Yo pienso que la ciudad va bien, porque hemos presenciado ese avance.
Sin embargo, el economista no mira este proceso como bueno.
Como lo hemos dicho en el RADAR y lo comento en las redes sociales y personalmente con amigos y periodistas, hemos avanzado.
Es bueno, eso sí, revisar lo que piensan quienes creen que las cosas no van bien. Y uno de ellos es Jairo.
Vamos a leerlo...
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Barranquilla:
nuestra cueva de Platón
Por Jairo Parada
Famosa es la metáfora que relata
Platón en el libro VII de la República, referido a los diálogos entre Sócrates
y Glauco.
En una caverna se encuentran
hombres encerrados, con cadenas al cuello y en las piernas, desde su infancia,
quienes solo miran los reflejos del movimiento de hombres y cosas detrás de
ellos, provenientes de un fuego, en forma tal que solo ven los reflejos.
Sin
duda, con el tiempo, reducen la realidad a esas sombras que observan. Si
alguien logra salir de la caverna, por la escasa abertura que hay hacia la luz
del sol, y encuentra un mundo distinto y brillante, al regresar, los hombres no
le creerán, dirán que está loco.
Algo similar ocurre con los
barranquilleros.
Nos creemos el mejor vividero del mundo, y pensamos que
nuestro progreso en los últimos 10 años ha sido fantástico, además de ser la
sede de los mejores carnavales del universo. Al que opine algo diferente, se le
dirá que es un critico sin remedio y ave de mal agüero. Nos volvemos una ciudad
unidimensional donde la crítica muy poco está permitida.
Nadie parece darse cuenta que el
poder político y económico en esta ciudad está exageradamente concentrado.
Hasta en lo deportivo y lo cultural, la hegemonía es plena si se reduce lo
cultural al Carnaval.
Las recientes elecciones así lo demuestran.
El poder
económico se ha traducido en una hegemonía política, y esta a su vez refuerza
el poder económico.
¿Tendrá fin este proceso de causación circular acumulativa?
¿Se romperá por algún lado?
Es más, extrañamente, hasta los recibos del
predial, cuyo descuento vence el 30 de marzo, se demoraron misteriosamente en
su reparto para no perder a los votantes entusiastas de los estratos medios y
altos, y poder obtener la avalancha de curules. Los viejos grupos apenas medio
conservaron sus posiciones, debilitándose.
A pesar del progreso evidente de
la ciudad, hay motivos, sin embargo, para estar preocupados.
La
construcción sigue alicaída en los estratos altos y edificios con oficinas
vacías cunden por la ciudad.
El último informe de Barranquilla Cómo Vamos nos
deja noticias preocupantes.
El número de hogares que consideran que su
situación ha empeorado económicamente ya empezó a ascender a un 17%, así como
el número de personas que se consideran pobres (un 17%).
Un 46% dice que no es
fácil encontrar trabajo y un 16% dice que no puede tener sus tres comidas
diarias.
La mayoría dice estar satisfecha con los servicios de educación, lo
cual se reconoce, aun con los descalabros penosos ocurridos en Uniautónoma, dos
veces saqueada.
En esta cueva de Platón la gente se contenta con poco,
está feliz, y piensa que su sistema de salud es el mejor del mundo, aunque ya
empezaron los problemas con la nueva concesión.
La inseguridad en los barrios
sigue empeorando, agobiados por atracos, pandillas y drogas.
Un 29% se siente
inseguro en la ciudad.
Ya un 24% piensa que las cosas van en la ciudad por mal
camino, aunque el 89% está satisfecho de vivir en la pignorada ciudad, como
pasa en la cueva de Platón.
RADAR:
Platón describió en su alegoría de la caverna
un espacio cavernoso, en el cual se encuentran un grupo de hombres,
prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y
las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del
fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza.
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