¿Cómo permitimos que una empresa quebrada
nos modernizara la refinería más importante de América Latina?
Tremendo error…
¿Quiénes pagarán por eso?
Respuestas que está esperando la comunidad
colombiana…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Firma contratada para
la modernización de Reficar, al borde de la quiebra
Las dudas alrededor de la modernización de
la Refinería de Cartagena no son nuevas. Desde 2012 se viene hablando de ellas.
Y, sin embargo, hasta este momento no hay ningún proceso judicial, ningún
sancionado. Apenas hay informes de sobrecostos, que superan los US $4 mil
millones. Un dictamen sobre el padecimiento, al que le falta la causa. No hay
responsable identificado, pese a que ya hay una tragedia conocida.
Lo que alborotó el avispero fue el reciente
informe de la Contraloría sobre los sobrecostos y cuestionados contratos
suscritos en desarrollo de este proyecto; sin embargo, hubo alertas previas
que, al parecer, no fueron tenidas en cuenta. De acuerdo con documentos
conocidos por este diario, a finales de 2014, CB&I, la responsable del
proyecto, se encontraba ad portas de ser disuelta por falta de recursos.
Los $6.5 billones que le dio el gobierno en
contratos no fueron suficientes para seguir funcionando. En una carta del
pasado 22 de diciembre, la coordinadora del Grupo de Análisis y Seguimiento
Financiero de la Superintendencia de Sociedades, María Zoraida Peña González,
le dio a conocer al entonces apoderado de CB&I, José Manuel Márquez
Mendoza, que “a 31 de diciembre de 2014, la compañía se encuentra incursa en la
causal de disolución por pérdidas”.
De acuerdo con la Supersociedades, para esa fecha CB&I Colombiana, filial colombiana de esta multinacional, presentaba activos por $456 millones, pasivos por $508 millones e ingresos por $1.247 millones. Según el documento, para ese momento la empresa ya presentaba “pérdidas que han disminuido su patrimonio neto por debajo del 50% del capital suscrito”.
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