jueves, 27 de octubre de 2011

GADDAFI:La muerte de un déspota y Libia


La muerte de un déspota y sus consecuencias

Edgar Otaiza Vásquez

Domingo, 23 de octubre de 2011


La dominación de Muammar al-Gaddafi sobre Libia ya es historia. Los libios esperan ahora por un nuevo comienzo. Dentro de poco se anunciaría formalmente la liberación del país, la hora cero de ese comienzo



Los hechos.

Las fotos publicadas por las agencias internacionales de noticias son crueles. Confirman, por lo menos, la detención del dictador, en uniforme beige de campaña, ensangrentado pero aún con vida, arrastrado por milicianos hacia un vehículo pick-up. Los hombres le levantan la cabeza hacia la cámara del celular y vociferan gritos que son de guerra y religiosos. 

Gaddafi gesticula con las manos. Si antes hubo dudas, con la aparición de estas escenas de la televisión árabe se confirmó que, efectivamente, Gaddafi estaba en manos de los rebeldes.

Poco después, el Consejo Nacional de Transición libio confirmó la muerte de Gaddafi, sin explicar cómo murió. Las informaciones eran contradictorias. El Consejo manifestó, inicialmente, que había muerto a consecuencia de las heridas recibidas durante un intercambio de disparos. En Sirt, ciudad natal de Gaddafi donde ocurrieron los hechos, un joven rebelde mostró una pistola dorada, supuestamente el arma personal de Gaddafi, y dijo que él le había disparado. No se aclaró si ello había sucedido antes o después de la detención de Gaddafi.
Difícilmente se aclarará lo sucedido esa mañana. Según reporteros de televisión y algunos rebeldes, Gaddafi y varios seguidores intentaron huir de la ciudad en un convoy mientras ésta era atacada fuertemente. Testigos dijeron, que la ciudad también estaba siendo bombardeada por aviones franceses de la OTAN, lo cual fue confirmado por la organización. Pero no se sabía de la presencia de Gaddafi en el convoy.

Luego del ataque, Gaddafi habría caminado hacia una alcantarilla, debajo de una autopista, donde se habría escondido. Cuando los rebeldes alcanzaron el escondrijo, se oyó una voz que decía:”No disparen.” Se dijo que uno de sus guardaespaldas habría pedido clemencia para Gaddafi. Poco después, los rebeldes lo sacaron de la alcantarilla, ya herido, lo que se confirma por las fotos del ex-dictador sangrante.

Al-Arabija mostró fotos del sitio donde presuntamente fue encontrado Gaddafi. Se observa dos grandes tubos de concreto, con una inscripción pintada en la parte superior: “Este es el sitio de la execrada rata Gaddafi – Dios es grande”. Frente a los tubos yacían dos cadáveres.
Las imágenes borrosas tomadas después de la captura de Gaddafi, transmitidas por la televisora Al-Jazeera, lo muestran rodeado de un grupo de rebeldes, algunos de los cuales lo halan por los cabellos y lo golpean. A pesar de lo desenfocado de las secuencias de video, se puede reconocer claramente que Gaddafi de pronto se derrumba. 

Tal vez esta situación fue aprovechada por uno de los rebeldes para matarlo. Suenan disparos claramente. Esto hace suponer que fue ejecutado, lo cual niega el Consejo Nacional de Transición. Sin embargo, existen otras versiones bastante confusas.

Probablemente el cadáver de Gaddafi sea enterrado según el rito islámico en un lugar desconocido. No se permitió hacerle la necropsia. Lo que le suceda sería sin importancia, con tal de que desapareciera. Evidentemente, el Consejo da Transición intentó impedir que la tumba del déspota fuera empleada como sitio de peregrinación por sus partidarios. Mala nota para el Consejo.


El resurgir de Libia.
Libia respira por la muerte del déspota, pero no se sabe si con tranquilidad a largo plazo. Lo cierto es que las cuatro décadas de dominación tiránica de Muammar al-Gaddafi pertenecen definitivamente al pasado. Además de la muerte de Gaddafi, un vocero del Consejo Nacional de Transición anunció, que la nueva conducción del país deseaba emprender rápidamente la reconstrucción. Se informó, que el presidente del mismo, Mustafa Abd al-Dschalil, declararía a más tardar el viernes 21 de octubre la “Liberación de la patria”, según el jefe de gobierno de la nueva Dirección, Mahmud Dschibril, así como los “Detalles de la muerte de Gaddafi.” Dschibril dijo además: “Con la confirmación de que todos los hombres perversos, incluyendo a Gaddafi, hayan desaparecido de nuestra querida patria, es tiempo de que los libios lleven la nueva patria hacia el camino de una Libia unida y a un pueblo con futuro.”


