo menos- que un acto que debería ser la regla, se convierta en la excepción.
Pedro Conrado Cudriz
Pedro Conrado Cudriz La honradez se lleva en la sangre y en la historia familiar
Emir Alberto Lara Herrera
Emir Alberto Lara Herrera ¡Los milagros existen ! Amén.
Maidana Francis
Maidana Francis Amén Adorable Dina.
Tu Angelita Querubín tu Hija siempre está. Besos Bendiciones y abrazos.
Eliana Florez Pineda
Eliana Florez Pineda Me alegra mí querida Dina, gracias a Dios después de todo te salieron las cosas bien.
Jairo Parada
Jairo Parada No todo está perdido, hay gente buena en este mundo
Luis Emilio Rada Conrado
Luis Emilio Rada Conrado Claro que hay gente buena... RADAR
Tomas Oechsle
Tomas Oechsle Existe gente buena y honesta que te apoyaron cuando lo necesitabas
Fanny Sosa Márquez
Fanny Sosa Márquez Siempre hay angelitos en nuestro camino. Que bueno que encontraste algunos en tu camino.
Anna Francisca Rodas Iglesias
Anna Francisca Rodas Iglesias Ay Mani, qué susto tan bárbaro. Y sí, siempre existen ángeles custodios que van de la mano y sé que no desamparan. Celebro que en medio de las viscicitudes tu billetera se haya recuperado.