El documento, revelado por el funcionario,
detalla que los eventos y las campañas publicitarias se limitarán y deberán
pasar por la aprobación de la Presidencia de la República. Además, los gastos
de viáticos deberán recortarse 10% frente a lo que se ejecutó 2015.
Los viajes nacionales e internacionales, que sean de menos de tres horas, deben hacerse en clase económica y se racionalizarán las horas extras...
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Semana. Economía | 2016/02/13 21:00
El nudo gordiano de la economía colombiana
Bajar la
inflación, asegurar la meta fiscal, recortar gasto público, aumentar el
recaudo tributario y evitar una fuerte desaceleración es un ajuste que
requiere al mejor equilibrista. ¿Se logrará?
El ministro
de Hacienda, Mauricio Cárdenas, anunciará un nuevo recorte en el
presupuesto de este año y el gerente del Banco de la República, José
Darío Uribe, espera que la inflación vuelva a la meta gradualmente.
Foto: Alejandro Acosta
Los analistas no
recuerdan, en la historia reciente del país, un periodo tan complejo y
con tantos desafíos económicos, como el actual, por causa de la caída
del precio del petróleo. El propio ministro de Hacienda, Mauricio
Cárdenas, confesó la semana pasada en el foro de Anif-Fedesarrollo que
desde que es economista no había visto un choque tan abrupto sobre las
finanzas públicas como el ocurrido en los dos últimos años en Colombia.
En
plata blanca se puede ver mejor la magnitud de este golpe. En 2013,
Colombia exportaba petróleo por 27.646 millones de dólares que
representaban 3,3 por ciento del producto interno bruto (PIB). Hoy, con
barril a 35 dólares, las ventas externas de crudo ascienden a 6.412
millones de dólares. Como quien dice, se ha presentado una disminución
de más de 20 billones de pesos en dicho lapso.
También
permite apreciar la dimensión del choque observar que la renta
petrolera representaba en 2013 el 20 por ciento de los ingresos del
gobierno pero hoy escasamente alcanza el 0,5 por ciento. En otras
palabras, es como decirle a alguien que vivía con 100 pesos, que ahora
tiene que hacerlo con 80.
Pero esa es la
foto de hoy. Las cosas podrían empeorar pues el precio del crudo sigue
cayendo y tal vez, muy pronto, toque los 20 dólares que han pronosticado
los expertos. Y aunque es probable que haya un repunte en el segundo
semestre, los analistas creen que durante los dos próximos años se
mantendrán los precios bajos.
Un dato
adicional muestra que este año las empresas petroleras pagarán 5
billones de pesos menos en impuestos. E incluso, dados los resultados
que tuvieron en 2015, habrá que hacerles devoluciones correspondientes
al anticipo del impuesto de renta que hicieron el año pasado.
Así
las cosas, pronto el gobierno tendrá que realizar un ajuste mucho más
severo de lo que se pensaba para garantizar la sostenibilidad de las
cuentas fiscales. La meta de déficit fiscal para este año está en 3,6
por ciento del PIB, pero sobre la base de petróleo a 50 dólares, que era
el estimativo en diciembre pasado, cuando se elaboró el plan financiero
para 2016.
La caída de los precios del
petróleo también impacta las cuentas externas, más exactamente el
déficit en la cuenta corriente, una de las grandes preocupaciones del
gobierno, el Banco de la República, los analistas y las agencias
calificadoras. El faltante externo en 2015 representó alrededor de 6,5
por ciento del PIB (unos 19.500 millones de dólares) y aunque para este
año tendrá una corrección (5,8 por ciento del PIB) por la contracción en
las importaciones y la devaluación, está en niveles históricamente
altos que hay que reducir. El director de Fedesarrollo, Leonardo Villar,
dice que, ante esta realidad, es indispensable reducir el gasto público
y privado para moderar los problemas fiscales a mediano plazo.
El
ministro de Hacienda afirma ser realista y estar consciente de que el
panorama cambió de diciembre a enero. Por ello, anunció que viene otro
recorte presupuestal que será presentado al consejo de ministros en los
próximos días. No se sabe de qué tamaño será el ajuste, pero señaló que
es indispensable para enviar un mensaje, tanto a los analistas como a
las agencias calificadoras, del compromiso del gobierno con el
cumplimiento de las metas. “Habrá más austeridad sin comprometer la
política social”, afirmó Cárdenas.
Sin
embargo, como dice el exministro de Hacienda Guillermo Perry, no todo el
ajuste puede hacerse por la vía de recortar el gasto público. Hay que
hacerlo también por medio de mayores ingresos, es decir, con una reforma
tributaria que no solo busque mayor eficiencia y equidad, sino que
incremente el recaudo.
Anif calcula que
las recomendaciones de la comisión de expertos tributarios (bajo un
escenario relativamente ambicioso y optimista a nivel político) podría
lograr al menos un 2 por ciento del PIB en mayores recaudos. Pero, como
sostiene su director Sergio Clavijo, este esfuerzo tributario deberá
complementarse con recortes presupuestales adicionales de al menos el 1
por ciento del PIB, “si es que queremos evitar que las calificadoras de
riesgo hagan advertencias de perspectivas negativas antes de finalizar
2016”, anota.
Por su parte, Leonardo
Villar, que hizo parte de la comisión de expertos, estima que las
modificaciones propuestas en el IVA (subir de 16 a 19 por ciento) y
otros impuestos indirectos generarían algo más de 1 por ciento del PIB
en ingresos adicionales para el gobierno. Además, con los ajustes
propuestos en administración tributaria y en el manejo de las entidades
sin ánimo de lucro, el efecto de mediano plazo sobre las finanzas
públicas puede ubicarse entre 1,5 y 2 por ciento del PIB. Según Villar,
adicionalmente, las reformas a la tributación territorial permitirían
reducir las presiones de gasto para el gobierno central.
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