Opiniones.
El secretario general de la ONU Ban Ki Moon llamó a los libios a la reconciliación. “Los combatientes de todos los bandos deben deponer las armas en paz. Es el tiempo de la reconciliación, no de la venganza. El futuro del pueblo libio no será sencillo sino que estará lleno de retos. Estos retos del futuro solo podrán ser manejados juntos y reconciliados.” “Las grandes esperanzas de la revolución y de las luchas deben transformarse en oportunidades y justicia para todos”, agregó el surcoreano. El Consejo Nacional de Transición prepara ya elecciones y otros pasos relacionados, que conducirán a la construcción de una nación moderna. “Todos los libios deben poder reencontrarse en su país y en su gobierno.” Declaró también, que las Naciones Unidas estarían al lado del pueblo libio para apoyarlo.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, reconoció con precaución y cierta tardanza la muerte de Gaddafi. Apeló a los libios a trabajar conjuntamente con la comunidad internacional en busca del camino de la democracia. La Cancillera de Alemania, Angela Merkel, ve a la nación ante un nuevo comienzo en paz. “Hoy Libia puede abrir una nueva página en su historia y comenzar un nuevo futuro democrático”, según una declaración de la Unión Europea. La agencia de noticias Ansa citó así al jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi, quien empleó una expresión en latín: “Sic transit gloria mundi”, así pasa la gloria del mundo.
“Estoy orgulloso del papel que ha jugado Gran Bretaña”, comentó el Primer Ministro británico David Cameron, refiriéndose al apoyo prestado por su país a los rebeldes libios, a través de le OTAN. El presidente venezolano Hugo Chávez comentó: “Una gran pérdida.”
 
Para los rebeldes libios es extremadamente importante que se conozca su participación directa en la muerte de Gaddafi. Que fueron ellos y no las fuerzas de la OTAN quienes ejecutaron al odiado déspota, lo que entrará como leyenda en la historia de Libia.
Pero también para Occidente, particularmente para las naciones que conforman a la OTAN, significa la muerte de Gaddafi el último paso hacia el final de la guerra. Desde hace semanas se discutía en la alianza si no sería prudente interrumpir su misión en Libia. Algunos comandantes se quejaban de una posible falta de recursos militares. Total, ya Trípoli había sido liberada. Sin embargo, los Estados Unidos se habían opuesto a una suspensión prematura de la vigilancia aérea. Washington había insistido, en que hasta tanto Sirte no fuera liberada, los aviones de la OTAN deberían mantenerse en sus posiciones. Ahora, se piensa que la OTAN podría concluir su misión dentro de pocos días, según información de su cuartel general.
El futuro.
Es obvio, que la muerte de Gaddafi es la señal para una nueva Libia, especialmente para aquellos libios que sufrieron bajo su mandato. Para éstos el futuro inmediato es de alegría y felicidad. Para los adeptos al régimen caído, serán de angustia y temor. 

Sin embargo, qué es lo que vendrá para Libia y para la región permanecerá abierto a los hechos futuros y al debate. Las predicciones pueden fallar. Se impone para los libios una etapa de pensamiento y acción racionales, que atienda a sus particularidades: lo tribal, lo regional, lo ideológico y hasta lo personal. Todavía hay y habrá seguidores leales al mandatario muerto, lo que implica practicar la reconciliación, sin olvidar que los rebeldes también cometieron actos contra la dignidad de las personas y los derechos humanos.

Hay quienes proponen una estrategia federalista de conducción del país, que favorezca una política distributiva práctica, en un país de escasa población con una inmensa riqueza petrolera. Pero se necesitaría también la construcción de cuerpos civiles, grupos de supervisión ética e instituciones durables, reproducibles, legítimas y elegidas popularmente.
 
Es indispensable invertir en el desarrollo humano para que los libios puedan liberar todo su potencial. Gaddafi dejó solamente una estela de tribus rebeldes, progenie y aquéllos corrompidos por su asociación.
 
Sería necesario amamantar a la recién nacida nueva revolución, deponiendo rápidamente las armas y las emociones y trabajando con amor y pasión por la nueva Libia, que para fines prácticos, desconoce lo que es democracia.
 
La muerte de Gaddafi envía un mensaje a otros autócratas de la región, indicándoles que el uso de la violencia y la fuerza contra su propia población a la larga se revierten. Es el caso de los gobernantes de Siria y Yemen, que desoyen las demandas de su pueblo. Argelia podría ser un caso particular, dada la extrema fragilidad de la salud del mandatario gobernante, lo que sugiere no perder de vista a esta nación.
 
La desaparición de Gaddafi tendrá implicaciones importantes para el resto de África, pero eso podría ser material para otro texto.

La muerte física.
Físicamente, Gaddafi está muerto, pero queda su legado y el reto de cómo manejarlo. ¿Qué queda vivo y qué murió con él?

Probablemente exista un poco de Gaddafi en cada libio: frustración, injusticia, odio, ira, victimización. Dejar que esas condiciones se apoderen de la Nueva Libia prolongaría también el legado residual de Gaddafi. No es aconsejable. Es mucho lo que el Consejo Nacional de Transición tiene como tarea. Deseémosle éxito.

eotaizav@gmail.com

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