Como dice Jairo Parada en esta columna: "Ahora que ha bajado en forma extraordinaria el precio del petróleo, la baja que nos ha entregado el Gobierno es ridícula; unos $300 pesos por galón".
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@radareconomico1
Dólar: precios
del gas y gasolina
Por Jairo Parada
Por Jairo Parada
Cuando los ciudadanos del
Caribe respirábamos algo de tranquilidad ante el aplazamiento del alza del
precio del gas, por la congelación de la nefasta fórmula utilizada por la Creg,
la cual fracturaba los dos mercados del gas y nos condenaba a los costeños a
alzas exageradas en este bien, tan esencial para más de ocho millones de
hogares y numerosos usuarios industriales y empresariales, el gas sigue
subiendo. EL HERALDO, en su revista +Negocios de marzo del 2015, edición 11, ha
publicado un excelente resumen de toda la información de contexto del problema,
incluyendo un tópico que ahora está impactando los precios del gas para los
usuarios: la regla establecida según la cual el precio del componente de
producción y alrededor del 70% del transporte están expresados en dólares. Como
el dólar sigue disparado casi llegando a los $2.700, ahora el alza de la divisa
nos erosiona los bolsillos por la vía del alza del gas. Lo que nadie se
pregunta es por qué cuando el dólar bajó por la excesiva revaluación, no
bajaron los precios del gas. Es una lógica, por tanto, que solo opera cuando el
dólar sube.
Lo cual nos lleva a ver quiénes
producen el gas y el petróleo en el país. En el caso del gas, Ecopetrol y
Chevron (en un 43%) son los que lo producen en la Costa. Lo curioso es que,
tratándose de recursos ubicados en el territorio nacional, su producido se tasa
en dólares como si se importaran. Lo mismo sucede con la gasolina. Según lo
señaló el senador Velasco alguna vez en un debate en el Senado para impulsar la
revisión de la fórmula del precio de la gasolina, estudios contratados por la
Agencia Nacional de Hidrocarburos señalaban que el costo de producir gasolina
en el país era de $2.000. Con todos los impuestos, sobretasas y márgenes
que se le añaden, sin sacrificar los ingresos fiscales del Estado y del mismo
Ecopetrol, no debía llegar a $6.000. Se impulsó un proyecto de ley, y este fue
hundido por el Gobierno y el mismo Congreso. Ahora que ha bajado en forma
extraordinaria el precio del petróleo, la baja que nos ha entregado el Gobierno
es ridícula; unos $300 pesos por galón. Ello sucede porque la ‘fórmula’ del
Ministerio de Minas, según lo señala José Roberto Acosta, de Justicia
Tributaria, tiene en “ el artículo 1º de la resolución 18-1602 de septiembre 30
de 2011 del MME … un inconstitucional parágrafo que, ignorando la detallada
matemática de las tres páginas anteriores, borra de tajo el resultado de la
fórmula y decide que la variación mensual del precio al productor no puede ser
superior al 3%, sea hacia arriba o hacia abajo”.
En otras palabras, se bloquea
la baja del precio de la gasolina con un parágrafo clave que entorpece el
alivio a empresarios y ciudadanos.
En realidad, detrás de estas
fórmulas tecnocráticas se encubre el afán de garantizar la rentabilidad de
inversiones extranjeras y grupos económicos nacionales, que todo lo dolarizan,
excepto un factor fundamental para los colombianos: el salario.
Revisemos estas
sacrosantas fórmulas. Fueron hechas por seres humanos y son susceptibles de
cambiar. Hay caminos intermedios para estos precios estratégicos, evitando el
populismo pero reconociendo que son recursos que se explotan en pesos y se
podrían tasar en pesos.
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